Cardi14/02/2005 21:26:15Me encontraba en la escuela de guerreros con poco mas de 120 años, aun joven para la vida de un elfo oscuro, me sentia completamente descolocado, mi ser se habia transformado, habia cambiado de forma y habia sido moldeado a voluntad de Lloth durante mis años de apredizaje con la sacerdotisa Xullrae Oblodra. El odio se acumulaba en mi oscuro corazon y el rencor y la venganza en mi cabeza pero....... rencor y venganza a quien?Con la sacerdotisa sin duda habia pasado mejores años que encadenado y torturado, y sin lugar a dudas de mi anterior vida no recordaba nada, quizas me habian borrados los pensamientos de mi vida anterior o tan solo el trauma de la tortura habia desechado cualquier cosa anterior a mi captura, pero tampoco fue un camino de rosas pues a cada minima cosa que hacia mal ahi estaban esas serpientes mordiendo la piel y la carne de mi espalda soltando unas sacudidas electricas que me entumecia todo el cuerpo. Los primero años en la academia fueron tortuosos las largas horas de clases teoricas asi como las de tecnicas y tacticas de combate se hacian interminable por no decir las clases de exploracion seguidas de explicaciones sobre el mundo exterior, el fomento del odio a todas las razas, en particular a los elfos de la superficie y la adoracion a nuestra diosa, la Dama Tenebrosa Lloth. En una de las clases nos explicaron que los drows hacia miles de años vivian en la superficie como los elfos dorados, pero que fuimos deterrados por ellos y condenados a vagar por los interminables y peligrosos tuneles de la Antipoda Oscura, hasta encontrar una cavernas en la cual una poderosa sacerdotisa llamada Menzoberra la sin familia, fundo la actual Menzoberranzan a peticion de la dios Lloth. Tras las tediosas clases teoricas llega el momento de las practica, cada alumno habia escojido un arma para su entrenamiento y la mia fue la espada larga, me dieron dos espadas largas de buena calidad de manufactura drow hechas con adamantina. Por fin llego el momento de practicar con las armas, maldita la hora pues largas e inagotables horas luchando y esos malditos latigos azotando la espalda cuando a los maestros no les gustaban tus moviemientos o tus ataques o defensas. Poco a poco mi sultura y habilidad se hacia notable hasta el punto de ser el primero de la clase aumentando el odio y las envidias de los demas drows. Sin duda eso era algo peligroso pues buenos luchadores de grandes casas estaban alli e incluso varios de la misma casa con lo cual estaba en serios problemas de ser victima de ataque por parte de ellos o de un complot para que cualquiera me matara. Llegaba el momento de la graduacion, entrabamos todos los drows en una gran sala llena de pasillos y habitaciones en la cual solo podia ganar uno, seria una lucha a muerte de no ser por que los magos de sorcere nos hechaban conjuros para no sufrir daño alguno, y los profesores desde una posicion elevada iban viendo quien era dado y quien no,los que era dados con una varita los paralizaban y los que no los dejaban seguir. Las luchas se sucedian, en su mayor parte siempre se juntaban los drows en grupo por lo menos de dos o tres para asi guardarse mejor las espaldas y tener mas posibilidades de victoria, mi alianza fue con Ilphrin Baerne gran luchador de la primera casa de Menzoberranzan. Despues de salir airosos de varias escaramuzas Ilphrin saco una varita magica de su piwafwi, recito unas palabras y unas chipas magicas saliedon de todo mi cuerpo, ya no se sentia el hormigeo de la magia ni esa sensacion de seguridad, todos mis conjuros fueron eliminados estaba en serios apuros. Las lucha continuaba, mi aliado era un serio rival y seguramente estaba compinchado con algun otro drow, mis dias estaban contados, los grupos cada vez eran mas reducidos y mis posibilidades de verme rodeado aumentaban con lo cual no quedaba mas remedio que, o dejarlo solo mientras lucha o simplemente adelantarme a su traicion y atacar primero. Mi decision fue dejarlo en medio de un combate para meterme de cabeza en otro entre dos grupos que luchaban 4 drows, aprobechando el desconcierto y mi velocidad gane esa contienda ahora solo quedaban 2 grupos en plena lucha y el varon de la casa Baerne Ilphrin y yo. Este salio a la carrera para meterse de cabeza en la lucha, con cual de los dos grupo estaria en alianza con Ilphrin? seguramente trataria de engañarme y ataquaria a sus aliados con que no me quedo mas remedio que correr tras ellos y ataquar a los mismos que el atacaba. Su artimaña no salio como planeaba pues yo estaba en lo cierto y ataco a sus aliados para despistarme, ahora tenia yo la sarten por el mango y era él el q estaba en medio de dos drows y de mi, pero para mi desgracia salio airoso de los dos drows ya solo quedabamos el y yo. Mi negro corazon palpitaba sin parar, mis nervios a flor de piel y mis musculos a punto de reventar del esfuerzo, el combate se hacia interminable sin duda los maestros de Sorcere y de Melee-Magthere estarian disfrutando ajenos a que yo no tenia conjuros, o por lo menos eso creia yo claro, necesitaba recuperar mis fuerzas y no me quedaba otra opcion que ponerme a la defensiba asi recuperaria fuerzas y cansaria a mi rival, sus estocadas eran mortales y mis paradas precisas, asi se fue formando una danza mortal, el entrechocar de las espadas y los murmullos de los drows cada vez me ponian mas nervioso. Ilphrin lanzo un globo de oscuridad, de una oscuridad tan negra que ni el objeto mas luminoso tendria fuerza, continuaba la lucha, el sonido de varios dardos envenenados pasaron rozando mis oidos y otros simplemente quedaron atrapados en mi piwafwi, no tenia alternativa era el momento de pasar al ataque, redoble esfuerzos lanzando estocadas sin parar intentando buscar cualquier abertura en su ferrea defensa, por fin la oscuridad se disipo y me lanzo un golpe bajo tremendo que me hizo perder la espada de la mano izquerda, siguio atacando con mas rapidez, despues de realizar dos paradas, gire a la derecha me retrase 2 pasos, desenfunde una daga que tenia escondida en uno de los plieges de mi piwafwi y se la lanze,la daga le golpeo el pecho y salio disparada a la vez que un conjuro de disipacion inundo la sala de entrenamiento. Perfidas sonrisas se dibujaban en los rostros de los maestros, dos guerreros jadeando en el centro de la gran sala y un murmullo generalizados era todo los que nos rodeaba. Nuevamente nos lanzamos al ataque, un combate que pronto tendria que llegar a su fin, y la suerte esta de mi lado ya que mi rival Ilphrin Baerne esta demasiado asustado por la falta de conjuros protectores y deja de prestar atencion a los golpes que le lanzo. Busco cualquier resquicio cualquier hueco en su infranqueable defensa para atrevesarlo con mi espada, y la situacion se presentaba en bandeja cuando él me para un golpe vertical y aprobecho la situacion para derribarle, y sin pensarlo un segundo le ensarto la espada en el pecho al tiempo que veo un rayo de energia que me impacta en todo el pecho entonces todo fue oscuridad................... |