Kentara

02/01/2007 12:06:24

Esboza una sonrisa, delante del embelesador fuego, baila baila... esta noche el fuego la acompaña.
Ella permanece sentada en un suntuoso sillón frente a la chimenea, de cuando en cuando echa un vistazo a su alrededor.


Y no...no hay gente...


Vuelve su vista al papel, moja la pluma en la tinta y vuelve a sonreir, arte negro...oscuro, desde la mismísima raíz. Sigue escribiendo...


[i:d7dc11da66]
...Y saldré de cacería,
hoy os rendiré tributo.

Hoy yacerán cuerpos,
hoy fluirá la sangre.

Hoy seremos una,
hoy os daré ofrenda,
Madre.


Mis armas serán prolongaciones de mis brazos,
me fundiré con la noche.
Corromperé a los mortales,
apagaré la luz de la luna.
La vida del que sirve al bien.

...Instrumento para la destrucción.

Hoy, madre y señora, Dueña de la Noche.
Y hoy es mañana... hoy es toda la eternidad.
[/i:d7dc11da66]



Coje el pergamino, de exquisita calidad y sopla... sonrie.
Cuando la tinta ha secado, lo enrolla y lo tira al fuego.

Sella mis palabras... Susurra.


Y las palabras arden.




Ella se levanta, se recoloca la capa con esmero. Abandona el aposento paseandose por la estancia, cierra la puerta y baja las escaleras.
Abajo todo es distinto, el ruido de las jarras, de la cerveza fluir. El griterio del borracho, del jugador, del que apuesta, del que pacta del que se reune o del que extrañamente...duerme.

Sale de la taberna y camina por la vía adoquinada. Se acerca peligrosamente al límite entre sólido y líquido, al borde del agua...en el puerto casi vacio. Alza los brazos eufóricamente y mira al cielo...
Cielo...profundo y lleno de soledad. Oscuridad, muerte, vacio, secretos, silencio, sombras, y ella la puede ver.

Se escuchan pasos, baja los brazos y observa:
Un guardia haciendo su ronda.

Vuelve a caminar, observa el foro... se deleita con el fluir del agua en la fuente. Cuanto derroche...
Sigue avanzando hasta adentrarse en el peligroso barrio del Khanduq.
Mira a ambos lados, de cuando en cuando puede ver como sombras se escabullen entre los edificios, como aparecen y desaparecen... a veces sólo las escucha, a veces sólo las ve.

Sale del barrio, se acerca al establo y llega a Noche, la acaricia y sonrie... la yegua entiende. El jinete sale galopando del Oasis.

De entre sus ropas asoman dos mangos de madera, baja la mirada y empuña sus armas. Dos hojas tan afiladas que cortarian el aire y una simple empuñadura de madera...
Un gesto de sus manos y todo cambia, ardiente fuego brota del metal.
Otro gesto, y otro... otro más... un aura rodea su cuerpo.


Sigue el camino, se encuentra de frente a un grupo de asaltantes trasgos.
Sonrie.

Hace presión con sus piernas y Noche galopa con furia.
Abre sus brazos.


¡A mis brazos mis queridos, a mis brazos! - Y rie como una posesa.


...Tras la carga las cabezas de los trasgos saborean la arena del desierto, mientras un reguero de sangre es lo único que ahora les conectan con sus cuerpos.

La noche es larga:
-Trasgos, kobolds, enanos, orcos, gigantes, trolls, ettins, arañas, drañas, lobos y otros animales, bandidos, mercaderes, aventureros, campesinos, niños, mujeres, muertos vivientes, espectros...

La lista es larga, sus reacciones también:

-Lloros, ruegos, gritos desgarradores, furia, desesperación, concienciación, ira, plegarias... silencio.



Y se prolonga durante...semanas.

Al amanecer del último sus armas son del color de la sangre, de igual manera también ha salpicado a Noche y a sus própias vestiduras.
Es hora de acercarse al rio que cruza el verde del suelo, al mar que rodea tierra firme, al pozo astutamente ocultado en el desierto...
Hora de lavar con mimo a su montura, de limpiar la mano del juicio, sus armas ...Y hora de prender fuego a sus ropas.

Que asco...

Kentara

04/01/2007 00:59:05

Pasan los dias en la excelentisima ciudad de Puerto Calim. La oscuridad se presenta con la misma puntualidad cada dia para expulsar al gran orbe de fuego y es cuando la encapuchada despierta.



[i:0e7d4fe6c4]La oscuridad es mi aliada,
en la noche es cuando me siento más fuerte.
Las sombras me abrazan.

Maldita sea luna y estrellas,
que arrojan luz cuando Madre pone sus manos sobre Faerûn.
¡Oh Dueña de la Noche, Señora de la Pérdida!

La luz será herida,
en dias de profundo silencio,
oscuridad perpetua.

El vacio en forma de flecha,
abrirá una herida en su pecho,
y tu dominio será el más alto.

Diosa Oscura.[/i:0e7d4fe6c4]




Recorre la ciudad sintiendo la brisa marina y el olor a salitre, sintiendose parte de su Madre y Señora. Llega hasta los límites de la seguridad y se adentra en el barrio del Khanduq y recorre sus calles al acecho de incautos... se regocija en quien teme y busca refugio en la luz de algún farol o antorcha, pues entonces están sentenciados...

Kentara

04/01/2007 02:33:19

Estudios en la torre de Kaatos.

Estudios entre libros, polvorientos libros se apilan como montones de cadaveres tras una de sus cacerias, el fuego de las antorchas iluminan la estancia. El caminar del liche se oye en toda la torre, deambula de un lado para otro con ese libro...ese libro, y esos conocimientos.

Es esa magia poderosa la que ella ansía, viendo la "recolección de poder" como la via de servir en cuerpo y alma a la Señora.


Acompañan al caminar del liche los pasos de la encapuchada, que recorre estanteria por estanteria hasta llegar al gargantuesco tomo que permanece abierto siempre por la misma página. Lleva su mano con suavidad a la punta de las hojas y pasa...una...otra... hasta llegar a la última y prosigue su aprendizaje, su lectura.

El liche deambula sumergido en su lectura durante dias, nunca lo ha visto en otro lugar que no sea ese, ni haciendo otra cosa que no sea esa...excepto aquella vez, la vez que cambió parte de los objetivos de la mujer...


Los dias pasan y el horario se va adecuando, son largas las horas que pasa acompañando al liche sin que este parezca advertir su presencia y largas las horas que dedica a la lectura sobre todo tipo de magia.

Pues aunque la urdimbre deba ser cenizas como si fuese una tela de araña molesta en tu casa, o unas ropas de una victima ensangrentadas, también merece respeto, y sobretodo conocimiento.


Conoce a tu enemigo...




¿Y Kaatos? Ese mago... y aquel dia. Su poder es mayor del que jamás la encapuchada imaginó... sobretodo porque habia leido historias, en la grandiosa biblioteca de su monasterio, sobre dragones malignos que se postran ante la no vida y mueren para resurgir como seres de poder casi divino.

Gran poder...y ella en su búsqueda de llegar hasta él, y controlarlo manipularlo...con sus própias manos.

Kentara

04/01/2007 12:34:18

Donde Madre puede verla.

Largo es el camino por mares y tierras de verde, meses de viaje continuo y agotador. Nuevos horizontes aparecen continuamente.

Llegados a la ciudad del bien, ciudad de piedras... y más allá por campos y montañas, desniveles... hasta los pantanos. Seres humanoides pueblan aguas estancadas llenas de mosquitos serpientes y otras criaturas menores pero molestas, trolls que caen bajo el azote del fuego de numerosas armas.

La compañia viaja hasta un destino incierto, Puerto Calavera decía su cercano cuando decidimos emprender el viaje en Puerto Calim...


Llegan hasta paisajes deshabitados por la mano del hombre, incluso del elfo tan afín a estos sitios.

Llegan a una abertura en la impenetrable roca, llegan a lo que parece ser una cueva. Y es aquí cuando se pregunta por el nombre de Puerto Calavera, pues no hay cerca agua que no sea la de los estancados pantanos.

De una u otra forma...se adentran en la oscuridad más profunda, cuevas que a medida que recorren se vuelven más cálidas pero igual de humedas.



Donde Madre puede verme, donde Madre puede verme.



Largo es el camino recorrido y más aun parece quedar, los guias denotan incompetencia a la hora de elegir el camino y según pasa el tiempo esto se hace más patente. La encapuchada llega a la conclusión de que no es "otra cueva más".


La Infraoscuridad, La suboscuridad, El submundo, La Antipoda Oscura, donde moran enanos grises y elfos oscuros. Bastas galerias en penumbras, dominio de Madre, donde sus ojos alcanzan mi ser y hielan mi corazón.


Incompetencia, enanos grises y criaturas traidas de extraños mundos podría decirse, seres que no habria imaginado de no haberlos visto, con afiladas garras y cuerpos humanoides que recuerdan a un pájaro.
Orcos, bandas de trasgos, kobolds, basiliscos capaces de petrificar al loco que se acerca a ellos sin temerlos...


Tras varios dias de viaje, quizá semanas, el grupo se fragmenta, finalmente el riesgo supera con creces a la recompensa y la encapuchada desaparece esfumandose entre magia.


De vuelta a Puerto Calim...

Kentara

05/01/2007 04:09:33

Hoy han llegado a su mente visiones del pasado. El licor se mezclaba con los recuerdos en aquella noche dedicada a la reflexión.

Permanecia sentada en su sillón de costumbre, que ya tomaba casi como propio. Sumergida en un silencio roto por los ruidos de fondo del piso de abajo, el correr de las jarras de cerveza y como no, alguna que otra acalorada discusión de borrachos.


Porque cuando llegó se encontró con un templo que ya no existia, porque cuando llegó se encontró en una situación que para nada esperaba y supo desenvolverse. Largos años de disciplina militar, de duros entrenamientos y de meditación y autocontrol le daban la mente fria y la capacidad de reflexión que pocos otros tenían por allí.


¿Y aquellos seres? Espectros decían, venidos de ningún lado y comandados por una figura montada en un temible dragón... Umbras, los recuerdos se mezclaban con cosas vividas y no vividas, con lagunas en su mente... recordaba como se infiltró en el bastión aprovechando que muchos aventureros iban a la ayuda desesperada del que cree en la victoria aún cuando la derrota ya está escrita. Recordó como recopiló información con astucia y facilidad pues ella servía a la Madre, y la servía bien.... fueron inteligentes tratos.


Y les unía Madre, pues por lo demás nada tenían en común.
En su mente quedó bien plasmada la imagen del bastión a lo lejos, viendo como el gigante de piedra caia irremediablemente frente al poder de la oscuridad... y solo quedaban columnas de polvo.
Momentos de tristeza y derrota para todo el que la rodeaba, momentos de victoria y de gloria para ella.


¡La primera victoria! Y tan pronto...


Pero eso sólo eran recuerdos, pues no supo nada más de las temidas sin nombre...



El alcohol ahogaba su sentimiento de cansancio, lo complicado que habia llegado a ser todo. El sabor del vino se mezclaba con el sabor a derrota que la acompañaba desde el encuentro fallido con aquellos ataviados de negro y seguidos de penumbras.


Era noche de reflexión, y antes de que el gran orbe de fuego asomase por el horizonte habria olvidado todo ello y estaría como siempre en el oasis, con sus entrenamientos diarios.

Y dia tras dia... pues aunque ese mismo dia se hablaba del ataque de un dragón negro, quizá a ella le importaba poco o quizá no era el momento para interesarse.

Kentara

05/01/2007 14:16:51

Quizá no creia lo que sus ojos veian, pero la lista de objetos era tan larga como poderosos eran cada uno... y aquella túnica, impresionante.


Tras una lección de comercio, y esto es, no perder el tiempo en mostrar objetos que la gente no puede pagar, la encapuchada atravesó el oasis montada en su corcel. Al llegar a la puerta guardó su montura en el cerco y habló con una mujer...


No era la primera vez que la veia, su último encuentro fue incoherente totalmente, hasta el punto de tener que conjurar invisibilidad mayor para deshacerse de esa pesada. Parecia poseida sin duda alguna.

Pero lo que ahí le contó... entre toda la incoherencia y las locuras, algo sonaba interesante, y cualquier cosa interesante en la zona debia conocerla.
La mujer hablaba de "ellos", que venian a restaurar el equilibrio de la vida... ¿Equilibrio? ¿Quién tiene tanto poder para ello? No les dejaria, ella no les dejaria!


Las preguntas se sucedieron, intentando exprimir a la desconocida antes de que de entre sus locuras se marchase. La encapuchada le nombró el Bastión cuyos cimientos temblaron hasta caer desmoronado y la mujer comprendió y reflexionó en voz alta...venían a restaurar lo ocurrido allí, era el bastión el que mantenia el equilibrio.


"Ellos" dijo, eran enviados del dios...¿del dios de los muertos? ¿de los que mueren? algo de eso... ¿Kelemvor? y si, lo tendria en mente. Lo recordaría, quizá la locura no es tan locura.

Kentara

06/01/2007 15:17:06

Era una tarde normalmente calurosa, en el mercado se entremezclaban las voces de los mercaderes y los compradores. El gentio, el bullicio, y la arena que se levantaba al pasar de las personas.

Las mercancias se veian por todos los lugares, comerciantes extranjeros de piel clara traian metales y maderas lejanas. En otros lugares se amontonaban sacos llenos de grano, frutas, y las verdes hojas de las lechugas y otras verduras también traidas de tierras más fértiles.

Por lo general la muchedumbre iba ataviada con simples túnicas de colores apagados y turbantes, pues el implacable sol no dejaba lugar a pesadas armaduras. El color de la arena era el color de los edificios, de las piedras, piedras que no pocos aprovechaban para guarnecerse del sol, en la sombra que ofrecia la muralla. También hacian cola en el pozo, para saciar su sed a cambio del metal reinante, el oro.

La encapuchada se encontró con su socio, cruzaron fugaces palabras y la conversación se cerró con el asentir de la mujer, la cual se adelantó al salir de la ciudad.

Fuera de la juristicción de Puerto Calim, más allá del Oasis, permanecia un variopinto grupo de personajes todos ellos humanos a sus ojos, excepto un humanoide de pequeña talla, gnomo o mediano.
La encapuchada permanecia a varios metros, invisible a los ojos de los demás y supervisando la escena.

Sus kamas sangraban fuego y tenian sed, sed de sangre. Bailaban, sus kamas bailaban intranquilas, sin ver el momento de lanzarse al cuello de los presentes...pero no.

Habia un trabajo por hacer y esperó.

Su compañero, siguiendo el encargo del pequeño humanoide, comenzó el trabajo. Cuando otros quisieron intervenir la mujer hizo lo necesario para que se quedasen en su sitio sin molestar.

El trato se cumplió, ahora un desconocido permanecía en el suelo con las manos amputadas y rodeado de sangre...




( Ha tardado demasiado... demasiada gente ha visto lo que aquí ha pasado. Espero que la próxima vez de la talla. )

Kentara

06/01/2007 19:36:24

Moviendo reinas, consiguiendo peones.


Es media mañana cuando la encapuchada se encuentra en su dormitorio del segundo piso de la taberna La Novena Campana, cuando se encuentra organizando un saquito de piedras preciosas que guardaba como método de pago o tributo.


Cien esmeraldas, cien diamantes, cincuenta rubies... y así hasta llenar una caja entera en una magnifica presentación digna de reyes.


Ella bien sabe, por experiencias en lo que lleva viviendo en Puerto Calim, que para que un nombre sea conocido y respetado se necesita por lo menos gestas heroicas o una <billetera digna de heroes>.

Recoge sus cosas y sale de la taberna para dirigirse al distrito de la Fe, pasa por las calles patrulladas por guardias y regentadas por marineros, comerciantes, y ciudadanos de la ciudad -sin contar a los muchos buscavidas, rateros, estafadores, jugadores, asesinos... - para llegar a la puerta que da acceso a la zona.

El distrito está más vacio, las pisadas de los guardias se escuchan aunque no se les vea. La encapuchada camina hacia el templo, observando las filas de casas de los acomodados...esperando con cierta impaciencia, tener una pronto.

Al llegar a los escalones lleva uno de sus pies al primero y observa la grandeza de la construcción. Repara en la tablilla de la entrada y con cierto rechazo y repugnancia entra en la estancia.
El templo...hacia años que no lo pisaba, pero a su vista seguia igual, pese a ser destruido. Los mismos adornos, las mismas plantas, las paredes...la estatua... nada habia cambiado.

Se presenta al Clérigo y a su ayudante, el nombre es lo que prima, que sea conocido, que sepan quién es no más de lo necesario.
Habla cordialmente y muestra su ofrenda, la cajita de antes la cual deja sobre la mesa de piedra.


He tenido noticias de la reciente reconstrucción del templo, os traigo una ofrenda que espero os sirva. Pues estoy para servir a la ciudad.


Acto seguido, se despide y camina hacia la salida, haciendo lista de sus objetivos para ganar influencia en esa magnifica ciudad llamada Puerto Calim...



( Ahí va más de medio millón... espero que no sea en vano. )

Kentara

07/01/2007 13:44:48

En uno de sus paseos diarios por el mercado, en busca de mercancias nuevas, la encapuchada se topa de lleno con un viejo tomo del culto a Madre.
Un tomo del color del fuego, deteriorado, poco se entiende de él excepto unas palabras:


[i:f86b7b518c]Shar, la malvada hermana gemela de Selune, la dueña de la noche es perversa y retorcida, llena de odio, envidia y mal.
El templo de Shar ha permanecido oculto, alejado y próximo a la vez, más lejano y próximo de lo que pensais.

¡Cuidaros de su ira![/i:f86b7b518c]

...

( Maldita sea, ¿Qué hace esto aquí? Ha de desaparecer... )


Tras mirar otros libros, decide comprar el tomo y cuatro más únicamente por disimulo. Los guarda todos y se dirige al desierto, donde con su magia, arroja un chorro de ácido sobre todos ellos para asegurarse de que nadie tiene acceso al libro.




//Todos sabemos dónde se consigue este libro, asique onrol no habria pasado pues ese sitio ya no existe, pero aun así me permitiré la libertad de rolearlo pues encontré un tomo de shar y lo tiré a la basura para que nadie pudiese comprarlo.

Kentara

09/01/2007 21:24:33

Los tambores acompañaban su pasear durante el dia y la noche por la ciudad. Tambores, siseos, melodia de fondo que cubría Puerto Calim y todos cuantos se encontraban en ella.


El miedo surgido en los corazones de todos los habitantes seguía aún latente, aunque cubierto por un velo de desconcierto pues sólo siseos y tambores...nada más pasaba.



No tardó en tener consecuencias nefastas para la ciudad, pese a que estos sonidos se escuchaban hasta en el sótano más profundo los habitantes preferían encerrarse en sus casas, en la taberna, tras las grandes puertas de madera que ofrecían un falso sentimiento de seguridad.


También esto afectó a los mercaderes venidos de todas las tierras, que aunque seguían viniendo poco tiempo permanecían y los que se iban se iban aliviados porque los tambores dejaban de escucharse...quedaban en la lejanía.



La encapuchada, mientras intenta conseguir información, se dirige al mercado.

Un guardia la para:
-¡Eh, tú!



Tras cruzar unas palabras la mujer da media vuelta y deja su tarea para encaminarse hacia el palacio. Atraviesa sus puertas con celeridad y recorre el hall hasta llegar a aquella sala... aquella sala donde tuvo la prueba.


El capitán de la guardia le entrega su nuevo uniforme, la llave de la carcel, algunos objetos más y las normas a seguir.

( Los planes... avanzan sin aparentes problemas... pronto pronto...)

Kentara

13/01/2007 16:47:05

Varios son los largos dias que pasan, extensas guardias de férrea disciplina e importantes sumas de dinero entre una y otra.

Llegado el dia, en el camino del comercio ellos se encuentran.



Ellos es ellas, y él el oculto que espera entre las sombras. La víctima y el desierto.
Se intercambian palabras gestos y mensajes ocultos, susurros llevados por el viento de boca en boca.

Magia y finalmente sangre, el cuerpo yace boca abajo con arena en sus ojos... sin pulso sin vida, enfriandose poco a poco.
Mientras él entretiene a los que salen de la ciudad ella conjura ácido sobre su cuerpo varias veces hasta disolverlo por completo.



Un hombre sólo y nada más, andrajoso vagabundo del desierto caminante de caminos que avanza paso por paso y se hace llamar El Siervo.

Apartaos, fuera de mi camino. Decía.

Eso y nada más, no se paraba por nada tan solo...caminaba, le siguieron durante dias adentrandose en las llanuras de Thezyr, por el camino del comercio hasta Tirodarco. Más allá de las casas una...una en la que entró y que no pudieron abrir, una magica quizá.

La misma puerta se abrió horas después, y de ella salió él.

Le siguieron...le siguieron durante dias de nuevo, le vieron como arrancaba el brazo de un cadaver y cómo devoraba su carne, le vieron.. le siguieron hasta una cueva donde todo acabó.

Kentara

14/01/2007 03:31:09

A principios de la mañana la encapuchada comenzaba su guardia, y la comenzaba en el distrito del mercado, a las puertas de la ciudad.


Parecía todo tranquilo, había poca gente y los mercaderes como cada dia se esmeraban en vender sus mercancias.


¡Guardias! - Nathel, el mercader arcano, gritaba con fuerza mientras un encapuchado se sobresaltaba frente a él.

Lo que a partir de ahí aconteció se resolvió rápidamente. El hombre desconocido se esmeró en sacar un pergamino, seguramente de teleportación, pero con las prisas no pudo leerlo y el arcano de gran poder conjuró una segunda piel que impedía al hombre usar el pergamino.

Este comprendió y desenfundó un par de armas con asombrosa rapidez, igualmente de asombrosa fue la velocidad de sus armas que hirieron al mago sin que el casi se percatase. Justo en ese momento...emprendió la huida.


Los guardias le perseguian, la encapuchada se limitaba a esbozar una sonrisa de pura maldad. Sus brazos comenzaron a moverse y una mano conjurada salió disparada contra el delincuente que huia, apresandolo y derribandolo contra el arenoso suelo.

Acto seguido la encapuchada y varios guardias se acercaron, aunque sólo fue un guardia y ella los que intervinieron, dejando al hombre inconsciente bajo el calor del orbe de fuego.


La mujer retiró su capucha y sintió una sensación de satisfacción al ver la marca de esclavo de la ciudad de Puerto Calim.

Los guardias recogieron su cuerpo y lo llevaron dentro de la ciudad, donde los mercaderes comentaban sobre él:
Era un peligroso esclavo fugado, llamado Nail.



Allí mismo la mujer decidió acabar con su vida, desenfundando un kama llameante que le atravesó el pecho, y llegó hasta el corazón.

Llevaros el cuerpo, y limpiad esta sangre...






//MP a Nail

Kentara

15/01/2007 19:36:57

Un guardia llegaba a lo lejos, hasta la posición de la encapuchada en el mercado. Se hablaba de un ataque en pleno distrito de la Fe.
La mujer corrió rápidamente con sus dos guardias, desenfundó sus armas justo al pasar por los inmensos portones que separaban el distrito de Palacio con el de la Fe.

Al llegar al distrito, habia un gran revuelo de gente y un soldado se acercó a ella:

-Hemos sido atacados por dos mujeres que salian del Palacio de los Murabis... una consiguió escapar la otra...

Ella entendió y siguió al soldado, tras unos cuantos metros y dos esquinas se encontró su cuerpo en el suelo y lo reconoció. No por su nombre, sólo por sus ropas sus rasgos, su físico.

-Creo que no es la primera vez que está aquí, pero será la última. Decía mientras observaba el Palacio.


Llevado el cuerpo a prisión, ella despertó, comenzó un largo interrogatorio. Lluvias de golpes, patadas, puñetazos, sus mofas crecían y la mujer montaba en cólera...nadie le tomaba el pelo.

Primero fueron las manos, se las cortó sin darle importancia al asunto, al ver que no hablaba llevó sus manos a la cara de la chica y presionó con fuerza sus ojos, poco a poco pero sin vacilar... los ojos estallaron llenando la sala de dolor y gritos.

El interrogatorio prosiguió, sin conseguir nada, varios de sus dientes saltaron con el golpe del mango de la kama de la encapuchada. En el suelo...alrededor de la chica, sólo habia sangre, ya no se veia la piedra.


Finalmente, sin mucho más que amputar, y con poca paciencia, fue llevada ante el Pashá por su grave delito, con su boca insolente sentenció su final: Pena de muerte.

El camino fue solemne, la encapuchada estaba aburrida de la situación. Una vez en la celda puso el cuello de la chica bajo la afilada hoja y se tomó la libertad de cortarle la lengua y ver su agonia durante unos segundos...para finalmente accionar el mecanismo que separaría su cabeza del cuerpo.

Cuerpo que sería cortado en trozos y llevado al carnicero para repartir su carne entre los pobres, por orden del Pashá.


LA JUSTICIA EN PUERTO CALIM ES INELUDIBLE.



// MP a Penelope.

Kentara

15/01/2007 22:54:48

La encapuchada galopaba en la noche, viajando entre la oscuridad. No daba tiempo ni a la hierba ni a los arbustos doblarse con su pasar, los animales no la advertían hasta que estaba ya muy lejos, el sonido estaba mudo ante su presencia y su velocidad.

Recorría con fiereza el camino del comercio, como el guerrero que está a las puertas de una batalla. Sus ojos estaban puestos en todo lo que alcanzaba a ver con su vista en la oscuridad.


Tras jornadas de viaje únicamente en la noche, divisó una guarnición en Gilian, no eran excesivos hombres... o humanoides, pues habia hombres y orcos mezclados por igual... pero era suficiente como para acabar su exploración y volver al campamento a informar a Corwin.


Siempre con celeridad.

Kentara

21/01/2007 18:17:56

Una carta partía de la siempre ajetreada ciudad de Puerto Calim. Recorriría toda la costa en dirección norte, llevada por uno de los mensajeros de mayor confianza y de los más disputados de la ciudad.
Montaba un corcel gris que esta vez recorriría el mayor viaje de su vida, pero eso ni a él ni a la encapuchada les preocupaba, el dinero era suficiente reclamo.



Llevarás esta carta sellada a su destino, con la mayor celeridad posible. Se te pagará un tercio ahora y el resto a la vuelta, espero que traigas una contestasción...




El mensajero asentía.



[i:87e2eb6834]Te daré lo suficiente para que hagas parte del viaje en barco, para la comida y la estancia... si necesitas más te lo darán cuando entregues la carta. A la vuelta te esperan cincuenta mil monedas de oro, ni una más ni una menos...pero si tu regreso es pronto tendrás una bonificación.


La carta está bien segura y envuelta, sellada, no la abras y que esté en perfecto estado a su llegada... Te acompañará mi familiar.[/i:87e2eb6834]

Kentara

25/01/2007 19:34:11

[i:feefc1e2ec]Como un demonio de la antiguedad
llenar este asqueroso mundo
de odio y desesperación
que mejor manera de acabar mis dias
¿que viendo como sufren mis hermanos?
mis hermanos de sangre inocente...
mis hermanos llenos de amor...
mis hermanos con alma,con corazón...
asesinados por mis manos
ardiendo por obra del fuego purificador.




( ... )


Tenebrosa es la visión
inocente tal derramamiento de sangre.
Y emerge una figura del agua que de rojo teñida está
que se alza paso a paso por la escalinata da piedra hasta
la propia empapar del líquido de vida.

Lleva suavemente su mano y bajo una sonrisa limpia la sangre
que en sus labios aún está, y al instante desaparece
bajo la oscura noche... sólo queda de esto
sangre seca, sangre seca.
Testimonio para el horror que al dia siguiente algún ciudadano de Puerto Calim descubrirá.[/i:feefc1e2ec]

Kentara

25/07/2009 05:34:25

El tacto es frío y doloroso, cientos de voces gritan en su cabeza de horror y desesperación. La hoja de la espada hace presión y comienza a entrar en su cuerpo, varias costillas se interponen en su camino y son quebradas.La mirada negra de la mujer se apaga, de rodillas sus pulmones respiran por última vez, el hálito de vida se le escapa.


Frente a ella orgullosa paladina de Selûne, su sonrisa delata la victoria, sus manos aún se aferran con fuerza a su arma. Pronto comprende que todo tiene un precio cuando la corrupta hunde la espada en su propio cuerpo hasta llegar a su castigadora, acarícia sus manos y le dedíca una última sonrisa.

-Tú con Selûne, yo con Shar, hoy ambas nos reunimos con nuestras respectivas madres.

Al instante lenguas de fuego negras nacen de la piel de la vencida, se va de este mundo arrastrando parte del poder de la hermana indigna se va de este mundo cumpliendo la voluntad de la Dama de la Pérdida.




//He estado rememorando viejos tiempos y he querido darle el final que me hubiese gustado para Unia, largos años sirviendo a su diosa y combatiendo a Selûne hasta el dia que llega una batalla que no se puede vencer -porque siempre habrá batallas que nadie nunca pueda vencer- y se reuna con su diosa.