Nefutari

17/01/2007 12:25:35

Nacido fuera de las fronteras de Faerun, de familia algo adinerada pero sin una colocacion social importante. Su Bisabuelo era Fausto II, famoso mago con familia y en la que su mujer murió en extrañas cirscunstancias, dejando dos hijos en el mundo.
A los muchos años del incidente compró una casa en las lejanias de la montaña y comenzó los estudios de la Nigromancia. Nadie se acercaba, pues cerca había un supuesto cementerio maldito. Desde entonces a la familia Sincler se la conoce por una familia a la que la muerte le sigue, no por Fausto II, que nunca fue desvelado su secreto, sino por las muertes de familiares que ocurrieron en las generaciones posteriores.
Uno de los hijos murió a los siete años, y el segundo creció con una de las hermanas de Fausto II, fuera de la casa de la montaña. El niño creció, se casó y tuvieron trillizos, unos de los cuales nació muerto, y de los otros dos, un niño y una niña, solo uno creció y se hizo mayor como para casarse, el otro murió tambien a una edad temprana.
La madre de Nephist tuvo que aguantar las miradas de los aldeanos, temerosas de su ya conocida maldición, y recelosa de la herencia dejada por Fausto II. Niara Sincler se hizo llamar en el pueblo al que se mudó, lejano y fuera del peligro de esas miradas.

Alli conocio a Loethior Hidalgo, un hombre humilde que se ganaba la vida como peletero. Tuvieron una bonita relación en la que contrayeron matrimonio. Y al tiempo ella hizo un viaje a la vieja casa de Fausto II a la llegada de una extraña carta que recibió en mano por parte de un desconocido. Allí encontró lo que se deberia de llamar abuelo, un ser encarnado en huesos, un terrible edor hemanante de él que infectaba a toda la casa, y la inebitable perdida de consciencia de la mujer. A los dos dias de estar alli insconciente despertó con toses y vomitos, pero soportaba el olor de la casa a costa de toses graves hasta el punto de hacerle heridas en la garganta. Fausto II, su abuelo, le dejó una nota escrita en la que “le pedia disculpas por su aspecto”, el queria ver a su nieta aunque fuese una sola vez, y que “le quedase grabada la imagen de lo que es su abuelo, pues seguira siendo asi durate la eternidad, que quizas ella rompa la maldicion”, pues él ya comenzo a creersela despues de todo lo vivido en su familia.
Despues de eso y de incesantes dias ojeando la casa entre vomitos, trozos de carne putrefacta y demas aberraciones, descubrió el secreto del abuelo, el de ser un nigromante.

El trastorno que tenia cuando regresó a la casa con su marido apenas fue reconocido por él, pero en el interior de ella algo habia cambiado drasticamente. A los pocas semanas ella se quedo en estado y despues de muchos meses de tristezas para ambos, pues el trastorno empezaba a brotar, el bebe nació. De nombre Nephist, por su abuelo, Hidalgo, por el padre, Sincler, por la madre, y III, por ser la tercera generacion de la maldicion, la que acabaria con ella. El niño crecia fuerte como el padre, y la mejoria de la madre era perceptible para el sufrido padre.
La familia ya vivia feliz aunque dentro de la madre todavia se albergaba ese miedo, ese dolor, el cual plasmo en un diario desde el nacimiento del bebe. Pero que desdicha la del joven Nephist, creció sano y fuerte, y aprendió a ser duro como el roble en las calles de ese pueblo, que a la edad de dieciseis años ambos padres murieron dejandolo solo.
Fue el lugar equivocado y el momento inoportuno donde sus padres mientras caminaban a casa vieron a dos personas que arremetian con una hasta matarla en un oscuro callejon, acto seguido...fueron ellos dos los siguientes en visitar el lugar donde su bisabuelo nunca ira.

El joven heredó la casa y el dinero que aun quedaba del bisabuelo, al que en muy pocas ocasiones escucho hablar a su madre. Su trsiteza era tal, que no salio de casa en muchos meses. Pero no eran suficientes las desdichas ya ocurridas, que esta ultima hizo que su madre, sin él saberlo, se revolviese en su tumba.
El muchacho en sus largos dias de lloros a la perdida de sus padres, dió con una caja, escondida en lo profundo de uno de los armarios. Intentó buscar la llave que no encontró, y a golpes con herramientas de su padre sacó un pequeño cuaderno. Diario llevaba escrito encima a mano con letra de su madre.
Entre llantos que iban y venian por momentos, llego el momento del silencio eterno.
El niño leia sin parar...pagina tras pagina, los horrores que le venian a la cabeza a su madre mientras escribia esas lineas. La silueta de su bisabuelo putrefacto, el olor que él desprendia y la casa, que estaban tan bien plasmados que la repugnancia alcanzo al joven, los macabros relieves de trozos de cuerpos por los sotanos, y el gran secreto que el bisabuelo albergaba. La nigromancia, la vida eterna y el control de los muertos.
A parte del sentimiento nauseabundo que el niño presenciaba en su interior, un pequeño rayo de luz nacia dentro de él, un rayo que se reflejaba con la ultima de sus lagrimas cayendo sobre la ultima pagina del diario. Traer a sus padres a este mundo otra vez. Le daba igual el precio a pagar, y desde sus dieciseis años hasta ahora, ese sentimiento ha crecido tanto que es lo ultimo antes de dormitar, y lo primero que quiere al despertar.

Vivió hasta los dieciocho años de aquí para allá, solo con esa idea, pero sabia que el bisabuelo era conocido como gran mago, asi que antes de llegar a controlar la muerte debia de hacerse aun mas sabio, aprender el arte de la magia, pero otra traba nacia en su nuevo camino. Por más que leia y por más que practicaba el pobre no tenia lo necesario para ser un mago, pero como obra del destino piadoso a los ojos del joven, y como semilla del mal ansiosa de despertar para los ojos de su madre yacida, Nephist comenzó...a saber hacer magia, pero no como mago...la verdad el no los sabia, no los recordaba, parecia que salian de dentro de él.
Se dijo a si mismo, que explotaria ese potencial innato hasta acercarse al bisabuelo, y acto seguido comenzar en los estudios de la nigromancia. Agradeció los genes otorgados por Fausto II, dandole no sabiduria para la magia...sino que la magia la llevase dentro.
Viajó largo y extenso, a traves de mares, vendio la casa y se gastó lo que le quedaba de herencia, hasta que llego a puerto Calim con la esperanza de encontrar tambien a su bisabuelo y le enseñe los metodos.
“Por fin sere mas eterno que el sol, y asi traerlos de nuevo a mi”