Yurian

03/05/2005 21:10:37

Mi nacimiento fue como el de cualquier otro plebeyo de la infraoscuridad, con miras a ser usado, vendido o sacrificado. Pero no fue asi. Era un niño depierto y diestro, escondiendome y huyendome cuando comenzaban las "cacerias deportivas" de los nobles y miembros de la academia consegui sobrevivir al dia a dia, rebuscando comida de entre la basura o robandola. Un dia encontré en el cuerpo de un guardia muerto un par de cimitarras, que eran demasiado grandes para mi, pero pese a todo fui capaz de utilizarlas. Mi empleo de ellas era un poco rustico y lo poco que sabia lo fui aprendiendo viendo como actuaban algunos guardias.

Asi pasó el tiempo y me hice respetar, todo lo que se puede respetar en Menzoberranzan, en los bajos barrios de Menzoberranzan. Fui haciendo pequeños trabajitos de proteccion para comerciantes, y cosas asi. Un dia hoy el rumor de que algunas de las casas de Menzoberranzan estaban reclutando personal entre la plebe. Decidi acercarme a la casa Oblodra, una de las que estaban reclutando miembros, y solicitar mi admision.

Supere sus pruebas sin demasiadas complicaciones y recibi una recomendacion para ingresar en Melee-Magthere, la academia de guerreros de Menzoberranzan. Alli perfeccione mi técnica y cuando estuve listo realicé la prueba de ingreso. No era como me esperaba, tuve que matar a otros como yo para sobrevivir, ellos me atacaban nada mas verme, sin dudarlo, y tuve que matar para no acabar muerto. Pese a todo consegui evitar a algunos y superar la prueba.

Una vez nombrado guardia de Menzoberranzan, y tras realizar alguna patrulla con Dantrag Baenre, maestro principal de la academia, regresé a la casa Oblodra presentando la prueba de mi admision en la academia de guerreros y la matrona me encargó un ultimo trabajo para demostrar mi valia: destruir una de las casas menores. Intente que mi respuesta sonara convincente pero las dudas corroian mi cabeza. Una vez en la calle pensé en que hacer... pero no tenía mas remedio, si quería sobrevivir en Menzoberranzan tenía que formar parte de una casa noble.

No tenía eleccion asi que encaminé mis pasos hacia la casa Vandree y realice con sumo exito mi mision. De esta forma mi admisión en los Oblodra habia sido realizada con exito.

Tras esto los dias se hicieron semanas, y las semanasa meses. En todo este tiempo me dedicaba a eliminar asentamientos trasgos en los alrededores de la ciudad, y patrullar los tuneles de mas alla, en busca de posibles amenazas.

Un dia en la guardia fuimos atacados por unos basiliscos y tuve que huir para no acabar convertido en piedra. Mi huida me llevó a tuneles que jamas había conocido y así acabé llegando a la superficie. El cielo brillaba con mis luces tan bellas como la de Narbondel, gobernadas por una mayor, que daba una iluminacion palida sobre el suelo.

Ante mi se abría el mayor abanico de colores que jamas habia contemplado, embobado por el colorido de las flores y los arboles, transcurrió el tiempo. De repente un animal, bello como jamas habia visto, imbuido en una palida luz blanca que emanaba de sus crines, cuya cabeza estaba coronado de un cuerno que ante mis ojos cambió a la figura de una bellisima mujer humana que vestía un traje de cuero verde. Impresionado me arrodillé en el suelo y sin poder separ la vista de el conseguí balbucear: "¿Quien.. quien... sois?". "Mielikki es mi nombre, y soy la protectora de esta belleza que tanto admiras.... y anhelas, y vengo a ofrecerte mi mano, que aunque no tomes ahora tomaras en un futuro." Diciendo esto desapareció entre la espesura del bosque y yo sentí un enorme vacio en el corazon, una unica lagrima rodó por mi mejilla reflejando la luz de la luna.

Una voz me sacó de mi pozo de tristeza y rapidamente limpie mi mejilla. "Vamos, debemos dar informe a la matrona, recibirás un castigo ejemplar si se entera de que has estado aquí, aunque si me pagas bien no tiene por que enterarse". Temeroso de la ira de la matrona y a sabiendas de la habilidad de los Oblodra para leer la mente decidí pagar lo acordado.

Pasado algun tiempo y con mi corazon anhelante por volver a maravillarme ante aquella belleza, emprendí marcha hacia la salida a la superficie que encontré. Sorteando los peligros y las patrullas drow conseguí llegar hasta la superficie. pero cuando abandone a la cueve una intensa luz me cegó, caí al suelo, cubriendome los ojos. Con los ojos tapando la luz directa del sol pude contemplar un poco lo que vi la vez anterior, y bajo aquella luz era aun mas bello, aunque yo lo veia borroso, la gama de color era aun mayor, y el bosque parecia cantar dandome la bienvenida, sus hojas silbaban al arruyo del viento, y los pajaros cantaban alegres.

Con todo decidí encaminarme a alguna ciudad cercana y buscar una solucion a mi ceguera. De esta forma, y partiendo en barco desde Aguas Profundas llegué a Calimport, donde un elfo me dijo que podría encontrar remedio a mi ceguera. Pero lo unico que encontré fueron prejuicios y amenazas. La guardia de la ciudad me tomó presa por el unico hecho de ser Drow y fui llevado a las celdas del Castillo a la espera de juicio. Yo no puse resistencia, defendiendo mi inocencia en todo momento. Así encontré un amigo, John Stuck, y dos Paladines que abogaban por la presuncion de mi Inocencia frente al resto de la ciudad, estos eran Shuna y Azarian.

El juicio fue muy dificil, ya que yo era tratado como un animal rabioso al que se debia sacrificar sin miramientos por el bien del pueblo de Calimport. Cuando inicié mi defensa propuse la idea de que se me lanzase un conjuro de verdad para demostrar mi buena fe, y así fue. Tras el interrogatorio en el que respondí que no habia matado a nadie ni tenia intencion de hacerlo asi como que no era seguidor de Lloth, sino de Mielikki desde el incidente de mi llegada a la superficie pensé que mi inocencia era ya clara, pero se puso en duda la efectividad del conjuro por unos instantes hasta que se hizo evidente que eso no era posible. Tras duras deliberaciones el juzgado decidió condenarme a destierro bajo pena de muerte y a una multa economica.

Tras eso me ubiqué en la ciudad de Vado de la Daga, cercana al templo de mi Diosa. Y ahora he decidido crear bajo su tutelaje una agrupacion para la defensa de la ciudad y de los bosques colindantes. Esta agrupacion recibirá el nombre de Guardia Unicornio, y estoy procediendo acualmente a su reclutaje.

Yurian.