ViudaNegra

30/10/2008 11:39:52

[size=18:2cfbf60e59][color=violet:2cfbf60e59]
[u:2cfbf60e59]Capitulo I: La huida



"Cuando una casa es atacada, esta es la ultima de la ciudad que lo sabrá"

Aquella frase, fue dicha por su propia matrona en su infancia, un dia antes de que su gloriosa casa ascendiera un puesto mas en la sociedad y ahora resonaba en su mente tan alto que ya no oia con tanta claridad la voz de su diosa, cuando sus plegarias y conjuros surgian con facilidad, un canto de gloria y promesa, destruccion y muerte.

- "Señora..." su madre la espera en el salon del trono.
[/i:2cfbf60e59]
Ynafae asintio imperceptiblemente, ya sabia para que la hacian llamar, todos en la casa estaban bastante nerviosos por los rumores que habian escuchado los ultimos dias.
Entonces en ese mismo instante la camara de la iglesia retumbo, pero solo era el eco de la explosion que habia tenido lugar en una de las bovedas de la casa.

- ¡La camara del trono! ¡han atacado a las sacerdotisas! - gritaron los soldados que entraron a tropel por la puerta del templo, sin llamar lo que hubiera supuesto un importante desacato en otras circustancias.
A la sacerdotisa ynafae le llevo unos segundos recapacitar, tras esto se dirigio al capitan de la patrulla.

- Llevadme con Waynt es urgente que de con el, ahora. - Espeto Ynafae a su capitan.

- ¿Pero y la madre matrona?¿Y tu hermana? nos necesitan arriba señora - dijo el capitan que pretendia desobedecer la orden de la segunda hija.

- Seguramente ya esten muertas y si no poco les falta, hace mucho tiempo que se condenaron ellas solas. Ahora mas te vale varon que me lleves a los aposentos de Waynt o creeme que no llegaras para ver el destino de mi madre y mi hermana. - El capitan obedecio y impartio las ordenes a su grupo, que asintieron sorprendidos aunque sin rechistar.



Bastantes metros por encima y unos segundos antes, un grito del mas puro terror inundo la sala, a todos los presentes se le helo la piel al ver caer al suelo a su matrona sin que hubiera ningun atacante visible.
Su hija la primera de la casa tambien recibio un ataque similar, sin embargo pudo articular una palabra un instante antes de caer al suelo entre espasmos como su madre.

- ¡¡Ilicidos!! - Chillaba la sacerdotisas, un instante despues se mordia su propia lengua mientras libraba una batalla mental.

- Esos malditos perros han traido ilicidos a nuestra casa, traedme los Yelmos que creo Waynt! ¡ya mismo! - Dijo el maestro de armas de la casa mientras mandaba y ordenaba las tropas un guardia entro alarmado preso del terror.

- ¡Duergars! ¡nuestros invasores son sucios duergars! - Su piel estaba chamuscada, debido a las implosiones que causaban los artefactos de esos enanos.

- Duergars y ilicidos, por las ocho patas de Lloth, ¿que nos ataca toda la inmundicia de la ciudad?

Tras el resonaron los muros este y noroeste, que cayeron a plomo debido a las explosiones. Un grupo de kobolds entraba rapidamente por estos activando las numerosas trampas del recinto.

El maestro de armas sintió desfallecer, entonces una mano fuerte y rigida se puso en su hombro y lo obligo a girarse, al hacerlo se encontro con la cara de la matrona.

- La tercera casa está detras de esto, ordena las defensas capitan y trae a mi ahora primera hija - Dijo mientras dio un fugaz vistazo a su otra hija, muerta por el ataque mental


-¡tambien trae al archimago a todos!



................

La patrulla avanzo sigilosa por el caos que se habia originado en la casa, por propia proteccion la hija se puso una enorme manta sobre ella cubriendo sus facciones y simbolos de sacerdotisa.
No pudo evitar asombrarse por la destruccion que habian causado sus agresores, los artefactos duergars estaban quemando la propia adamantita con la que habian revestido los cerramientos de la torre principal, aun asi algo la decia que su madre estaba viva aunque no por mucho tiempo.

No dedico mucho tiempo mas a su madre, y tras ordenar sus pensamientos se interno en la escalinata circular que daba a los aposentos del archimago Waynt.

Dos asesinos drow avanzaban la camarilla, el capitan estaba en segunda fila escoltando a la sacerdotisa y en retaguardia un ballestero drow.
Dos delgadas formas aparecieron en el punto muerto de vision del primer drow y lo acuchillaron sin mas ruido que el de su propia sangre al caer.

- ¡En la retaguardia, ¡dos guerreros y vigilar las alturas debe haber algun ballestero! - El capitan desenfundo una magnifica espada de adamantita y acompañado de otro soldado cargo contra los asesinos drow.
La sacerdotisa sin embargo vigilaba las alturas, en busca del drow escondido. Tenia que tranquilizarse, solo asi escucharia con mas claridad la voz de su señora.
Con suma tranquilidad cargo la ballesta bajo la enorme manta que lo servia tanto de proteccion como de falso disfraz, quizas esto hizo que el primer dardo fuera directo a su acompañante drow y no a ella.

Pero ella no necesitaba mas, era una experta ballestera, guio su fe, la voz que siempre la acompañaba donde parecia que habia escuchado el disparo y apreto el gatillo, el virote salio despedido y se perdio en las sombras.

Una sonrisa siniestra aparecio en la sacerdotisa cuando no oyo el tipico ruido de un virote clavandose en la piedra. Aunque su alegria no duro demasiado, observo a los guerreros drows que peleaban codo con codo, sin embargo sus soldados parecian en apuros, uno estaba herido y si acababan con el no tardarian demasiado en matar a su capitan.
Aunque no la preocupaba, solo necesitaba tiempo y se lo habian dado.

-ve delante, por la escalinata mas alla nos espera Waynt.

El soldado no pudo mas que sorprenderse una vez mas por la belleza de la hembra, aun asi sabia del peligro que era enfadarla asi que acepto sin ninguna protesta.


.................


- ¡Los portales no funcionan! - grito la matrona, desquiciada- ¡como es posible que no funcione ningun portal en una ciudad que esta llena de ellos! - la furia de la matrona se cebo con el hombre que habia mandado el mensaje, pocos segundos despues su cuerpo no era mas que un amasijo de carne hecho pedazos por las vivoras del latigo.

- Estamos condenados matrona - Dijo severamente el varon maestro de armas, lo que provoco un chillido de furia en ella, el drow temio que fuera el siguiente en sentir su ira.

- Estas condenada matrona Juy'tae - Dijo una voz a sus espaldas, una mujer de pequeño tamaño pero de amplios musculos.
- Fior'Ha, sucia asquerosa imagine que eras tu, desde el dia en que tu madre te dio a luz, supe que serias tu. - Dijo entrecerrando los ojos.
-[i:2cfbf60e59] Es el ciclo de la vida Juy'tae, has vivido mucho tiempo demasiado. Lloth queria un cambio y tu no se lo diste.
- Has traido sucios azotamentes y duergars a mi casa[/i:2cfbf60e59] - Espeto enfurecida la drow.
- [i:2cfbf60e59]Es cierto y espero que tengas las arcas llenas pues me costara mucho pagarles sus servicios.
- ¡Herejia![/i:2cfbf60e59] - Chillo la sacerdotisa, pero su grito se sofoco cuando una espada larga le atraveso el vientre. Al otro lado del arma el maestro de armas la observaba con una expresion que reflejaba el odio que sentia hacia ella.

La matrona Fior'Ha carcajeó y desvio la vista hacia el antiguo patron de la casa.

- Deberia matarte por haberme quitado el privilegio, varon. - El varon no hizo mas que agarrar con fuerza sus armas, si la sacerdotisa decidia atacarlo moriria luchando, al menos seria una muerte mucho mas rapida.
- Ultimamente ando escasa de varones guerreros y a ti se te ve capaz de desempeñar esa funcion, sin embargo no podria quitarle el puesto a mi querido maestro de armas, solo puedo ofrecerte un puesto de capitan. ¿Que dices varon? tu vida o el puesto - Dijo con sorna la matrona.
- Sera un placer servirla matrona, la servire con mi vida si es necesario - dijo con una amplia reverencia, mientras guardaba sus armas.

La otra matrona lo observo con una media sonrisa y hizo un gesto a una criatura con una cabeza de tamaño gigantesco, que aparecio en la espalda del varon, este chillo cuando los tentaculos se posaron en su cabeza.

- Por supuesto que lo haras, pero por ahora solo te necesito para saber un poco mas de las defensas de la casa y donde habeis escondido al resto de los nobles. Por ahora, tu destino esta en mis manos.

Tras esto los dejo solos en la sala.

.............................


- Señora creo que el Archimago ha huido - dijo sin alzar la voz, temeroso que cualquier extraña criatura se lanzara sobre el.
- [i:2cfbf60e59]No lo creo, ves esa estanteria varon. Apartala hacia un lado alli esta nuestro destino.
[/i:2cfbf60e59]
El joven lo hizo sin dudarlo, tras la estanteria pudo ver una puerta con un cerrojo y algunos grabados.

- Una cerradura - dijo mientras tragaba saliva, el guerrero sabia perfectamente que los magos protegian bien las entradas de sus escondites y temia que la sacerdotisa lo usara para activar la trampa.
-Abre, ahora ya no hay ningun encantamiento.
El joven asintio y abrio la puerta, entonces sintio un fuerte pinchazo que lo hizo tambalearse. Mareado observo el cerrojo donde salio una araña de color oscuro.
- Has servido bien varon, ahora descansa ya no me sirves de mas - dijo la borrosa mujer, que entraba en el tunel, el drow sintio que las piernas le fallaban y caia lentamente en el suelo. Lo ultimo que vio fueron los numerosos ojos de la araña delante de el, la criatura se lanzo fieramente a sus ojos arrancandoselos con sus pequeñas y peludas patas.

Ynafae no se desconcentro por los ruidos del varon al ser devorado, las plegarias de la diosa la proporcionaron la defensa que necesitaba para cruzar la sala.


- Una vez mas me sorprendes querida - Dijo el drow con forma de estatua, a la espalda de Ynafae y empuñando un puñal. Sin embargo el mago no termino hundiendolo en su desprotegida nuca sino que la rodeo con sus amplios brazos en un calido abrazo.
- Sin embargo estamos aqui, atrapados y solos Waynt - dijo mientras se giraba y encontraba sus labios con los del mago.
- Un futuro bastante prometedor ¿no crees? - dijo con una sonrisa divertida.
- ¿Has preparado el conjuro? - Dijo seria, no estaba para juegos.
- ¿Lo dudabas? me ha llevado su tiempo, no entiendo porque querias justo esa forma para escapar de la ciudad. Por cierto tu madre y tu hermana han muerto y la casa esta apunto de ser destruida.
- Lo se, era un destino que se labro mi madre hace mucho tiempo, incapaz de anticiparse a sus enemigas, estoy preparada haz tu encantamiento - El mago no protesto y empezo a mover las manos trazandos amplios circulos en direccion a Ynafae.

La mujer se retorcio de dolor, de su tersa y fina piel aparecio pelo, corto y fino pelo de color oscuro. Sus brazos se alargaron y aparecieron dos mas de sus costillas y otras dos piernas de sus caderas.
Los ojos se alargaron y las pupilas rojas ocuparon todo el hueco mientras dos largas pinzas salian de su boca.
La transformacion habia sido horible y dolorosa, los restos de su ropa y de lo que habia sido quedo en el viejo despacho del mago.

- Estas horrible querida - Dijo con una mueca, la monstruosa araña no contesto, solo movio las pinzas y se dirigio al centro de la sala donde habia un portal.
- El portal es solo de salida, terminare los preparativos para cerrarlo cuando cruce yo.Una vez fuera seremos libres y viajaremos juntos, descubriremos nuevos y olvidados secretos y poderes. Tu conmigo como mi preciosa y bella mujer. - continuo hablando el mago y termino los preparativos del portal y mando a la araña-Ynafae que lo cruzara, cuando ella lo hizo entro el cerrandose a su paso.



Al otro lado del portal, cientos de kilometros de la ciudad de los portales aparecieron el mago y la araña drow.
- Lo siento se que el viaje no ha sido todo lo tranquilo que deseaba, pero esos hechiceros azotamentes se ocuparon bien de cerrar las salidas de la casa y no fue facil evitarlas. - Dijo mientras recogia las cosas que se le habian caido al suelo.

La araña se acerco por detras del mago, sigilosamente hacia su presa y hundio una de sus patas en la espalda del mago, perforando su pulmon.

[color=violet:2cfbf60e59][i:2cfbf60e59]
(Asi no podras conjurar)[/i:2cfbf60e59][/color:2cfbf60e59]


Las otras patas se encargaron de rodearlo en un enjambre de hilos tan duros como el acero.
[color=violet:2cfbf60e59]
(y asi no podras usar tus preciadas varitas)

El mago observaba a la araña, presa del panico, ¿en que momento fallo en el conjuro? ¿acaso la mujer que queria habia perdido su consciencia en la transformacion? entonces miro a la araña y supo que no era cierto, el conjuro habia funcionado y casi pudo ver la sensual sonrisa de su amante.
Un instante despues las pinzas que le rodeaban seccionaron su cabeza que cayo en las finas redes que tejio su amante.

[color=violet:2cfbf60e59][i:2cfbf60e59](Lo siento Waynt, pero alli a donde voy no puedo tener compañia y tampoco permitiria que acabara sirviendote a ti. Alli donde voy esta forma es la perfecta.


Menzoberranzan.....)[/i:2cfbf60e59][/color:2cfbf60e59]


El nombre de la ciudad desperto grandes ambiciones y promesas en la araña, al igual que futuros peligros.

ViudaNegra

30/10/2008 14:06:03

[color=violet:5407dbebde][size=18:5407dbebde]Capitulo II: Camina hacia su destino


En la antipoda oscura, solo sobreviven los depredadores mas fuertes. No, los mas fuertes no, los mas inteligentes.

La araña recorria los angostos tuneles con el sigilo que la caracterizaba, llevaba tantos meses recorriendolos que habia perdido la cuenta, ultimamente y para su preocupacion habia olvidado demasiadas cosas de su pasado y temia que la voluntad de su forma araña superara a la propia.

No, eso nunca pasaría, no cedería ni mostraria ninguna debilidad el camino esta lleno de enemigos a los que superar y no todos tienen aspecto fisico, algunos se ocultan en lo mas recondito de tu propio ser.

Sus aguzados sentidos percibieron un leve temblor en las paredes de la antipoda, seguramente a casi un kilometro de distancia.
Por la presion y el intervalo de tiempo entre cada uno se dijo que no podian ser drows ni posiblemente algun depredador de los tuneles.
Las opciones de la araña se redujeron a dos pequeñas criaturas, svirguenfins o duergars.


El grupo de mineros svirguenfins acompañados de su capataz, trabajaban las vetas de mineral insaciablemente, buscando alguna gema de valor entre aquella maraña de piedras o quizas algo de adamantita.
- ¡Mirad aqui! - grito el gnomo de las profundidades cuando abrio un agujero en la roca y percibio el brillo inconfundible de las gemas.
El grupo de gnomos escarbaron con las manos y fueron sacando las gemas y metiendolas en sus carretas, a toda velocidad.

El capataz se le escapo una sonrisa mientras miraba a los jovenes mineros, dos armas colgaban de su cinto presumiblemente algun tipo de espadas cortas tambien poseia algunos pergaminos con poderosas invocaciones pero que solo usaria en el peor de los casos (una patrulla drow).

El depredador se acerco a su presa, que esta vez eran cinco mineros svirguenfins, tan sutil como la propia muerte se acerco reptando por el techo a la que ya habia decidido como su primera presa, un gnomo que se habia separado del grupo para coger una pala de mayor tamaño.
La araña cayo verticalmente a su espalda, a pocos centimetros solo entonces, cuando ya estaba condenado el gnomo percibio la extraña sensacion del peligro cuando la muerte se te hecha encima. La pata del aracnido se hundio en su nuca y urgo en las profundidades de su cabeza, matandolo al instante, tan rapido que su cuerpo quedo de pie con los ojos bien abiertos como si aun siguiera vivo.

La araña enrollo su cuello que estaba partido con el fin de mantenerlo unido el tiempo que necesitaba y volvio al techo, unio las finas ebras de telaraña que salian de sus patas con los hombros y manos del gnomo y se acerco al otro grupo arrastrandolo.
Este se dirigio tambien alli, como una simple marioneta en manos del depredador, los pies y las manos le colgaban y simplemente eran arrastrados por el suelo.

- Turk donde te habias metido, venga ven no es bueno separarse del grupo - Dijo el capataz dirigiendose a su fallecido compañero, que se encontraba apoyado en la pared contigua alejado varios metros del grupo.
El cadaver no se movio.
- Maldito olgazán te has quedado dormido? - se acercó gruñiendo el gnomo mientras alzaba su puño.
Entonces cuando se acerco a su compañero observo su rostro, desencajado por el dolor, con los ojos hinchados y los labios agrietados, el cuello parecia enredado por una casi transparente red que le cubria sus brazos.
El gnomo levanto la cabeza, siguiendo el camino de los hilos y se encontro con ocho ojos que lo observaban, el enano vio el propio reflejo de su panico en los ocho ojos de la criatura.

Ynafae la araña se avalanzo sobre el capataz violentamente y lo descuartizo con sus pinzas y patas.
Sin dar tiempo a sus dos compañeros a reaccionar, lanzo una telaraña que atrapo a uno de ellos, mientras que el otro presa del panico salio corriendo hacia su ciudad.


- Por favor señor, que esto no este ocurriendo por favor señor - Se encomiaba el gnomo a su dios mientras corria a toda prisa esperando encontrarse con los altos muros de su ciudad Blingestone.

Otro cadaver de su compañero (el que habia caido en las redes de la araña) se planto delante del fatigado gnomo que no podia mover ni un solo musculo, como si hubiera caido en un terrible hechizo de un mago.
La araña aparecio tras su compañero y lo partio en dos con sus largas pinzas, la sangre le empapo y el suelo que les rodeaba.

Las lagrimas inundaban su cara, mientras recordaba lo que habia hecho en vida, una vida larga y feliz, solo pedia que el y su patrulla fueran vengados algun dia.
Entonces para su sorpresa, la araña empezo a escribir algo con la propia sangre de su compañero.

Las letras curvas y deformes dejaban entrever algo del escrito, algo claro y siniestro.

[size=18:5407dbebde][color=darkred:5407dbebde]
[b:5407dbebde]
MENZOBERRANZAN?

ViudaNegra

09/04/2009 12:56:54

[color=darkred:8382d4a1b0][size=22:8382d4a1b0][i:8382d4a1b0]Capítulo III: Ocho patas, ocho


Por los caminos de LLoth no se viajaba recto, ni hacia ningun destino cierto. Se dijo la araña mientras caminaba por las amplias hileras de telaraña que formaban un conducto sobre las chavolas del Braeryn, lugar de pobres y esclavos en la ciudad de Menzoberranzan.

Sus ocho patas golpeteaban la red de araña mientras avanzaba hacia su destino y mientras lo hacia recordaba como llegó a la ciudad de las arañas....


[color=darkred:8382d4a1b0]....[/color:8382d4a1b0]


- Yo que tu no asomar mucho Farfuck - Dijo el osgo de aspecto estúpido a su acompañante, otro osgo de aspecto similar que se asomaba por la barandilla en el centro del enorme lago que cubria parte de la enorme caverna que alojaba Menzoberranzan.
- Ya ver faro, ir recogiendo cosas, amo estar alli ya y estar esperando.

Ajena a la vista de los dos osgos, una larga sombra se deslizaba tras ellos, sigilosa como la muerte en el interior de un largo bote que tenía forma de depredador marino, hasta habían dibujado una hilera de dientes en la proa.
Los ocho ojos rojos apuntaron a su primera prisa, sus dos pinzas la atraparon y sus ocho patas la despedazaron.

El otro osgo no pudo nada más que ver, preso del pánico se lanzó al agua, donde los peligrosos animales que habitaban bajo el agua lo devoraron rápidamente y sin contemplaciones.

La araña disfrutó del banquete que suponia el osgo, a cada muerte se hacia mas fuerte, pero este osgo no podia considerarse un buen sacrificio y estaba a dia ocho del mes, tendria que buscarse uno que lo fuera.
La araña se cubrio con las cajas que transportaban los osgos, para salir del bote sin que el dueño de este, un drow de aspecto demacrado, lo viera.

[color=darkred:8382d4a1b0].......[/color:8382d4a1b0]


El Bazar era un lugar al que la araña no había casi visitado en todo este tiempo de estancia en la ciudad.
Sus sentidos, ya embotados eran aun mas dañados por el efecto extraño que hacia el sonido en aquel lugar, tan pronto escuchaba hasta el mas minimo movimiento, como era incapaz de oir sus propias pisadas.

Sus ojos nublados por el humo del lugar, encontraron lo que buscaban, dos jóvenes drows armados, con una ropa no demasiado valiosa en comparación con los altos nobles, pero mucho más elegantes de lo que ella estaba acostumbrada a ver por el Braeryn.
Sin que estos se percataran de su presencia, se elevó por una estalacmita y los siguió desde las alturas.

[i:8382d4a1b0]
- Tu hermana no se esperara encontrarnos en sus aposentos - Dijo con una taimada sonrisa el varon drow, por sus ropas parecia un arcano [/i:8382d4a1b0]- al menos no conmigo.
- ¿Has revisado bien tu libro de hechizos? y acuerdate, todo lo haremos según mis normas y mis indicaciones, si algo sale mal te considerare el culpable de lo que ha pasado - Dijo la sacerdotisa, que intentaba contener su nerviosismo.
- Tranquila Genya, nuestra hermana no tendrá ninguna opcion y la matrona nunca sabra que sus hermanos pequeños tuvieron algo que ver con su desaparición.

La araña escuchaba la conversación muy metida en ella, sin embargo ya habia descendido lo suficiente, arriesgandose a que uno de los dos drows descubriera su presencia, en cambio los drows estaban tan concentrados en la conspiracion que no la oyeron acercarse.

- Tendremos que tomarnos estas pociones que he preparado esta mañana, serviran para evadir las defensas que yo mismo la instalé en su despacho - continuo el drow con la explicacion, la cual parecia convencer a la mujer.
El drow mostro a la sacerdotisa el pequeño vial con el liquido arcano y la araña decidió que ese era el momento oportuno para atacar.

Con una velocidad vertiginosa se lanzó contra el arcano, hundiendole colmillos y pinzas en su cuerpo, ambos salieron despedidos varios metros hacia delante.
Sin embargo el mago consiguio desenbarazarse de la araña, algo que ella no podia creer, ningun drow podria haber resistido una serie de ataques de ese tipo, entonces delante de ella se formuló la respuesta.
De la piel del drow cayeron restos de roca, parece que se habia protegido con algun conjuro de contingencia, al varon le llegaron unos instantes de duda, le habia atacado una araña en menzoberranzan y parecia dispuesta a continuar haciendolo, con un acopio de valor empezó a entonar su siguiente hechizo arcano.

La araña se avalanzó sobre el, ocho dardos de fuego se dispararon en el pelaje de la araña, que aguanto como pudo mientras hundia sus garras esta vez si en la piel del arcano.

La sacerdotisa no daba crédito a lo que sus ojos veían, una enorme araña de color ébano habia atacado al varon mago, todos los planes que tuviera se habian hecho añicos, su hermana debió haber previsto la traición y envio a esta araña en busca a delos traidores, ahora sabia que ella sería la siguiente.

Entonces algo del suelo llamo su atencion, un humo negro salía del liquido que habia en el interior del vial que se presuponia salvaria las defensas para entrar en los aposentos de su hermana.
Como sacerdotisa estaba expecializada en venenos y ese tipo de compuesto no era extraño para ella, aun mas asombrada observo a la araña.

- ¡Es un mensaje de Lloth! - Dijo en extasis - ¡Me has salvado, yo soy tu elegida!

Si la araña pudiera haber sonreido de satisfaccion, lo hubiera hecho en ese momento.

- Este es el momento que tanto he estado esperando hermana, Lloth ha elegido.

Sin mas que decir la sacerdotisa se encaminó para su casa, con completo regocijo observó como la araña seguía su camino.

ViudaNegra

09/04/2009 12:57:28

[color=darkred:d2e25fc9ac][size=22:d2e25fc9ac][i:d2e25fc9ac]Capitulo IV: Su telaraña lo cubre todo y el mundo es su presa.
[/size:d2e25fc9ac][/color:d2e25fc9ac]


La imponente mujer drow entró en la habitación, tras ella la seguía una enorme araña de color ebano de al menos tres metros de largo y casi dos de alto.

La mujer abrio los ojos de par en par y asio sus dedos a la empuñadura de su latigo, que la identificaba como graduada.

- ¡Sacrilegio! - escupio la drow cual serpiente, intento golpear a su hermana con el latigo y matarla en el acto, pero la serpiente se lo impidio, de su boca chorreo una viscosa telaraña que se adirio a su mano diestra la que empuñaba el latigo.

-¡Muere hermana!.

Un rallo de luz con forma de un enorme martillo golpeo a la mujer y la hizo chocar con las paredes de roca de la sala, la armadura de adamantita cedio a la magia y el conjuro quemo el pecho de la mujer.

- Siente el poder que me da Lloth hermana - dijo mientras desenfundaba una daga de ceremonias con una empuñadura hecha con ocho patas que permitia anclar cada dedo en su hueco correspondiente.
Con la precision de un cirujano, hundio la daga en el pecho de su hermana agonizante y extrajo su corazón, para mas tarde mostrarlo a los varones que acababn de llegar como a la araña.



Y las horas pasaron...



- No se ha movido de allí desde que llegó - dijo el joven drow en un susurro a su acompañante de guardia, mientras miraba la puerta metalica con forma de araña.

- Y la matrona sigue reunida con su hija, me han dicho que se oyen sus gritos desde la primera planta - Respondio el otro drow tan bajo que apenas lo oia su acompañante.
- Esa araña me da grima, ¿qué estará haciendo todo este tiempo en el despacho de la primera hija?

La araña observaba nerviosa todo lo que le rodeaba, al fin estaba donde ella queria, a su alrededor habian numerosos frascos con extrañas criaturas dentro, la sacerdotisa era una autentica fanatica de las criaturas extrañas.

No era casualidad que estuviera alli en ese mismo instante, lo que quedaba de Ynafae aun recordaba el tomo de transmutacion que escribio la misma mujer que estaba en el despacho que se encontraba.
Era una sacerdotisa maga, algo no muy bien visto en la sociedad de menzoberranzan, pero que sin duda era muy valorado en su casa y sobretodo destacaban sus experimentos con la transmutación, estas criaturas debian ser los proyectos de sus nuevas formas penso la araña.
Nerviosa continuó mirando en los estantes, buscando la solución que necesitaba.


En la planta superior de aquella humilde casa drow era una de las menores de la ciudad, aunque habia ascendido rapidamente desde que las hijas de la matrona hubieran crecido.

- ¡Era una señal de Lloth! - Grito la mujer, enroscada como una serpiente en el suelo, sus ropas estaban echas tiras.
- las vivoras de la matrna volvieron a probar la sangre de su hija.
- ¡Ella pretendía hacerlo antes y la araña me lo dijo, ella me salvó! - Confesó al fin la hija, la matrona dejó de golpearla y la miró recostada en su sillón.
- Proclamas con facilidad una decisión divina, tu estupidez que has hecho sin consultarme ha hecho que mi conexión con Lloth sea más débil, creo que hemos perdido el favor de la diosa por tu culpa. - Gruñó la matrona.
- No puede ser, la araña me salvó el veneno estaba ahí, ellos pretendían matarme... - Dijo más para si que para la matrona.
- Algo hemos hecho mal hija mía, es una prueba de Lloth, es el pago de su ayuda, ahora tenemos un asunto que debemos remediar y no me puedo permitir la pérdida de otra hija, por muy estúpida que esta sea, ve y tráeme a esa araña, usa el látigo si es necesario - Su hija la miró con cara de sorpresa, atacar a una araña era herejía en Menzoberranzan, pero no quería terminar de convencer a la matrna de que se desiciera de ella asi que partio de inmediato en la busqueda de la araña.

......

- ¡Tiene que estar aquí! - pensó lo que quedaba de Ynafae, por pura impotencia tiró la multitud de tomos mágicos de la sacerdotisa al suelo.

Observó entonces un tomo, en el que había una mujer drow encajada dentro de un octoedro, reconocio rápidamente el tomo y lo cubrió con su tela de araña para despúes guardarlo bajo una de sus patas tambien aprovechó para hacer lo mismo con el cadaver de la primera hija, que nadie se habia atrevido a tocar aún.
Las glándulas de saliva segregaron un ácido que cubrió el techo de la sala donde se encontraba abriendo un agujero por donde poder pasar.

Los sonidos de pasos llenaban el segundo piso, la araña no se paro a pensar hasta que abandono y dejó lejos a la antigua casa condenada con el silencio de Lloth.




.....



El cuerpo momificado por la tela de araña cayo a plomo frente a la matrona Vhabyr, matrona de la casa que estaba justo un peldaño inferior a la casa de Genya.
La matrona dejó escapar un una exalación de sorpresa cuando vió el cadaver, su hija y el archimago de la casa (un mago que apenas estaba empezando a dar sus clases en tier breche) observaron incrédulos a la araña que bajaba perpedincularmente hasta colocarse sobre el cuerpo de la sacerdotisa muerta.
Con sus patas de araña arrancó la tela que cubría la cara de esta, dejando ver sus facciones aún bien conservadas a los espectadores que nada mas verlas las reconocieron al instante.

- ¡Es la hija de la matrona DaNir! - Dijo sin contener la sorpresa la primera hija, lo que provoco una mirada peligrosa de su matrona.
- ¿lo has hecho tu? - la araña continuó quitando la tela de araña y dejó a la vista el pecho con el corazón extraido, algo tipico en los cuerpos que eran ofrecidos a Lloth como ofrenda y sacrificio.
- ¿Has sido tu? - afirmo mas que pregunto.
- ¡Es una señal madre, una señal para subir de poder! - Dijo la mujer, actuando de manera identica que una vez hubiera hecho la hermana de la que en el suelo yacia.
- Espera debemos ser cautas lo mejor es que primero preguntemos en los planos inferiores.
- Pero eso nos llevará tiempo y gastos madre, cosa que necesitaremos para dar el salto u otras casas se adelantarán. ¡Lloth ha querido que seamos nosotras y esta noche! ¡justo es dia ocho del mes!

La araña se alegró, nada de esto era casualidad, los planes elaborados llevaban mucho tiempo y este le había llevado mas de un año de tortuosos caminos con el cuerpo de una araña.

Un soldado varon entro en la estancia, haciendo multitud de reverencias y arrodillandose.

- ¿¡Que quieres varon!? - dijo la matrona, nerviosa apuntandolo ameazante con su latigo.
- Nos llegan informes de la casa DaNir matrona, parece que ha habido un ataque, de una araña la casa ha sido dañada y los soldados están locos patrullando incluso han salido algunas patrullas.
- ¿Necesitas algo mas para entender que esto es una señal divina madre? - dijo la hija, suplicando.

La araña dejó caer otro objeto, envuelto en la telaraña, esta vez fue la matrona la que quito la telaraña y observo su contenido.

- está en draconiano parece un conjuro arcano - la palabra conjuro arcano desperto el interes del mago que estaba absorto a la conversacion, se llevo una gran alegria cuando la matrona lo mando investigar.

- Es un conjuro para volver a una araña al cuerpo de una drow - dijo finalmente el mago tras unos estudios - suele usarse como proceso de vuelta de los magos drows.
- Un conjuro hereje un varon nunca debe transformarse en araña -comento la hija.
- Pero lo tiene la araña y nos lo muestra, nos quiere decir que usemos ese conjuro, ¿con la hija muerta? - miro al mago.
- No lo creo, este conjuro solo afecta a entes vivos ademas es de conversion de araña a drow - dijo mientras observaba de reojo a la araña, nada cómodo con su presencia.
- Bien, como mi hija dijo es una señal. Prepárate para ejecutar el conjuro mago, cuando termines te uniras a nuestra partida.
- ¿Partida? - oso decir el mago extrañado.
- sea presente de la ascensión de la casa - El mago asintio y intentó guiar como pudo a la araña a sus aposentos.

En los aposentos del mago, las pinzas de la araña se movían nerviosamente, apenas podía contener su jubilo, el mago estaba cubriendola con los ingredientes del conjuro mientras observaba metodicamente el papiro para no confundirse en nada.
Trazo unos gestos arcanos y lanzo una pizca de guano de murcielago sobre la criatura, sus labios pronunciaron frases incoherentes y una humareda cubrio a la araña poco a poco esta fue descendiendo de tamaño hasta cubrir la forma de una silueta de mujer, drow.

Ynafae tosio, algo que no habia hecho en mucho tiempo.

El hechicero observo fascinado su conjuro y mas fascinado aun por el cuerpo desnudo de la hembra drow que estaba frente a el, esta tras recobrar sus sentidos se acerco a el y lo acaricio lentamente apreciando sus facciones.

- No sabes hace cuanto que estaba esperando este momento - dijo mientras susurraba al oido del varon y mordisqueaba lentamente su oreja.
- ¿Es...te? - logró articular el varon, la mujer estaba quitandole la ropa. - tengo que ir con la matrona...me espera, me necesita.
- Yo te necesito más, es una orden varón, ¿no la desovedecerás no? ¿no me harás esto? - dijo ronroneando la mujer.

El mago suspiró profundamente, lo lamentaría se dijo. Tras esto besó a la mujer y la recostó en su lecho.


Una hora despues, el mago observo con una sonrisa como la mujer se levantaba y vestia, de sus pensamientos intento borrar que hace unos minutos era una peluda y monstruosa araña.

- No imaginé que llegaría a añorar tantas cosas. - dijo la elfa.
- Hablas como si hubieras sido drow antes - dijo el varón despreocupadamente con una sonrisa.
- Hay muchas cosas que los drows no sabeis de las arañas de la ciudad - dijo con una sonrisa y volvio a acercar los labios del mago con los suyos.
- Sin duda - dijo el mago aunque penso que no le gustaba recordar esa faceta de la drow, entonces algo se hundió en su pecho, el mago bajo la mirada y observo el mango de una daga clavandose en su corazon, la respiracion se cortaba, la respiración se nublaba.
- Tambien echaba de menos esto, esa mirada - La mujer apretó con fuerza la mano sobre la boca del mago, mientras con la diestra retorcia la daga, con un fuerte tiron extrajo el corazón del torax elfo que cayo al suelo muerto.

La drow aprovecho la mesa de experimentos del mago como un altar improvisado y puso el corazon en el medio.

- Tu tela de araña lo cubre todo, y el mundo es tu presa. Señora acepta este sacrificio en tu nombre, he estado mucho tiempo lejos de ti, he caido en desgracia pero aun te sirvo con fidelidad, cada dia de mi vida hare honor a tu raza de elfos oscuros, a los simbolos que portas y a tu credo como diosa unica en el mundo.

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Eso harás - dijo una voz que partía del interior de su corazón - recuerda tus palabras Ynafae, la diosa ha decidido darte una segunda oportunidad
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- Gracias, gracias señora, gracias - dijo y repitio la drow una y otra vez, las plegarias de la diosa volvian a sonar en su cabeza, sin mas demora se puso una amplia toga y se marcho de la casi vacia casa oculta en las sombras, de vuelta al braeryn pero con un futuro mucho mas prometedor.
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[b:d2e25fc9ac]

Su tela de araña lo cubre todo y el mundo es su presa.

//Y hasta aqui el trasfondo de Ynafae, felicidades al que haya logrado llegar hasta aqui y mi eterna gratitud por leerlo :P

ViudaNegra

09/04/2009 12:59:20

[size=22:d1654d2e2b][color=darkred:d1654d2e2b]Capítulo V: La prueba de Arach-Tinilith


Cuando la joven novicia fue a los aposentos de Ynafae a avisarla de que la esperaban en la sala de entrada, esta no se esperaba que en solo unas horas tendría delante la prueba más importante de su vida.
Bajó, como siempre preparada para cualquier cosa, se plantó delante de la maestra:

- ¿Me habéis hecho llamar maestra? - Dijo mientras agachaba levemente la barbilla en señal de saludo.
- Así es. Es la hora de tu prueba ve a buscar a la Maestra matrona te espera - Dijo secamente, como si estuviera deseando que se quitara de su vista.
- Así haré, aluve' maestra - Dijo cordialmente con una sonrisa y giró sobre sus talones para dirigirse a la segunda planta.
Cuando dudaba si encontrarse con la maestra matrona en el templo o en los aposentos ahi estaba, delante de ella con su gesto altivo y pisando fuerte sobre el suelo de piedra negra.
Más pequeña y fea que ella levantó la mirada para ver a la novicia.

Yo delante, estúpida.

La matrona empujó con fuerza los portones del templo y en el interior para su sorpresa estaba totalmente abarrotado, intentó que eso no la impresionaba, no podía darla a Triel la satisfacción de impresionarla lo más mínimo.
Las dos caminaron por el pasillo que se formó entre el resto de alumnas del curso, juntas llegaron hasta el limite de este.

- Rezaremos una plegaria a Lloth - fué lo único que dijo y se puso delante de ella, posando sus rodillas sobre el frio suelo delante del avatar de la diosa. Ynafae lo repitió pero cautelosamente un par de pasos detrás de ella y la acompañó en sus plegarias que llegaron a todos los recobecos del templo, la voz de Triel era la más poderosa.
- Su telaraña todo lo cubre, y el mundo es su presa - susurró una vez terminada la plegaria, cuando levantó la mirada Triel estaba delante suya de pie ahora.
- ¡Yockol yo te invoco ven a mi para concederme el poder de ver dentro de esta hembra drow, necesito saber si merece pasar la graduación! - Su voz parecía un trueno y el suelo crugió y se partió en dos justo delante del altar, una masa gelatinosa con brazos como tentáculos apareció delante de ellas. Ynafae aún no levantaba la mirada.
- Necesito Yockol que me des el poder de probar su mente - la yockól posó su mirada en la novicia y ésta sintió el escrutiñio de la criatura en todo su ser.
- Así será - Dijo la Yockhol mentalmente para toda la sala.

Entonces, súbitamente todo se descontroló, la cabeza le dió vueltas y le ardía, en el fondo oía a Triel que había reanudado sus plegarias.
Ella la mandó rezar, no podía cesar de hacerlo continuó intentando mantener la concentración. Multitud de siniestras imágenes aparecieron en su mente intentando devorarla causandola dolores extremos.
Ynafae apretó los puños, evocó en su mente la imagen de su antigua casa derruida, los muros cayendo ante criaturas que no eran drows, su paso por la antípoda oscura y menzoberranzan como araña.
Evocó ese instinto asesino que estuvo en ella en aquellos tiempos, apenas controlable, tan excitante, acumuló todo el odio que había albergado contra el mundo y lo usó como arma, para expulsar aquellas imagenes y entonces, todo cesó.
Lentamente abrió los ojos y allí estaba Triel plantada delante de ella, su imagen sobre el altar impresionaba bastante.

- Lloth guiará tu camino, si sabes seguir su sendero claro.
- Lo haré, aluve' madre matrona que Lloth esté contigo - Se levantó, sus piernas se tambaleaban y maldijo para ella misma por ser tan débil necesitaba toda su fuerza y concentración para pasar la siguiente prueba.

Pronto estaba allí, en la sala de prácticas, el magma rodeaba la sala repleta de monstruos invocados por las sacerdotisas, almas castigadas eternamente que solo deseaban matar a las causantes de su desgracia, la sacerdotisas.
Pensó en usar el sigilo, su arma más eficaz en los túneles, pero declinó ese pensamiento, estaba en una prueba de fe, usaría los conjuros de lloth para protegerse primero y después su mente para pasar la prueba.
Entonces el ruido de ocho patas la sacaron de su concentración, una araña inmensa blanca como el hielo y de ojos rojos atravesó su mirada, la recordó a la criatura de sus sueños. Las patas de araña casi atravesaron sus defensas, picaron y mordieron mientras ella evocaba conjuros defensivos, la sangre manaba de sus brazos y la armadura se hacía jirones ante sus mordiscos.
Apretó lso dientes, cuando todo parecía perdido se escabulló entre las patas del insecto y salió corriendo hacia delante, escuchando aquella llamada insistente.
Delante de ella en su camino se cruzaron todo tipo de criaturas, muertos en vida invocado por los magos y criaturas que solo podrían imaginarse en las más retorcidas de las mentes.
Llegó a la sala final, una impresionaje imagen de su diosa se plantó delatne de ella, cruzaron la mirada un instante solo, la llamada era más fuerte que su vista pasó de largo la imagen y cruzó la puerta.

El aire viciado llenaba sus pulmones, delante de ella aparecieron unas miserables criaturas de pequeño tamaño, le recordaban a los elfos de la superficie pero eran más bajos y más rechonchos, aún así no se fió de su apariencia, iban armados y eran peligrosos.
Por primera vez evocó un conjuro ofensivo, afiladas cuchillas aparecieron en mitad del túnel delante de la sacerdotisa, ésta las cruzó confiada las cuchillas se apartaron a su paso.
Los medianos dominados mentalmente la siguieron sin dudar y su carne y huesos salió hecha trizas, por la barrera de cuchillas.
Empapada con la sangre de sus adversarios, continuó su trayecto, algunos medianos más se encontraron en su camino pero fueron presa de su espada o de sus dardos envenados.

Entonces, vió en el siguiente recodo dos esqueletos, diferentes a los anteriores. Su calavera y manos brillaban con fuegos fátuos, sospechó que eran los cascarones de antiguos drows, quizás magos que fueron infieles a la diosa o qeu no pasaron la prueba.
Ella decidió esperar y probar la magia de las criaturas antes de pasar a la acción, una varita que colgaba en su antebrazo salió rápidamente e invocó a una pantera, los no muertos se lanzaron rápidamente contra ella.
La pantera los contenía pero no lo suficiente, los esqueletos la habían visto aún oculta, ella evocó todas las plegarias de su diosa, ahora sonaba su música como una canción terrible, promesas de muerte y destrucción.
Un esqueleto cayó presa de su magia, entonces apareció otro y vió como desplegaba un pergamino.
Empezó a leerlo y la sacerdotisa abrió ampliamente los ojos cuando reconoció qué conjuro se trataba, sus manos taparon sus oidos y sus ojos vieron como una hermosa mujer se alzaba en los cielos, su pecho se hinchaba y entonces chilló con una fuerza sobrenatural.
Mareada cayó al suelo y su mundo empezó a oscurecerse más y más.

- ¡Levanta! - La segunda vez resonó con fuerza en su mente.
Abrió los ojos y estaba tendida en el suelo, sus manos estaban manchadas de sangre que caían de sus oidos.
Los esqueletos estaban a menos de un metro buscando el toque de gracia.
Con un grácil movimiento barrió con la espada larga, dando un golpe seco en la base de la rodilla segando la pierna a su paso, tal y como había aprendido junto a Valgrev en sus horas de entrenamiento, con la mano izquierda usó su gran escudo para algo más que defenderse y golpeó con éste en el mentón de la criatura, que retrocedió.
Con un grito fuera de si golpeó con rabia en el cráneo de la criatura que estalló por la fuerza del impacto.

Agotada, malherida y con numerosas picaduras de araña se acercó a la luz, la llamada era fuerte aún así, revisó las runas cercanas al portal. Nada permitía que saliera de su concentración.
Una vez asegurada saltó al portal.

Delante de ella estaban ocho pares de ojos rojos que la miraban detenidamente, se vió reflejada en ellos, magullada y herida y se incorporó mientras agarraba con fuerza la espada observaba a la araña.

- No pensaba que una sacerdotisa de tu taya sería tan necia - dijo con sequedad la araña.
- ¿Por qué soy necia maestra? - Dijo mientras bajaba la punta de la espada hasta golpear con la piedra.
- ¡Maestra matrona triel!, es que no sabes que hay un conjuro que domina a las arañas sacerdotisa? habría hecho de tu prueba un camino mucho más sencillo.
La sacerdotisa quedó muda, conocía el hechizo pero nunca había prestado a usarlo, siemrpe había actuado sola.
- Tenía mis propias armas maestra matrona - dijo en un futil intento de mantener su orgullo.
- ¡Todas tus armas son de la diosa! tu vida, todo lo qeu te rodea lo más mínimo es parte de la diosa, no lo olvides nunca Ynafae.
- No lo haré - Asintió y agachó la cabeza, aceptaba lo que quedara por venir.

La araña quedó fija en ella, sus miradas se cruzaron y entonces las dos patas que formaban su boca se abrieron y de ella apareció un chorro de telaraña que cubrió su cuerpo con una facilidad pasmosa, intentó sacar el arma pero fué inutil pronto su mundo se oscureció, de nuevo.

- Abre los ojos - escuchó, esta vez a su diestra, era la voz de Triel.

Ynafae abrió los ojos y estaba en mitad del templo, las novicias miraban espectantes y triel miraba a la estatua de la diosa como si consultara el veredicto.

- He estado aquí todo el rato... - Afirmó más que preguntó, sus rodillas la dolían más su cuerpo no estaba magullado, pero si Triel la escuchó no dió muestras de ello, se giró y la miró.
- Eres digna de Lloth Ynafae, has pasado la prueba.
Ynafae asintió aunque su rostro no lo reflejaba estaba exultante.
- [i:d1654d2e2b]Gracias maestra matrona por todo, iré a Barrison si no es molestia para informar que ahora puedo estar a la entera disposición de mi casa.
- Sí ve a tu casa e informa, ahora marchaos todas.[/i:d1654d2e2b]
- Aluve maestra matrona - Dijo y se giró, antes de irse dedicó una sonrisa victoriosa a las demás novicias que habían compartido clase alguna vez con ella, la odiaban y era mutuo, Ynafae solía estar apartada del resto de la clase.

Y así, exultante la sacerdotisa barrison entró en su casa, con un reto más conseguido, pero quedaban muchos más y ella sabía que o colmaba sus inmensas ambiciones o moriría en el intento.