Draconiax

19/04/2006 02:15:31

Descendientes de Dragón

Diferencias entre un semidragón y un discípulo del dragón

Pese a que pueda parecerlo, un discípulo del dragón y un semidragón no son lo mismo. Un semidragón es el hijo mestizo de un dragón, nacido con tremendos poderes y un destino, que es ser temido y odiado por el mundo, el no escoge ese destino, le ha tocado, y ante eso nada puede hacer. Un discípulo del dragón es un descendiente lejano de un dragón, que siguiendo la senda del estudio y la búsqueda de su origen, usa su poder arcano para activar sus cualidades y transformarse en un semidragón. Un discípulo del dragón se convierte en semidragón al completar su aprendizaje, pero lo hace porque él lo quiere, al contrario que el semidragón, el escoge, lo busca, y ante todo, lo desea.
Si lo que buscas es un pj que gane rápido el devastador y sea tratado bien por la sociedad, sencillamente esta no es la clase, hazte un guerrero/maestro de armas, pero un discípulo del dragón es más, mucho más que un +8 a Fuerza. Si no es esto lo que buscas, enhorabuena, tienes ante ti un todo un reto, y es para ti por lo que escribo esto.


Semidragones

Psicología

Pese a que los semidragones poseen orígenes variados, una cosa que comparten es la soledad. Para la mayoría, esta condición esta impuesta por la condición de su existencia como monstruosos híbridos.
Algunos pocos, han entrado por su propia voluntad en este estado, dejando atrás su naturaleza anterior, mediante el camino de los discípulos del dragón u otro método.
La mayoría de los semidragones no han tenido elección en sus concepciones, tienen que cargar con la desgracia de ser marcadamente diferentes a sus padres y a los linajes de estos. Incluso los afortunados semidragones que son el nacimiento del fruto entre un dragón y una consorte (la mayoría de las veces el padre es el dragón) de otra especie, el semidragón tiende a no llegar a conocer a su padre, ya que su madre lo aleja de el y lo cría ella.
Un semidragón criado entre tribus de humanos y otras razas de corta vida sufre las consecuencias de un desarrollo físico y emocional mucho más lento, a pesar de tener una mente mucho mas despierta. Su apariencia monstruosa genera desprecio, marginación o cosas peores si cabe. La respuesta por parte del draconiano a esa exclusión o abuso puede acabar en el retiro a la más absoluta soledad, generando un odio que solo refuerza su aislamiento, o puede descargar su odio a trabes de su terrorífico arsenal natural, asesinando o hiriendo a sus atormentadores, garantizando su exilio o destrucción.
Un semidragón que crece entre gente que no posee su herencia dracónica se desarrolla mucho mas despacio que sus compañeros. De hecho, uno puede seguir siendo un crío cuando sus compañeros ya crecidos son asesinados en batalla. Incluso, antes de dejar la adolescencia el resto de sus conocidos seguramente hallan muerto o sean ancianos. En muchas sociedades, la vida vale poco y los padres no pueden dedicar el esfuerzo de cuidar a un niño que les necesita, por tanto, si el niño tiene suerte acabara en un orfanato, viendo como crecen muchos grupos de niños, abandonándole continuamente hasta que tiene la suficiente edad para poder dejar el lugar. De hecho, hasta que suceda eso, pueden llegar a obligarle a colaborar ejerciendo los trabajos más bajos de la sociedad para compensar su inútil presencia.
Décadas de ser tratado como un crío y una carga dejan profundas cicatrices, especialmente en un semidragón con su activa y elevada inteligencia. Normalmente, dejará el lugar donde vive tan pronto como pueda defenderse bien por si mismo. En algunos casos, el semidragón podría llegar a alcanzar una posición de liderazgo en una tribu, en virtud a su gran inteligencia, y sus superiores fuerza y habilidades naturales (una descarga de ardiente aliento de dragón puede llegar a ser tremendamente convincente). Liderados por un semidragón, una horda de orcos se puede volver más peligrosa si cabe que antes.
Las sociedades humanas pueden ser medirse desde tolerantes hasta las más supersticiosas o xenófobas cuando se trata de un niño semidragón. El aspecto hostil y las temibles cualidades naturales del semidragón se convierten en un gran obstáculo a la hora de poder ser aceptado en cualquier situación. Si el niño tiene la suerte de poder vivir en una ciudad que lo acepte, podrá vivir una infancia relativamente normal, aunque seguirá con es estigma de su lento desarrollo. Tales seres, suelen desarrollar una paciencia elevada y una buena visión de futuro. Los desafortunados, o lo que es lo mismo, la mayoría, los que tendrán que vivir entre gente poco o nada tolerante, se verán obligados a vivir en los más oscuros rincones, pudiendo llegar a vivir en las alcantarillas como si fuesen ratas u otras alimañas.
En ocasiones, un dragón metálico (normalmente argénteo) compensa a una elfa con su afecto. Ambos poseen una larga vida y son de naturaleza mágica, teniendo además puntos de vista muy parecidos a cerca de la vida y la moral.
El descendiente de esa unión, es considerado una bendición especial, y el dragón puede incluso llegar a asentarse cerca de la comunidad elfa, hasta el punto de poder influir en la educación de su vástago. Los ancianos de una comunidad elfa que recibe a uno de estos seres en su seno, poseen un especial interés en desarrollar el potencial mágico innato del pequeño.
Soportando niveles imposibles, sujeto a una educación intensiva, y separado de la gente de su edad, el semidragón normalmente descubre que les es muy difícil madurar socialmente. La presión de desarrollarse se cobra su precio manifestándose con arrebatos, tanto físicos como emocionales, y haciendo caer al vástago en profundas depresiones. Muchos de estos jóvenes dejan su hogar tan pronto como les es posible. Aquellos que continuan la senda del adiestramiento para mago, podrán llegar a alcanzar posiciones influyentes, pero serán en la mayoría de los casos emocionalmente distantes.
Los drows son un caso especial. Los dragones malignos pueden tener sus guaridas en zonas cercanas a ciudades drow y formar alianzas con los elfos oscuros. Los dragones de las profundidades en particular (no confundir con dragones de las sombras) pueden adoptar forma de drow y consumar un relación con una suma sacerdotisa, una matrona u otro individuo de alta influencia y poder social.
El fruto de dicha unión se convierte en una valiosísima herramienta en las siempre retorcidas intrigas de la sociedad drow. La matrona o líder de la casa (según de que deidad hablemos) se preocupara de guardar celosamente preocupándose de mantener en secreto la existencia de la criatura de los otros drows, que tratarían o de robársela, o de destruirla (más probable lo segundo). El niño no tiene ni voz ni voto en lo referente a su educación, si es un varón, será adiestrado para convertirse en mago, si es una mujer, la mandarán al templo de la casa y la formarán como sacerdotisa.
De manera muy parecida a lo que sucede con los semidragones de otras sociedades elfas, la presión a la que se le somete para formarlo puede llevarlo a un gran desequilibrio emocional, haciéndose incluso peor debido a los brutales conflictos fraticidas drows. Aquellos que no sean lo suficientemente fuertes para sobrevivir, serán destruidos.
Como es obvio, no se conocen casos de semidragones enanos, debido a que dragones y enanos no se tienen mucha simpatía y tienden a ser hostiles unos con otros. Lo que esta claro, es que de darse un semidragón enano, su esperanza de vida podría considerarse corta o nula.
Halflings y gnomos, pese a todo, producen algunos semidragones. La mayoría de los dragones consideran a estas razas idotas irracionales, aunque algunos pueden llegar a echar abajo el estereotipo.



Herencia dracónica y comportamiento


La presencia de sangre de dragón en uno, aunque esta sea escasa, afecta a la visión de la vida de una persona. El tipo de dragón del padre, en el caso de un semidragón define enormemente la personalidad de este, provocando que el semidragón muy probablemente (casi fijo) tenga el mismo alineamiento que el antepasado. Un pj jugador quizás pueda ser la excepción a la regla, pero en este caso es tremendamente improbable que esto suceda, o si sucede el cambio no debería resultar en un alineamiento demasiado alejado del típico del dragón. De todos modos, pese a que el alineamiento sea el del padre, la personalidad será definida muy en parte también por la sociedad en la que nació, y por su otra mitad.
A continuación, los perfiles habituales de los semidragones de los 10 tipos más conocidos:

Negro: Eres esquivo, pero al mismo tiempo sabes apuntar donde duele, y tienes las cosas claras, lo cual te hace bueno para seguir la senda del pícaro y el asesino. Además, tus oscuras escamas te hacen ideal para el arte del camuflaje en según que circunstancias. Tiendes a ser impredecible y violento. Tus capacidades y tendencias te pueden hacer subir rápido socialmente en un lugar donde sean apreciadas, pero te convierten en el sospechoso habitual de los crímenes en el resto de lugares. Tu alineamiento habitual es Caótico Maligno.

Azul: Eres codicioso, prudente y feroz. Estas cualidades son perfectas para un guerrero, e incluso para un pícaro según se mire. Tu alineamiento legal te permite seguir la senda del monje, pese a que estas mas interesado en la perfección física que en la disciplina mental. Te encanta mostrar tu valor y alardear sobre tus logros (dado que a todo draconiano le va ese rollo, supongo que a estos les mola incluso mas de lo normal). Te gusta hacer las cosas a tu manera, lo cual puede crear discrepancias en situaciones de grupo. Tu alineamiento habitual es Legal Maligno.

Verde: Eres belicoso y tirano, de los que primero golpea y después pregunta. Disfrutas con las proezas de fuerza y arrojando cosas, lo cual te hace un camorrista ideal. Las culturas bárbaras o guerreras apreciaran enormemente estas cualidades, pero para culturas civilizadas seguramente acabes como un mercenario o un gladiador. Si fueses un clérigo, sin duda serias de una deidad de la fuerza, la conquista y/o la violencia. Tu alineamiento habitual es Legal Maligno.

Rojo: Eres arrogante y codicioso, valorando la riqueza personal y la gloria por encima de todo. Eres un hechicero nato, puesto que confías en la fuerza de tu personalidad para obtener riquezas y poder. Tu avaricia y orgullo te llevan a seguir la senda del aventurero, pues con decirte lo bueno que eres y admirarte al espejo no te llega. El color rojo de tu piel puede asemejarse al tono del de algunas razas de goblinoides, lo cual te puede convertir en un gran líder para este tipo de seres. Tu alineamiento habitual es Caótico Maligno.

Blanco: Eres brutal y hedonista, te encantan especialmente los placeres carnales. Al nacer en las tierras del norte, detestas enormemente los lugares cálidos. Los descendientes de un dragón blanco son muy buenos como viajeros de las heladas estepas, haciéndolos exploradores muy hábiles para estas zonas, aunque también son la única variante de semidragón que podría plantearse el ser un bárbaro. Tu alineamiento habitual es Caótico Maligno.

Oropel: Eres... hablador por así decirlo. Te gusta tener grandes conversaciones, sobre todo del tipo en las que tu no paras de hablar y el otro solo escucha. Eres un bardo nato, sin duda no hay una clase más apropiada para ti. Tiendes a tener buen corazón, pese a que no por ello dejas de ganarte también una fama de brasas, aburrido y adjetivos en esa línea. Pese a que es tremendamente raro que halla semidragones entre la gente pequeña, un semidragón de oropel nacido entre halflings y gnomos tiende a ser increíblemente bien aceptado y disfrutan teniéndote allí. Tu alineamiento habitual es Caotico Bueno.

Bronce: Eres curioso y valiente, y tienes un sexto sentido para los animales. En tu infancia, seguramente tuvieses algún tipo de mascota o compañero animal. Huyes de la civilización para vivir en las zonas salvajes. Los vástagos de un dragón de bronce tienen una afinidad muy grande con la naturaleza, haciéndolos grandes exploradores y hasta pueden en algunos casos llegar a druidas. Los que nacen en comunidades de elfos salvajes, habitualmente son tratados como iguales. Tu alineamiento habitual es Legal Bueno.

Cobre: Adoras los trucos y las bromas, pero eres un poco codicioso. Esta personalidad te hacen un bardo o un pícaro ideal. Tus inusuales cualidades te habrán llevado a ser un bromista o usar tu magia innata para realizar efectos entretenidos. Buscas desesperadamente ser aceptado por todos los que te rodean, y te vuelves muy repelente con quien te rechaza. Tu alineamiento habitual es Caótico Bueno.

Oro: Eres sabio y paciente. Valoras, examinas y discutes a cerca de una situación, prefiriendo más eso que hacer las cosas de manera precipitada, pero una vez has decidido, seguirás ese camino pase lo que pase. Posees un enorme sentido de la justicia, siendo el camino más habitual para un dorado el ser clérigo o paladín, normalmente de deidades de la justicia y el orden. Tu alineamiento habitual es Legal Bueno.

Plata: Eres un tipo social. Después de todo, es así como fuiste concebido (los dragones argénteos adoran pasar tiempo junto a los seres humanoides). La gente a tu alrededor puede no responder como tu deseas, poniéndote en un pedestal o despreciándote, pero aun así seguirás tratando de conseguir amigos, pudiendo ser profundamente herido cuando tu afecto no es correspondido. Los semidragones argénteos suelen tener clases basadas en la curación o la ayuda a los demás, siendo habitual que sean clérigos o curanderos. Un semidragón argénteo criado por elfos, es probable que siga la senda del mago como se explico en el apartado anterior. Tu alineamiento habitual es Legal Bueno.

Vida de un semidragón

Dado que los semidragones son solitarios por naturaleza, sus propósitos y búsquedas también tienden a serlo, poseyendo dos factores comunes siempre: estimular el intelecto, y el descubrimiento. Un semidragón disfruta enormemente probándose frente a desafíos cada vez mayores.


Ocio

Gozando de largas vidas, y habiendo heredado la codicia natural de sus ancestros, los semidragones son coleccionistas por excelencia. Se obsesionan por obtener las piezas más valiosas para sus colecciones, con intereses que a menudo son un reflejo del de sus padres.
Un semidragón azul normalmente buscara conseguir las mejores joyas y piedras preciosas, especialmente zafiros, mientras que un semidragón dorado muy posiblemente sea un coleccionista de arte. Una vez la pieza entra en su colección, jamás la deja, de hecho un semidragón puede dedicarse a estar horas y horas apreciando felizmente sus tesoros.
Los semidragones disfrutan muchísimo de la lectura, y procuran tener bibliotecas lo más extensas posible. Aquellos que practican las artes arcanas especialmente, poseen tremendas colecciones de tomos acerca del tema. Ese amor a la lectura, es algo natural que deriva de su soledad y su inteligencia superior. A veces, los jóvenes semidragones que se dedican especialmente a esta faceta reciben el insultante mote de “sierpe de biblioteca”.
La magia, especialmente la arcana, es una meta muy perseguida por cualquier semidragón al que no le hallan evitado su desarrollo durante la niñez. Un semidragón es un poseedor de magia innata, y su propio cuerpo es una buena reserva de ingredientes y focos poderosos para la práctica de la magia.
Los dragones son criaturas letales y cazadores temibles, lo que hace que su progenie herede esas cualidades. La vida de cazador solitario sin duda es un camino que responde a las tendencias aislacionistas de muchos semidragones. Otros, se vuelven degustadores, o más francamente glotones, necesitados de alimentarse con las más delicadas exquisiteces para su noble paladar. Estas criaturas son capaces de viajar por todo el mundo en busca de nuevos sabores o llegar a pagar generosamente por especias e ingredientes traídos de tierras exóticas lejanas. Muchos sienten debilidad por los vinos y licores, y pese a que su resistencia superior hace dificilísimo el que puedan quedarse borrachos, los muy animales son capaces de seguir bebiendo hasta lograrlo.


Artes y Oficios

El interés artístico y le talento para ello normalmente procede de la parte humanoide más que de la dracónica. Pese a que los dragones adoran y disfrutan de apreciar y poseer las más bellas y delicadas obras de arte, raramente tendrán interés en ser ellos los que las creen. Los semidragones nacidos en tribus bárbaras, no encontrarán mayor aprecio y gusto en una obra de arte más allá de su precio en oro, dado que la considerarán una inutilidad poco práctica.
Por otro lado, aquellos con sangre elfa o enana (estos son como las meigas, nadie los ha visto, pero igual existen) normalmente poseen un talento natural para los trabajos artesanales de gran calidad. Dado que son hechiceros natos, los semidragones sobre todo son buenos en la creación de objetos mágicos.
Magia y Tecnología

La sangre y las escamas de un dragón están imbuidas de un inmenso poder mágico. Los semidragones heredan una buena parte de este poder arcano en su cuerpo, lo que los hace especialmente preparados desde su nacimiento para el uso de magia arcana. Aquellos que son mestizos de elfos u otras criaturas que también han sido dotadas con grandes capacidades arcanas, poseen el increíble potencial para llegar a ser maestros de magia, archimagos o señores del conocimiento de las más alta categoría, no hay secreto arcano que pueda escapársele a una mente despierta y con gran paciencia.
Por otro lado, los semidragones tienden a poseer lo peor de la personalidad de su ancestro. Tremendamente conservador, un semidragón puede tener muchos problemas para innovar o fijarse en nuevos métodos, tendencia que suele acrecentarse según va creciendo. El ser tan posesivo, puede ser uno de los mayores obstáculos para el desarrollo de sus capacidades, dado que en el momento en el que logra conocimiento arcano, es muy habitual que se niegue a compartirlo o cambiarlo por nuevos conocimientos.
La progenie de los dragones metálicos pese a que es más común en ellos servir a deidades del panteón dracónico. De todos modos, los clérigos semidragones no es que sean demasiado habituales (casi todos los semidragones metálicos son argénteos, la mayoría de estos semielfos, así que el camino habitual es el de mago).
Hechiceros y Magos son comunes, pero los primeros muchísimo más que los segundos. Esta tendencia se debe a que la soledad hace que los semidragones decidan entrenar sus innatas capacidades. Los semidragones elfos son casi siempre magos.
Los dragones no suelen crear objetos mágicos, más por sus limitaciones físicas que por otra cosa, su descendencia mestiza, la cual suele tener manos, no padece de este problema. Nada es más agradable a la vista de un semidragón que un bello artefacto mágico fabricado con su propia habilidad. Una vez completo el artefacto, y por raro que parezca, no suelen usarlo, de hecho no suelen ni enseñárselo a otros. Algunos de los más rencorosos semidragones se especializan en la creación de armas y objetos mágicos creados exclusivamente para matar dragones. Estas armas por regla general son creadas para ser el azote de la raza del padre, o la raza rival del padre (todo depende de la gracia que le haga ser un engendro escamoso).
La tecnología mundana no despierta interés en un semidragón. Seres que manejan la magia tan fácilmente no ven cual puede ser la gracia de usar complejo mecanismos cuando un sencillo conjuro hace lo mismo, o incluso puede hacerlo mejor. La alquimia no es algo con lo que tengan demasiada paciencia, dado que la consideran una patética sombra de lo que es la auténtica magia. Los que han nacido entre sociedades humanas o gnomas pueden llegar a tenerle cierto respeto a estas disciplinas, pero el caso de un draconiano practicante de estas es rarísimo en el mejor de los casos. Para los semidragones, la ciencia y los inventos no son más que modas que desaparecerán tan rápido como la corta vida de sus creadores.


Semidragones ante la Guerra

Al ser despreciados por la sociedad en la que han nacido, los semidragones no son adiestrados en las tradiciones marciales de ese pueblo. Bastante a menudo esto se debe a la intolerancia y la desconfianza. La comunidad se negará a entrenar y adiestrar a un peligroso monstruo en técnicas marciales para que sea encima más letal de lo que es. En otras ocasiones, el semidragón esta tan tremendamente ocupado en el estudio de las artes arcanas como para ponerse a ser adiestrado en una formación militar. La mayoría de los semidragones, ven absurda la posición de que no se les enseñe a luchar, pues a fin de cuentas ellos solo luchan si algo se interpone en sus objetivos o si tienen que defender lo que es suyo.
Pese a todo, los semidragones poseen un formidable arsenal natural en forma de colmillos, garras y arma de aliento. Aquellos afortunados que poseen alas, pueden surcar los cielos a gran velocidad y con una maniobravilidad decente adquiriendo determinadas dotes (que en el never no hay).
El estilo básico de combate de un semidragón es mantenerse a una buena distancia del rival para abatirlo mediante su aliento o magia. Si no queda más remedio que acabar en el combate cuerpo a cuerpo, el rival se lo pensará mucho, dado que el semidragón sigue siendo sobrehumanamente alto, fuerte, resistente, y como no, terrorífico y feroz, haciendo que un semidragón sea un oponente cuanto menos terrible.
La mayoría de los semidragones nunca formarán parte de un ejercito o una banda. Son más propensos a seguir su camino y luchar sus propias batallas, aunque podrían llegar a unirse a un grupo de mercenarios que le tratasen bien para poner a prueba sus capacidades y saciar sus lucrativos intereses.


Muerte

La esperanza de vida de un dragón es algo realmente impresionante, son capaces de vivir miles y miles de años, y aun cuando parece que les llega la hora, volverse inmortales mediante la senda del Dracoliche (moralmente muy mal vista por cualquier dragón, incluso los cromáticos) o alcanzar la ascensión (pocos saben de esta senda, y es de agradecer, porque los que la conocen buscan seguirla y son casi divinidades). Los semidragones, como suelen estar cruzados con razas de corta esperanza de vida, solo viven unos cuantos siglos. Pese a todo, existe una excepción a esta regla, los semidragones elfos, los cuales pueden competir en longevidad con un dragón, y se sabe de algunos que han vivido tanto como una gran sierpe.
La mayoría de los semidragones buscan sacar provecho a su existencia, así que intentan hacer y aprender el mayor número de cosas posible. Muchos utilizan la magia para prolongar sus vidas, otros realizan pactos oscuros que acaban ligándolos a la no vida, o peor aun, absorviendo espíritus de diablos y fundiéndolos con ellos. Otros buscan un método para convertirse en dragones auténticos y puros. Pese a todo, intenten lo que intenten, hay un factor común a todos ellos, ninguno arriesgará su vida a los tonto o innecesariamente, le tienen demasiado aprecio. De todos modos, si el camino hacia la inmortalidad aparece ante ellos, con mucho gusto comenzarán la búsqueda, y pobre del que se interponga en su camino.
Algunos semidragones encuentran que la carga de ser un mestizo es mucho más pesada de lo que logran soportar. La triste soledad, y los pensamientos en la muerte son lo que tienen, llegando a soñar el día en que un poblado afligido acabe con su existencia. Pese a todo el suicidio nunca será una opción.
Muchas criaturas afligidas pueden aprovechar su profunda tristeza para crear obras de arte y canciones de increíble belleza. Otros pueden enrolarse en peligrosos viajes con la esperanza de obtener una enorme recompensa, aunque sin demasiada confianza en que si muriesen alguien los recordase. Unos pocos deciden recurrir a la magia para renunciar a su parte draconiana y convertirse en humanoides puros, acortando drásticamente su vida a cambio de ser aceptado.
En cualquier caso, los semidragones no suelen ver la religión de la misma manera que los humanos. Las deidades raciales les parecen absurdas, y en muchos casos, las deidades dracónicas les parece que solo tienen interés en ellos para aumentar su poder. Un semidragón escogerá a su dios en función del color de su alma, cosa que llegado el día de su muerte, quedará reflejado en la otra vida.

Ilustraciones

Semidragón y Seminfernal http://www.wizards.com/dnd/images/MM35_gallery/MM35_PG147.jpg

Semidragón joven http://www.wizards.com/dnd/images/rodragon_gallery/94142.jpg

Semidragona argéntea http://www.wizards.com/dnd/images/rodragon_gallery/94143.jpg

Semidragona argéntea luchando http://www.toddlockwood.com/resources/images/galleries/dnd/02/fire_and_ice.jpg

Retratos de semidragones http://www.wizards.com/dnd/article.asp?x=dnd/pc/pc20011218x

Draconiax

03/10/2007 20:15:01

Ordenes Draconianas

http://www.wizards.com/dnd/images/dof_gallery/100023.jpg


Las Garras de la Justicia

Las Garras de la Justicia son una orden de dragones argénteos dedicados a Xymor (Bahamut) y el Código Ptarian, un conjunto de valores que gobierna sus acciones y su visión del mundo. Actualmente tienen que ser incluso más precavidos que antaño, dado que la Furia de los Dragones esta nublando sus habitualmente nobles y bienintencionadas mentes (Ndt: la furia de los dragones es como traduzco la dragon rage, dracorage o demás denominaciones del suceso del año de los dragones solitarios).

Historia

Los paladines tienden a ser superiores a los demás. Cuando esos paladines resultan ser dragones, tienen que ser más precavidos, dado que pese a poseer un enorme potencial para ejercer el bien, también poseen un inimaginable poder para la destrucción.


Orígenes de las Garras

El Código Ptarian fue originalmente un juramento realizado por aquellos que servían al Rey de la Justicia, pero fue adaptado para ser un modelo de conducta para los dragones dorados y argénteos. Las Garras de la Justicia lo siguen como su código de caballería, sus normas como paladines, siguiéndolo de manera estricta. Estos caballeros dragón tradicionalmente siguieron al Rey de la Justicia, realizando importantes misiones y manteniendo las virtudes del código.
Más recientemente, la líder de las Garras fue Havarlan (LB, dragona argéntea sierpe, paladín 7), hasta su muerte luchando contra los seguidores de Sammaster en la épica batalla que dio su final a la Furia de los Dragones.


Las Garras actualmente

El líder actual de las Garras es Azhaq. Avergonzado por su incapacidad para proteger a sus hermanos, ha hecho voto para reformar a las Garras y dirigirlos tras las consecuencias de la Furia de los Dragones. Larendrammagar, también llamado ‘Nexus’ (LB, dragón dorado gran sierpe, hechicero 10), y Tamarand (LB, dragón dorado gran sierpe) no son miembros oficiales, pero trabajan habitualmente con ellos. Un grupo de semidragones argénteos (así como unos pocos semidragones dorados) están comenzando a unirse a las Garras, una formación liderada por Innerdain Justdark.
Las Garras esperan localizar a un miembro fugado llamado Arendelonthos (LB, dragón argénteo joven, paladín 7). Arendelonthos se perdió durante la Furia, mientras hacía una misión de rastreo buscando gente para el hechizo de sueño de Nexus, pero nunca volvió. No se ha vuelto malvado, pero el caos y la destrucción cometidos por los dragones durante la Furia le ha puesto en contra de las Garras.



Reputación e interacciones

La mayoría de los PNJ‘s no saben nada acerca de las Garras de la Justicia. Los dragones son dados al secretismo por naturaleza, aplicándosele esto a una buena parte de ellos. Otras fuerzas del bien que los conocen tienden a respetarlos, pese a que los menos legales consideran que tienen una actitud demasiado elitista. Los grupos malvados que saben de su existencia, como el culto de Tiamat, desprecian al grupo de una manera desenfrenada al grupo, tendiendo a intentar interceptar o sabotear sus esfuerzos cuando les es posible.
La mayoría de los primeros encuentros con las Garras tienden a ser extremadamente cordiales. A menos que tengan una razón para desconfiar de un grupo o individuo (o que el grupo o persona sean malvados), las Garras se esfuerzan en ser educados y amables.


Enemigos de las Garras

Las Garras de Tiamat, y otros servidores de la reina oscura, son los peores enemigos de las Garras de la Justicia. Ambos grupos se dedican a molestar y sabotear los planes del contrario, aunque los seguidores de Tiamat tienden a usar métodos más sucios y ladinos.



Aliados de las Garras

Las Garras poseen numerosos aliados, que incluyen otros dragones benignos, Arpistas, los elegidos de Mystra y otras fuerzas del bien en Faerun. Las directrices de la orden pueden ser demasiado estrictas para muchos de estos grupos, pero se dan cuenta de que sus metas coinciden.




Miembros

Todos los miembros de las Garras de la Justicia son o semidragones o dragones completos. La mayoría son argénteos, aunque hay algún semidragón dorado. Las Garras observan a los miembros potenciales durante mucho tiempo antes de invitarles a unirse a la organización. Todos los miembros son paladines, habiendo algunos que poseen niveles de las clases de prestigio Caballero de Platino y Vasallo de Bahamut. Las garras buscan paladines con una fuerte lealtad y una gran visión.
Previamente, cuando son reclutados, los iniciados son encomendados a un mentor experimentado que le guiará en la búsqueda de justicia y honor. Las Garras están estructurados en una rígida jerarquía, con el Alto Caballero en lo más alto, seguido por los señores, caballeros, administradores e iniciados. Debido a la Furia de los Dragones, la organización se ha resentido.



Las Garras de la Justicia (Tamaño medio, religiosa): AL LB; limite de recursos 75000 po’s; Miembros 41; Individuos (24 dragones argénteos, 14 semidragones argénteos, 3 semidragones dorados); diezmo (ninguno).
Figuras de Autoridad: Azhaq (LB, dragón argénteo anciano, paladín 9)
Personajes Importante: Innerdain Justdark (LB, semidragón argénteo, paladín 9/caballero de platino 4), Jaerlethket (LB, dragón adulto, paladín 6/vasallo de Bahamut 2, consejero del rey Gareth).
Clases Asociadas: Paladín, caballero de platino, vasallo de Bahamut.
Habilidades Asociadas: Diplomacia, Saber (reyes y nobleza), Saber (religión), Averiguar intenciones.
Requisitos: Al menos una puntuación de 8 o más rangos en dos o más de las siguientes habilidades: Diplomacia, Saber (reyes y nobleza), Saber (religión), Averiguar intenciones.
Especial: Todos los Garras de la Justicia deben saber hablar dracónico, poseer al menos un nivel de paladín y ser dragones o semidragones.


El Código Ptarian

Las Garras de la Justicia deben seguir el Código Ptarian, un antiguo código de los dragones que hace un gran énfasis en el honor y las enseñanzas de Xymor, señor de todos los dragones buenos. Se espera que los caballeros sean puros de corazón y palabra, y que ayuden a cada uno y la ‘gente pequeña’ que vive a lo largo de Faerun. Deben buscar y tratar de convertir al bien a las fuerzas del mal, usando la violencia como última medida. Rinden culto al Equilibrador (Lendys), su Misericordia (Tamara), y al Hacedor de Justicia (Xymor).

[i:9951aea88c]El Código:
Justicia y Bien por encima de todo.
Honor y Lealtad al Rey,
Honor y Respeto a la Rectitud e Inocencia.
Honor y Servicio al Equilibrador, su Misericordia y el Hacedor de Justicia.
Honor y Protección para las razas inferiores.
Honor y Corrección para los enemigos de la Justicia y el Bien.
Honor y Abstención para uno mismo.[/i:9951aea88c]