Cormarion

23/10/2007 02:06:27

Estimados camaradas,

Hace ya tiempo que dejé la Orden del Brazo de los Justos y recientemente entre mis pertenencias he hallado la llave que me facilita el acceso a las estancias privadas. Espero reunirme pronto con algún miembro de la Órden para hacer entrega de la misma.

Actualmente formo parte de los Caballeros del Fénix, aunque sigo sirviendo a la corona de Cormyr como Dragón Púrpura y aún solicito excedencias en mi servicio para tratar de resolver la sagrada búsqueda de la ciudad del Caballero Torm.

Tengo entendido que el nuevo Bastión se halla en las cercanías de Puerta de Baldur y si bien mis nuevas responsabilidades requieren mi presencia en la ciudad de Vado de la Daga, procuraré llegar en breve pues la ciudad de Vado cruza por una nueva crisis y se precisa de todos los miembros. Por este último motivo, y debido a la falta o ausencia de clérigos que intercedan con los poderes celestiales y que cuenten con el suficiente favor como para sanar graves heridas y mutilaciones, dentro del seno de los Caballeros del Fénix, ruego que escuchen mi súplica y presten auxilio a unos hermanos.

Aunque desconozco la situación actual de vuestra Orden, si antiguos camaradas a los que conocí continúan en activo, y quiénes la dirigen actualmente, sé con toda certeza que aún lucháis para que el Bien y la Justicia se imponga. Como dejé escrito en el sagrado tomo del antiguo Bastión, que no sé si se pudo salvar en la Caída, siempre podréis contar con mi espada para una causa justa.

En mi Fe reside mi Fuerza.

Jeanna de Archelon

puxe

23/10/2007 14:01:27

*Sir Althiem en su aposentos lee la carta*

Jeanna de Archelon..., me suena.

*Coge una pluma, la moja en tinta, y comienza a escribir en uno de los muchos pergaminos que hay desperdigados por su mesa*

[i:cd392f2d6e]Hace un par de lunas recibí su carta, estaremos isofacto instalados en la ciudad.

Firmado, Althiem[/i:cd392f2d6e]

Cormarion

27/10/2007 15:42:44

Buenas nuevas habían llegado a oídos de Lady Jeanna. Miembros de la Orden del Brazo de los Justos, una clériga que cuenta con un gran favor divino, Dama Lomoniak, acompañada del caballero Drazen, se habían presentado en la ciudad para interceder ante los poderes divinos y realizar sanaciones entre los miembros de Los Caballeros del Fénix y otros ciudadanos de Vado. "¿Habría llegado mi carta al nuevo Bastión?", se preguntaba Lady Jeanna.

Celebrado el ritual para sanar la ceguera de Sir Edwin y obrado el milagro, Lady Jeanna se dirigió a Dama Lomoniak y le hizo referencia de la posesión de la antigua llave. Se la ofreció a Dama Lomoniak, aunque ambas coincidían en que sería una demostración de buena voluntad que la Orden del Brazo le permitiera quedarse con la llave en señal de amistad y agradecimiento por los antiguos servicios. Con buen sentido, la clériga no la aceptó, pues correspondía al nuevo Maestre, Sir Althiem, decidir si debía devolverla o que se la quedara para fortalecer los lazos entre las dos Órdenes.

Ahora Vado cuenta con la ayuda de tan inestimable aliada, Dama Lomoniak, que pasará una temporada para socorrer y prestar toda su ayuda. La Dama fue bien recibida y alojada en la ciudadela de la Orden. Las circunstancias adversas requieren que Lady Jeanna permanezca en Vado siendo difícil que pueda abandonar la ciudad por lo que, a menos que atiendan al ruego de Sir Kian, de prestar su ayuda y enviar los paladines y se presente Sir Althiem en persona, va a pasar mucho más tiempo en posesión de la vieja llave, ya oxidada en el fondo de sus pertenencias, que mira a veces con nostalgia.