Ilinoth

15/12/2008 05:29:36

*Lenguabífida, así era apodado en Akatla. Se había ganado el nombre gracias a sus contratantes, debido a los constantes bulos y falsos rumores que introducía en cada uno de los distritos de la ciudad, pero también por la facilidad que tenía para obtener una determinada información y darla a conocer en su justa y estudiada medida para provocar las reacciones que deseaba entre las gentes, cofradías y organizaciones de Amn.*

[...]

*Las siguientes palabras, salidas de la misma boca de Rasié, parecen estar dirigidas de igual a igual, alguien al que parece tener cierta confianza con el protagonista, aunque el cuándo, el por qué y el destinatario es posible que aún se encuentren lejanos en esta historia...o quizá no, sólo Tymora dispone tales acontecimientos en este Mundo...y sólo la dama Fortuna debería hacerlo...*

Los días, las dekhanas y los meses pasaron en Puerto Calim y la ciudad parecía ofrecer más y más posibilidades.Estuve ganando desde que llegué migajas. Robando y asesinando a los más débiles y descuidados de la ciudad. Cómo una rata, sólo debía esperar las migajas y trozos de queso más accesibles...,una éstúpida prostituta que después de bien joder y cobrar se marcha sóla hacia casa bajo la luz de la luna..., un inmigrante rico que necesita ayuda para que le muestren y enseñen la ciudad..., e incluso... en tiempos de escasez...,no tengo remordimientos respecto a ello...*esboza una leve sonrisa* después de la reconquista de Puerto Calim..., recuerdo haber acabado con un niño de unos quince años aproximádamente que se dirigía al Gran Bazar a comprar unas manzanas... con sólo unas doce monedas de oro...
Bah, no se si es que aún queda algo de humanidad en mi o que me incomoda recordar tiempos aciagos...pero no tengo demasiadas ganas de seguir escarbando en esas memorias...

[...]

EL tiempo pasaba inexorable y mis aptitudes, aunque limitadas en comparación con los autóctonos de ... nuestra ralea y que parecían estar asentados en ésta tierra, eran cada vez mayores y necesitaba dar un paso más. Para cuando conocí al que entonces sería mi ...preceptor...,*rie*...Me hace gracia esta palabra..., había decidido que nunca más aceptaría las migajas y los despojos con los que había subsistido y cual rata, inteligente pero rata, me disponía a obtener más y mejores resultados en lo que era mi trabajo.
Asi pues, la rata que se conformaba con queso podrido al alcance de su mano, esta vez se sentía con fuerzas para ir a por el premio que estaba custodiado por una trampa, por la ratonera. Fué por aquel entonces cuando me preguntaba para mis adentros,... ¿quién es ese Gludar? ¿será mi futuro maestro o quizá el candidato idóneo para accionar la ratonera y permitirme asi obtener todo cuanto deseo?

Cuanto tiempo ha pasado desde entonces..., estoy cansado y es tarde, ...otra noche seguiré contándote cómo sigue la historia.

*Apagó la vela y salio de la habitación totalmente a oscuras*

Gludar

17/12/2008 13:03:33

Tras varias semanas de viaje, el risueño mediano llevaba todas sus mochilas llenas de objetos, algunos adquiridos honestamente, otros eran pequeños tesoros obtenidos en su aventuras y otros guardados para evitar la perdida por parte de sus despistados amigos y no tuvieran el error de perderlos tontamente,(uno debe ayudar a los que aprecia)
Decidió pasar unos días de descanso en la calurosa Calimport, y de camino ganar unas monedillas en sus jugosos barrios. Su primer objetivo, descansar y asearse lo suficiente, lo realizó sin problemas, decidió recurrir a la casa donde siempre acababa escondido, muy lujosa y sin saber como ni porqué mucho tiempo deshabitada por su dueño. Su segundo objetivo era vender todas aquellas cosas que le sobraban, incluso los bjetos de sus amigos, sí aquellos que les "guardaba" para que éstos no los perdiesen,(no creía que sus amigos les tuviesen tanto cariño si los dejaban tan a aano que cualquiera puderia quitárselos, menos mal que él estaba allí para que esas cosas no courrieran).
Se acerco a ver al refunfuñado vendedor de Calimport. Una vez dentro de la tienda y habiendo vendido todo, comprobó como otra persona tambien estaba haciendo su negocio, lo observó detenidamente y de manera disimulada, indumentaria negra, armas varias y ocultas (que discreto pensó Gludar), sin perderlo de vista, cogió el dinero de las ventas y con un gesto rápido y sigiloso se lo guardó en unos de sus múltiples bolsillos ocultos.
Decidió ir a una posada a tomar unas cervezas, se lo había ganado, pero el individuo anterior deseaba mantener unas palabras. Comenzaron a hablar sobre su gesto anterior, veloz y sigiloso, y sobre situaciones de la vida, convresación amena de por sí, aunque interrumpida por unos vanos improperios del sujeto por agasar a las bellas jovenes que pasaban por los alrededores.
Trascurrido el tiempo, Gludar decidió cortar de raiz, comprendía perfectamente los objetivos de dicho sujeto, se había presentado como un ser de lengua peligrosa, charlatan y embaucador y aunque no le dijo nada, el mediano comprendía que dicha persona también era de espada rápida, quizás vengativo, quizás haría cualquier cosas por alcanzar lo que quería y una de esas cosas era controlar los secretos de la sombra.
Era un desafío interesante, ¿podría enseñar los secretos de ocultarse?, el mediano se sentía capacitado para éllo, podía enseñarle a no meterse en problemas, cambiar algo su actitud, pero ese hombre debía ganarse ese derecho.
Juntos se encaminaron a barrios más transitados, quería conocer de primera mano las habilidades del mismo, le hizo probar come se ocultaba, como se movía sin ser detectado...ciertamente tenía un don para ello, pero debía ser pulido, y quizás lo más importante hacerle notar que lo fundamental de todo era pasar desapercibido, y para ello usó la frase que su difunto padre tanto usaba:
" El mejor truco del diablo es hacer creer que nunca existió"

Tenía decidido darle una oportunidad así que antes de marcharse se presentaron formalmente, le preguntó su nombre, le díó el suyo, se estrecharon la mano, momento que aprovechó para cogerle unas monedas "prestadas", (alguién tenía que pagar la cena en la posada) y se despidió de él diciéndole que si decidía instruirlo ya se podría en contacto con él.

Rapidamente el mediano se marchó de allí, encaminó sus pasos a la posada, busco una mesa tranquila, se sentó, pidió una cerveza y puso en orden sus ideas. Lo primero era buscar al joven Sugganc, ese mediano le recordaba a él de joven, aunque con más potencial, había decidido enseñarle todo lo que pudiera. Luego tras otro trago pensó en el joven de negro, suponía otro reto, parecía muy distinto del joven Sugganc, y esa dualidad entre ambos le motibaba mucho, tenía que ponerlo a prueba, aún no tenía decidido cual... la sonrisa empezó a dilucidarse en el rostro quemado del mediano.
Pidió la comida, el estofado tenía buena pinta, y tras el primer bocado una idea le rondó la cabeza, Sugganc, Rissié y él mismo... si todo salía bien los tres juntos podía lograr grandes cosas...