magma

09/09/2009 23:44:12

Lyan, Laura y Eva, junto a los tres caballos, emprendieron su viaje al norte. Lyan tenía marcadas las pautas claramente, y convencida de que se trataba de una misión como guardia había aceptado sin rechistar y se sentía llena de orgullo. No causaría defraudación alguna.

El capitán del navío dió la orden de soltar amarras y desplegar las velas. La guerrera no quiso mirar como la ciudad de Puerta de Baldur se iba haciendo pequeñita, quería recordar sus calles, sus experiencias y como allí había encontrado un hogar, y después tantos.

(si... la casa de Aria y mia, la casa de Earar, la casa de Jame, el castillo de Wil...)


Sin embargo lo que más temía de volver la vista atrás era comprender un panorama de millares de orcos asediando una ciudad, la ciudad que tanto amaba, por la que quería luchar, y sin embargo de la que se alejaba por ordenes directas.

La guerrera trataba de distraer a sus dos protegidas:

- sabeis que si quieres ser marinero solo puedes usar un ojo? fijaos.. todos tienen parche, sí, es porque con un ojo se ve más lejos -


//inicio un hilo para ir poniendo la historia paralela. Además no se si podremos rolearla on rol, o si deberemos hacerlo por el foro, sin poder coger por un tiempo los pj.

Masha

10/09/2009 12:43:45

Durante todo el viaje Eva estuvo dividida entre Laura y Hoja de Roble, el animal que tenía a su cuidado. Se tomaba muy en serio todo lo referente al caballo del elfo Elbereth y hasta un relincho era para ella un acontecimiento.

La tía de Laura, Lyan, le caía bien y la hacía reir, pero por algún motivo la intimidaba. Tenía la sensación de que podría darle un manotazo sin querer, por lo que procuraba no estar cerca de ella sola.

Pronto olvidó lo triste que había estado al partir. Apenas pensaba en la gente a la que había dejado atrás y aprovechaba cada instante para recuperar el tiempo perdido con Laura mientras estaba enferma. Le contó todo lo que vió en Sheol, salvo el detalle de su historia con la mujer de dientes rojos, y lo mucho que le gustaría ir allí con su tía y ella.

Su humor era perfecto hasta que soñó con cómo una vez Wyrd la había llevado a volar. Lo fantástico que había sido. Pero a la mitad, el sueño se torció. Wyrd la dejó caer, a lo lejos se divisaba una sombra oscura que hacía mucho ruido, semejante al de los tambores. A los pocos segundos el cuerpo pesado del dragón la alcanzó en su caída, sin vida.

La pequeña despertó justo antes de tocar el suelo, sudorosa y temblando, acurrucada en el regazo de Laura.

Todo irá bien, sólo es un sueño, un mal sueño. Wyrd está bien, todos están bien y pronto volveremos con ellos. Sólo es un sueño....

Rugrim

10/09/2009 18:50:02

A Laura le gustaba el mar, se mareó los primeros días, pero no llegó a vomitar. Tras eso se le pasó y disfrutó del viaje, divertida viendo como su tía simulaba encontrarse muy bien, a pesar de que su piel era verde como el agua estancada.

Durante la travesía hizo migas con un joven marinero que le enseñó algunas cosas básicas sobre como manejar un barco y el extraño vacabulario marino, así como algunos nudos marineros.

Cuando estaba con Eva escuchaba con atención sus historias del Ducado de Sheol y ella le contaba las historias de Dina, la princesa guerrera que le contaba su madre cuando era niña.

Por las noches, cuando por fin tenía tiempo para pensar, dedicaba horas en pensar sobre su extraña enfermedad y la posible causa. Sospechaba que la maldición de la obra tenía algo que ver.
Además estaba el extraño sueño que había tenido. No se lo había contado a nadie y eso la corroía más incluso, pero le daba miedo que la repudiasen como cuando era niña.

Una noche notó como Eva también tenía malos sueños y notó como despertaba temblando.

Sólo es una mal sueño pequeña, no pasa nada, descansa, yo cuidaré de ti toda la noche tranquilizó Laura a la pequeña Eva.

El viaje estaba siendo demasiado largo. Laura esperaba que la travesía en barco durase poco más...

magma

10/09/2009 21:34:45

Lyan vigilaba en todo momento a Laura y a Eva. Aunque no lo pareciese siempre estaba atenta. Les protegería con uñas y dientes si era necesario. Sinceramente a la guerrera no le entusiasmaba el baiven de las olas del mar. El barco se balanceaba, y cuanto menor era la velocidad más se notaba. En dos ocasiones estuvo a punto de vomitar, pero una guerrera no pierde una apuesta, así que al ver como Laura le observaba sonriente logró contener la arcada en la boca y tragarsela, disimulando como pudo. Después sonrió a Laura como si todo fuese de maravilla, aunque su joven sobrina le conocía demasiado bien como para no darse cuenta de la realidad.

Pasados unos días Lyan dejó de marearse e incluso recuperó el apetito voraz que siempre le había caracterizado. Se había dado cuenta de que un marinero joven prestaba una atención especial a su sobrina, y realmente pasaban más tiempo juntos de lo que agradaría a la guerrera.

Durante una noche de luna creciente, con el canto de las ballenas de fondo, marineros y pasajeras se sentaron juntos a la mesa. El manjar era delicioso, habían hecho una especie de albondiguillas de pollo, pues llevaban animales para poder abastecerse de carne durante la travesía. La guerrera se sentaba al lado del capitán, el cual le pasó la bandeja para que ella se sirviese la primera. Lyan se llenó el plato y miró al joven marinero a los ojos, con la bandeja en la mano le preguntó fingiendo ir a pasarsela:

-¿a ti te gustan las bolitas?- despues de esto esbozó una forzada sonrisa. El joven muchacho, sin comprender demasiado bien asintió y estiró el brazo para aceptar la ofrenda. Pero entonces Lyan dijo con voz grave y cara seria y sombría:

-pues cuidado.. no te quedes sin- y pasó la bandeja a otro marinero.

Rugrim

15/09/2009 12:16:28

Por fin el viaje terminó, la ciudad de Aguas Profundas estaba a la vista y tras terminar los trámites burocráticos, el barco atracó en el puerto.

Laura dio las gracias al capitán por el buen viaje, pero cuando fue a despedirse de su amigo, el marinero joven, no le encontró. Sus compañeros le dijeron que tenía que hacer muchas cosas y que lo sentía mucho.

Ya en el puerto, Laura se sorprendió de la cantidad de refugiados de Baldur que había. Todos eran regulados por agentes portuarios y llevados a distintos lugares. Cuando llegó su turno, el burócrata les dijo que les estaban esperando y que serían alojadas en un lugar confortable.

Por la ciudad, Laura no paraba de sorprenderse, no solo por el tamaño de la ciudad, sino por la cantidad de gente y lo poco sociable que era, sin saludarse casi y cada uno centrado a lo suyo sin más.

Cuando por fin llegaron a sus alojamientos, pudo descansar, sin el vaiven del barco.



magma

20/09/2009 21:56:03

Lyan se alegró de volver a ver esa ciudad. Propuso a las dos chicas dedicar el primer dia a instalarse y dar un paseo por la ciudad, para conocerla bien, ella pretendia enseñarles los lugares que le traian recuerdos. Los ojos de la guerrera brillaban de ilusion mientras hablaba a Laura y a Eva. Comprarían chocolate y flores y lo mandarían al pais de las hadas buenas, despues tomarian una buena cena con vino, un vasito de leche para Eva, y así celebrarían no haberse encontrado con el calamar lila gigante ni haber caído al mar.

magma

02/10/2009 23:42:03

Lyan no era precisamente muy ordenada con sus cosas. Parecía quemarle estar encerrada y pretendía que las otras dos anduviesen con ella por la ciudad a todas horas. Se mostraba entusiasmada. Alzando la petaca para beber el poco ron que le quedaba del que le habia regalado el capitán del barco miró a Laura y a Eva. Tras caer la ultima gota y tragar sonriendo ampliamente les propuso:

-¿Qué me decis?-

Las jovenes le miraron algo contrariadas, era una pregunta un tanto extraña sin más aclaración.

- Sí, ¿qué os parece ir a dar una vuelta y visitar la taberna más grande de Aguas Profundas? yo no sé cual es la más grande, por eso iremos entrando y vamos puntuando, a ver cual nos gusta más ¿qué os parece?-

Tras esto les miró con sus pequeños ojos redodeados y oscuros, parecían brillarle de ilusión.

Rugrim

03/10/2009 14:53:03

Laura llevaba unos días inquieta. Desde hacía algunas noches no dormía bien, algo la inquietaba y le incitaba a viajar hacia el Sur, y cuando por fin conseguía conciliar el sueño, se despertaba tras tener pesadillas de fuego y destrucción.

Necesitaba despejarse la mente y pensar en otras cosas.

-Sí, ¿qué os parece ir a dar una vuelta y visitar la taberna más grande de Aguas Profundas? yo no sé cual es la más grande, por eso iremos entrando y vamos puntuando, a ver cual nos gusta más ¿qué os parece?- había dicho su tía. No era mala idea, aunque Laura sabía cual era la verdadera razón de su Lyan al ver como volcaba su petaca desilusionada tras descubrirla vacía.

Con una sonrisa e intentando despejar su mente de inquietudes, Laura salió de la habitación:

-Vamos, vamos. La ciudad nos espera, seguro que alguna taberna tiene galletitas como las de Baldur.

Masha

04/10/2009 13:51:14

Conforme pasaban los días Eva se apagaba más y más. Como si algo tirara de ella, una certeza muda e invisible, iba mirando en cada rincón sombrío esperando ver a alguno de sus amigos de Baldur. Los echaba de menos y sentía como si los hubiera traicionado por marcharse de allí. Sólo se consolaba con la presencia de Laura y el caballo del elfo Elbereth, al que cada día cepillaba y paseaba durante horas casi con fanatismo.
A veces no se reconocía a sí misma, un instante tenía ganas de reir, al otro de llorar, cantar o morder, correr o simplemente dejarse caer y no moverse más en todo el día.

Tan extrañada estaba consigo misma y su nueva mezcla de sentimientos que en poco más de una semana dejó de hablar por completo y comenzó a rehuír la compañía de Laura y Lyan, intentando quedarse en los establos de la posada con Hoja de Roble o perderse en las calles de la ciudad, las cuales ya, sorprendentemente, no le daban ningún miedo.

magma

05/10/2009 13:16:26

La guerrera comenzó a sentir una preocupación grande por Laura y por Eva, eran como la llama de una vela a punto de consumirse completamente, luchando por no morir asfixiadas.

Las pesadillas de Laura le hacían pensar que incluso hasta allí, a Aguas Profundas, llegaba el poder del mago de papel. La guerrera deseaba tenerlas siempre bajo su vigilancia a ambas, pero la pequeña Eva lo complicaba mucho al escaparse. Lyan decidió ponerse algo más seria, no podía dejar que la pena y la preocupacion, o las malas artes de un mago de papel, hiciesen que la estancia allí se hiciese insoportable para aquellas a quien debía proteger con su vida, pues esa era su misión, y en cuanto a Laura lo que el corazón le pedia a gritos desde siempre.

Una noche se levantó de su lecho, rebuscó en sus cosas y sacó un libro, caminó descalza, con tan solo el camisón rohido y viejo que llevaba para dormir, hasta la habitación de su sobrina. Como siempre se desvivía por lograr apaciguar sus sueños, sus fiebres... con paños frescos y palabras que, a pesar de querer sonar suaves y decididas, salían como temblorosos murmullos de temor de sus finos labios. En esta ocasión llevaba consigo un libro que había pertenecido siempre a su sobrina, lo dejó en la mesilla mientras le proporcionaba los cuidados que ella creía necesarios. Colocandole paños frios en la frente y muñecas mientras le cantaba una canción infantil que solian cantarle Aria y Lyan para que de niña conciliase los dulces sueños.

Vinduil

05/10/2009 13:24:01

El elfo acababa de encontrar por medios mágicos el lugar donde se encontraban. Tocó a la puerta y entró. Lanzó una bolsa con galletas a Eva y mirando a Lyan y Laura dijo:
- Puerta de Baldur ha caído, pero pronto tendremos un nuevo hogar. Podeis quedaros aquí y vendré a buscaros cuando esté terminado o podeis venir conmigo. Estamos vivos, como la mayoría de los habitantes de nuestra antigua ciudad. Podría haber sido peor.

Masha

05/10/2009 15:51:06

"Puerta de Baldur ha caído"

Eva miró a Earar con los ojos desorbitados, ignorando la bolsa de galletas. No podía ser que su ciudad, la ciudad de su madre, ya no existiera. No pudiera ser que sus amigos ya no existieran. Como un torrente comenzaron a desfilar por su mente los nombres de aquellos que la habían cuidado, aquellos que se habían convertido en su "Familia". Sin quererlo no pudo evitar imaginarselos a todos en mitad de su pesadilla, aquella en la cual ella estaba sola, encerrada en el Teatro, y el edificio ardía invadido por los tambores de guerra de los orcos...

-¡No! ¡Es mentira! ¡Eres un mentiroso! ¡Baldur está bien! ¡Todos están bien! - gritó mientras se lanzaba a por el elfo para derribarlo. - ¡Y yo voy a volver a mi casa! - Rugió por fin la pequeña antes de derrumbarse y echarse a llorar.

Miró al mago una última vez con una mezcla de odio y temor y se escabulló por la puerta para perderse de nuevo por las callejuelas de la ciudad.

Voy a volver con mi mamá.

Vinduil

05/10/2009 16:19:59

- Parece que perdí mi tacto en la guerra.

Earar salió corriendo tras la niña. Sus objetos mágicos le daban una gran velocidad y agilidad, con loque no tardó en cogerla en una de las calles de la ciudad. Sonriendo, todo lo amable de loq ue era capaz en esos momentos habló a Eva mirándole a los ojos.

- Pequeña, puedes estar tranquila, todos tus amigos y conocidos de Puerta de Baldur siguen con vida y se encuentran bien. La ciudad está destruida, si, pero las personas han sobrevivido. Están esperando a que volvamos para comenzar a construir nuestra nueva casa.

Rugrim

05/10/2009 18:34:54

Un mañana más, Laura despertó sin haber descansado demasiado, pero esa mañana iba a ser diferente del resto...

Tras asearse y vestirse, se fijó que en su mesilla de noche había un libro, su libro, su diario. Por fin había aparecido, ya lo había dado por perdido, pero no era así. Algo o alguien se lo había devuelto.

Cuando fue a decirselo a su tía, llamaron a la puerta y apareció Earar. No le dio tiempo ni a gritar el nombre de su padrino, cuando éste dijo con voz solemne.
- Puerta de Baldur ha caído... - Laura no oyó nada más, esas palabras la dejaron anonanada y cuando pudo reaccionar se encontró arrodillada con los brazos caídos y por sus ojos caían numerosas lagrimas.

Masha

05/10/2009 20:30:39

-Nuestra nueva casa...

Al principio Eva no quiso escuchar al elfo, pero poco a poco sus palabras fueron haciendo eco en la pequeña. Que su "familia" estuviera viva era una esperanza demasiado suculenta para no aferrarse a ella.

-¿Me prometes que los veré a todos en la nueva casa?

Y, sin esperar respuesta, le dio la mano para volver con Laura y Lyan.

magma

06/10/2009 02:04:02

Lyan estaba sirviendo un buen desayuno cuando oyó como llamaban a la puerta. Abrió y reconoció a Earar. Primero sonrió, pues así quedaba patente que la misión había concluido con éxito. Pero al escuchar "Puerta de Baldur ha caído" la guerrera sintió que las rodillas le cedian, sus piernas parecían gelatinas y su piel se tornaba pálida y fria. Sus ojos opacos parecían mirar a algun punto perdido, más allá de cualquier lugar visible para cualquiera.

No pronunció palabra, en lo profundo de su pecho esa frase se había clavado como lo hubiese hecho una espada de hielo. Todo sonido parecía sordo y lejano, la luz tenue, el tiempo lento, los movimientos de todos parecían ralentizados brutalmente. En el fondo de su ser se sentía culpable, pues realmente creía que quizas si hubiese estado, si la ciudad hubiese contado con un brazo más, con su espada... quizas.. quizas así la victória les hubiese pertenecido.

La guerrera volvió la vista hacia las dos jovencitas. Vió como Eva escapaba y Earar partía tras ella. Vió como su sobrina amada caída de rodillas mientras sus mejillas se humedecían. Se dirigió a ella, colocó su mano sobre su hombro y se arrodilló junto a Laura mirandole con un semblante serio, frio y pálido.

Esperaria a que, en esta ocasión, Laura tomase la decisión de si aguardar en Aguas Profundas o partir para fundar el nuevo hogar.

Rugrim

06/10/2009 12:46:56

Laura se quedó sentada sobre sus piernas, no lloraba, ya no. Le daba todo igual. Todo lo que había conocido ya no estaba a su alcance. Todo su pasado había desaparecido.

La joven levantó la mirada y vió a su tía, esperando una respuesta. No tenía respuestas, pero sólo una certeza. Había tomado su decisión hacía tiempo, pero no se atrevía a emprender la empresa que conllevaba, éste era el momento....

-Vamos a nuestro nuevo hogar, tía. Podremos hacerlo como nosotras queramos-

Se levantó y esperó a que regresasen Eva y Earar para comunicarles que ellas no seguirían en esa ciudad.

Rugrim

08/10/2009 20:47:44

El viaje de vuelta fue triste y poco animado. Laura apenas salió de su camarote, excepto para comer algo de vez en cuando.

El barco no hizo ninguna parada hasta llegar a Athkatla, donde se alojaron en una posada para descansar del viaje.

Pocos días después y junto a sus caballos, emprendieron el viaje hacia el Ducado de Arión, dónde les esperaba Earar junto a la mayoría de los supervivientes de la ciudad de Baldur.

magma

09/10/2009 00:17:59

En el viaje de vuelta la guerrera no mostró el entusiasmo que le caraterizaba. Pasaba la mayor parte del tiempo observando a las dos jovencitas, a veces miraba al cielo, no hablaba mucho, pero trataba de entablar conversaciones con ambas, para ver qué tal tenían el ánimo e intentar levantarselo un poco.

La llegada al Ducado fué dura para Lyan, pues en ese lugar se le mezclaban cantidad de sentimientos opuestos entre sí.