filoscuro

15/02/2010 22:46:14

[i:2509a812d7]Antes de que el sol saliese completamente, ya habia gente trabajando en Arion, cortando leñas, sembrando lo poco que podian y recogiendo algunos frutos.
La pequeña Ahiza, se despereza de la posada y se dirije a la colina, para como le comento Jeanna, tenia que ayudar a hacer hogares y a construirse el suyo.
Nada mas llegar a la colina, cogió un hacha, cosa que no habia echo nunca e intento talar un árbol, la gente la miraba con aire divertido, era una imagen algo curiosa. Levantaba el hacha y al golpear el robusto árbol, no consegia ni sacar una pequeña astilla. Cuando llevaba un rato, un hombre se le acercó.[/i:2509a812d7]

- Veo pequeña, que ganas no os faltan, pero creo que esto es demasiado duro para vos -dijo el hombre mientras le acariciaba el pelo- ¿porque no ayudas a mi mujer a recojer algunas hortalizas?

- Humm, creo que teneis razón -suspiro Aizha- no creo que pueda tirar un árbol, pero estoy segura que podré sacar las hortalizas del suelo... Por Brandobaris que lo haré -dijo casi en un grito-

Fue caminando hacia la huerta, mirando como trabajaban niños y adultos por igual. Así que salto la pequeña valla y se puso a recojer algunas hortalizas, no era nada dificil, las sacaba con sumo cuidado mientras sonriente las metia en un cesto de mimbre, cuando este se llenaba, trató de llevarlo a una carreta, pero un tropezón le impidio llegar. Las hortalizas se desparramaron por el suelo, y los lugareños la miraban con una risilla en la cara.

- ¿Estais bien? -Le pregunto una mujer de ropas sucias y rasgadas-

- Sí. No se preocupe, las recojeré ensegida -dijo mientras recogia las hortalizas con la ayuda de la mujer-

Por la tarde, despues de la comida, Ahiza, recogió un taco de madera y con su daga empezó a hacer una figura de un caballo, con una gran habilidad. Un crio se acercó a ella para ver como tallaba

- Si vienes a que te lo de, vas listo -Le soltó mientras se daba la vuelta para darle la espalda al niño-

- Jooo, si solo queria mirar -Dio la vuelta para estar de frente de nuevo-

- Los niños sois muy raros, decis de mirar y luego lo quereis

- Pues como tú -Le dijo el niño-

- ... -Miro al niño con ganas de darle un susto con la daga- Pero bueno, ¿quien te ha dicho eso?

- El señor de negro

- ¿El señor de negro? -Se levanto-

- Si, ¡Ese! -Señaló a un hombre que vestia ropas negras-

- "Dylan" -Pensó Ahiza al verle- Quedate aqui y no toques mi caballo

Aizha soltó el caballo y antes de que este cayera al suelo, el crio ya lo habia cojido y echado a correr.

[size=9:2509a812d7]Continuará...[/size:2509a812d7]

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07/03/2010 19:40:27

[i:a164cac74c]Cuando se acercó a Dylan, justamente, la llamarón para seguir con las tareas de reconstrucción, miró hacia quien la llamaba y al querer volver la vista a Dylan, este habia desaparecido.

Ahiza volvió a ayudar en las tareas de la granja, recogiendo algunos frutos, hortalizas y plantando las pocas semillas de las que disponian en Arion.

La noche cayó rapidamente, mientras algunos vecinos trataban de continuar algunas tareas para terminar alguna que otra casa, con la ayuda de unas antorchas, la pequeña mediana se retiró a descansar, jamas habia trabajado tanto en un solo día. Pero sabia que tarde o temprano, su ayuda tendria su recompensa.

Los dias siguieron pasando, lentamente para ella, ya que le costaba bastante levantarse aun cuando el sol no habia terminado de salir, y acostarse, cuando la luna estaba en su punto mas alto.

El octavo dia de trabajo, Aizha dejo de plantar las semillas en la zona de las granjas, se acercó donde estaban construyendo su casa, y detras de una arboleda, escondida, busco un lugar para plantar sus propias semillas. Cuando comprobó que no habia pintadas en los arboles para tallar y que no la veian, plantó las semillas de hierba mediana, en un pequeño sector, lo suficiente como para que le crecieran unas cuantas plantas y le suministrara a unos 5 medianos de esa planta.
Todos los dias, Aizha a la hora del almuerzo, se iba escondida hasta sus plantas para regarlas y cuidar su "huerto".
[/i:a164cac74c]

[size=9:a164cac74c]Continuará[/size:a164cac74c]

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08/04/2010 18:04:03

[i:afbe03de0a]Habian pasado ya varias dekhanas desde que Aizha habia cultivado sus plantas, a sabiendas de que si la pillaban se llevaria un buen castigo, incluso prision decidio cortar las matas y esconderlas en algún lugar.
Estuvo mirando varios sitios, pero no le convencian y decidio seguir un camino algo complicado entre los arboles, hasta que llegó a un claro donde habia un abujero en el suelo, parecia la madrigera de algun jabalí.[/i:afbe03de0a]

-"Este parece un buen sitio" -penso Aizha- "sin duda no creo que me las encuentren aqui y con suerte..."
- ¿Que haces? -La voz de un hombre a sus espaldas, rompio los pensamientos de Aizha que se dio la vuelta rapidamente- Ya has encontrado donde vas a dormir esta noche ¿no?

[i:afbe03de0a]La mediana al darse la vuelta pudo ver quien era el que le habia distraido de sus pensamientos, Dylan.
No le dijo nada y entro en la madrigera con una gran agilidad, aun siendo un hueco pequeño, consiguió entrar casi sin dificultad. Una vez dentro continuo por un pequeño pasillo, en el que tenia que ir arrastrandose, gracias a su habilidad de ver en la oscuridad, pudo discernir que el pasillo llegaba a algun sitio, asi que siguio mientras Dylan se asomaba y le llamaba para que volviera, hacia caso omiso.

Al finalizar el pasillo, Ahiza comprobo que era una estancia, una especie de sala, parecia muy antigua, habia telarañas, insectos y todo tipo de bichos que vivian en la oscuridad. Comprobó la sala y al ver que podia volver a subir facilmente hacia el pasillo donde se encontraba, dio media vuelta y se dirigió a la salida.[/i:afbe03de0a]

- Dylan, he encontrado algo, pero no creo que puedas... entrar por aqui - dijo con la cabeza asomada, cual conejo-
- No, no creo que entre, ¿que has visto? -pregunto aun dudando que fuera cierto-
- Pues no estoy segura, es como una especie de habitacion, redondeada y hay unas mesas.
- ¿Mesas? -pregunto Dylan, ya seguro de que le estaba tomando el pelo-
- Si, unas tres, pero no ví sillas ¿quieres venir? o voy sola -mientras lo decia, introducia su cabeza al pasillo-
- ... ¿como piensas que voy a entrar yo por ahi? yo no soy una rata como tu... -mientras hablaba un rayo salio de la madrigera dandole de lleno, Dylan brillo- ¿que demonios has echo? - se miro las manos y a su alrededor- Aizha quiero una respuesta yá.
- jejeje -sonrio mientras asomaba la cabeza- Eres un pixi, ahora si entras

[i:afbe03de0a]Dylan cerró los ojos y apreto los pequeños puños que ahora tenia y trato de avanzar volando, lo que le costo un poco adaptarse.
Llegaron de nuevo a la estancia y descendieron, Dylan al poco se volvio a convertir en humano.[/i:afbe03de0a]

- No vuelvas a hacer algo asi -dijo Dylan con voz severa-
- Vale pues entonces luego te quedarás aqui dentro - contesto Aizha mientras le daba la espalda y curioseaba la estancia-
- Ejem - tosio Dylan - Cuando salgamos, no vuelvas a hacerlo.

Buscaron por la sala cualquier cosa que les pudiese ayudar a saber que era aquel lugar

[size=9:afbe03de0a]Continuará

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10/04/2010 01:22:38

[i:81b87f6fd1]Pasaron la mayor parte del tiempo en la sala buscando algun indicio de que era ese lugar, pero no habian encontrado nada. Pero si habian visto completamente como era el lugar. Las paredes estaban picadas con algun tipo de pico con unas dimensiones más grandes de lo normal, las picadas eran similares, el mismo tipo, como si el creador hubiese usado la misma fuerza y unas medidas para hacer el trabajo. El suelo, cubierto por un manto de arena y hongos, donde hacia de ciuadela de insectos de toda clase, cualquiera que pusiese una mano desnuda en el suelo seria alimento de tales bichos, debajo del manto, Dylan vio que estaba igual que las paredes, el mismo tipo de rayadura, las mismas distancias entre ellas, la misma longitud. Las mesas, no parecian echas de madera eran como si alguien hubiese conjurado para que estas tuviesen el aspecto del nogal, pero su tacto era suave, como el marmol, tres mesas como nuevas a pesar del tiempo que podrian llevar allí. Al fondo podian ver una puerta de madera y metal con una cerradura medio descolgada, ninguno de los dos habia querido averiguar aun si estaba abierta o no, estaban demasiado pendientes de que los bichitos no se les subiera más de la cuenta por las piernas, Aizha estaba muy preocupada, su estatura hacia que le subieran más rápido de lo que queria.

Dylan fue el primero que se atrevió a observar la puerta, cada paso que daba hacia ella hacia que del suelo levitara el polvo y bichos voladores intentaran posarse más arriba de la cintura, se tapó la nariz y boca con un pañuelo para evitar tragar ese polvo. Se percató que la puerta, que extrañamente no tenia el polvo como en el resto de lugares, tenia algunas inscripciones en un lenguaje que no entendia. Miró a Aizha, que estaba en su batalla contra los insectos voladores, entonces, se escuchó algo detras de la puerta, como si arañaran la pared, Dylan sacó rapidamente el kama y descolgó el escudo.[/i:81b87f6fd1]

- ¿Has escuchado eso? -preguntó mientras se aproximaba a la mediana-
- Sí -sacó su daga- ¿serán los topos trabajando?
- No creo que esto sea cosa de to... -el sonido se hizo más fuerte- Tsk... voy a mirar a ver que es

Se aproximo a la puerta, el sonido cada vez era más continuo, cuando estaba cerca de la puerta salia vaho de su respiración, el anillo que le protegia de las inclemencias del tiempo evitó que se percatara que la temperatura habia bajado considerablente. Ahiza se acercó a él y al notar el frio se puso otro anillo igual.

- Si que hace frio aqui -comento mientras se agarraba al pantalon de Dylan-
- Suele ser por apariciones de muertos - le contesto mientras posaba su mano sobre el pomo, medio caido- Voy a abrirla, preparate por si hay que luchar -Ahiza asintió-

[i:81b87f6fd1]Trató de abrir pero estaba cerrada, miró a Aizha y esta le entendio sin que le dijera nada, sacó sus utensilios y consigio abrirla, gracias a que la cerradura estaba medio descolgada.
Dylan abrio con sumo cuidado, echando la vista al interior. No vio nada.
Entro con mucho sigilo, al poner el primer pié en el suelo notó humedad. Pero no quiso mirar al suelo, buscaba otra cosa. Echo una vista rápida a la sala. Esta era ahora cuadrada, con las paredes igual que la anterior pero con una diferencia, estaba con menos polvo, no habia insectos por las paredes. Miró el suelo y vio como el agua que habia en algunas zonas cubriendo el suelo se movia como si alguien las pisara.

Ahiza entró despues que Dylan, buscando que producia el sonido, aparentemente, no habia nadie en la sala.[/i:81b87f6fd1]

- No veo nada -dijo Aizha casi en un susurro-
- Yo tampoco, además el sonido a dejado de emitirse.

[i:81b87f6fd1]De pronto, las paredes empezaron vibrar, el suelo se movia, los dos consigieron mantener el equilibrio. Un trozo del techo cayó y estuvo apunto de caer encima de Dylan que con un rapido movimiento evito que le golpeara. El tembor paró.

Buscaron puertas ocultas, trampillas y otra puerta por la que continuar, pero, no habia nada, solo una habitacion de 8 metros de larga y 8 de ancha.[/i:81b87f6fd1]

- No hay salida por otro lado -le informó Aizha mientras guardaba la daga-
- Entonces habrá que volver por la que hemos venido.

[i:81b87f6fd1]Dieron media vuelta y atravesaron la puerta, volviendo a la habitacion del polvo y los insectos, pero con una novedad.
Un hombre, con el pelo negro como el ebano estaba en medio de la habitacion, su aspecto era el de un hombre de unos 40 años tenia un baston en la mano. Vestia una tunica desgastada, de color gris y negra, sin mangas y con algunos cortes. Su mirada era vacia, los ojos blancos daban impresion de que les miraba más alla de sus cuerpos. El hombre no se movia. Solo los miraba[/i:81b87f6fd1]

[size=9:81b87f6fd1]Continuará...