KHEYNAN

19/10/2012 19:25:11

Tras acabar la reunión con la duquesa Lady Marilyn Bajasliebres, Lucien permaneció en la sala un rato mas hablando con Jarreth sobre como coordinarnos, mientras hablaban los dos nobles un hombre se les acerco, Lucien al ver al hombre le pregunto en que podía ayudarle a lo que el hombre le contesto preguntando si habían visto a Dhelm*Alto sacerdote de la orden de los inocentes* a lo que ambos nobles respondieron que no. Tras hablar unos instantes se presentaron, el hombre se presento como el reverendo padre de la Orden de los Caballeros de Kúldar de Barakmordin de Ilmáter Darrom Vallason, tras las presentaciones el sacerdote parecía algo nervioso.
Lucien al ver la inquietud del hombre le pregunto si estaba bien y si ocurría algo, al hombre le costo hablar del tema pero termino contando lo que ocurría.
Nos contó que hace unos días llevaron el cadáver de una mujer al templo que había muerto por unas fiebres muy altas y que presentaba unas manchas rojas en la piel y en los ganglios, después de que le llevaran el cuerpo muchas personas acudían al templo enfermas y mostrando los mismos síntomas. La mayoría de esas personas viven en el barrio de las caravanas, esto alarmo al paladín y tras escuchar lo que le contaba el sacerdote reconoció los síntomas como un tipo de peste. El paladín le ofreció su ayuda al sacerdote y cuando terminaron de hablar partió en dirección al barrio de las caravanas para ir a la casa de la mujer asesinada por los licantropos donde encontraron varios restos de gatos muertos y el de la dueña del hogar.

Reb

21/10/2012 22:09:05

Estaban en el lado norte de la ciudad. Acompañaban a un atribulado Delal, casi irreconocible y desmemoriado hasta la posada, donde esperaban darle mejores cuidados. Lucien y Valdor estaba también, junto con Isis. Entonces pasó aquella mujer. Era ya vieja, andaba encorvada. Tosió. De forma automática, Leb giró la cabeza hacia ella. No debía ser una mujer de buena posición, sus ropas eran sencillas. Dejaban a la vista su piel. Las úlceras eran evidentes. Y también avanzadas. Los dioses les estaban probando y lo hacían duramente. Ahora aquello... a esa mujer no le quedaba mas de un mes de vida. ¡Lucien! llamó Leb.. la mujer... hay que internarla - vino a decir el clerigo, o algo similar... mientras guiaba a Delal-. Esa mujer no podía seguir rondando por la ciudad...
La palabra era temida como la muerte misma. La peste.

KHEYNAN

23/10/2012 16:59:29

Lucien al ver a la mujer enferma la busco hasta dar con la casa donde vivia, el paladín llamo a la puerta y se identifico ante la señora que abrió sin dudar. La señora sorprendida al ver al joven caballero ante su puerta le dijo que ella ni sus nietos habían hecho nada malo, Lucien le dijo que había venido por su enfermedad y que la curaría.
La señora una persona ya mayor, vivía sola con sus nietos ya que su nuera murió hace unos años y su hijo un comerciante de la ciudad había muerto recientemente por la enfermedad. La señora llevo al caballero ante los niños y tras hablar con la anciana sobre su situación y estado, Lucien le pidió que se fuera a su cuarto y no saliera hasta que el le avisara. Tras ver la gravedad en la que se encontraba la niña se puso a trabajar de inmediato, sacando todo lo que pueda estar contaminado de la habitación, el paladín sabia que si dejaba esas cosas allí la niña podría recaer.

Cuando ya estaba la habitación limpia, Lucien por medio de los dones que le otorga su dios le quito la enfermedad y sano sus heridas, la niña de apenas 4 años recupero la alegría y el apetito. Lucien le dijo a la niña que debía descansar y alimentarse para terminar de recuperarse y que no podía abandonar la habitación hasta que el no lo dijera, la niña asintió y pregunto si era un juego a lo que el paladín le contesto que no, que era por seguridad.
Después de dejar a la niña en su cuarto fue a visitar a su hermano de unos 10 años, el niño no quería que lo curara ya que pensaba que todo lo que le estaba ocurriendo era un castigo por haber mentido a su padre antes de morir, el paladín le aclaro que no era así, que esto no había ocurrido por que el hubiera mentido aun que estaba muy mal. Tras hablar con el niño se convenció y se dejo sanar por el paladín que limpio la habitación como hizo con su hermana y habiendo gastado sus dones con la hermana del pequeño rezo a Helm para que le ayudara.

Helm escucho las plegarias del paladín y lleno su cuerpo de una energía cálida que poco a poco fue expulsando la enfermedad del cuerpo del niño. Luego atendió las heridas del crió con un ungüento que preparaba Edelgar, cuando acabo de atender las heridas del pequeño fue a sanar a la anciana que pese a la avanzada edad era la que mejor gozaba de salud. Lucien hizo lo mismo que ne las otras dos habitaciones y comenzó a rezar a Helm para que curara a la anciana pero el cuerpo del paladín estaba agotado y cayo rendido por el esfuerzo. Lucien salio de la habitación y durmió en el pasillo por si ocurría algo en la habitaciones de los crios.
A la mañana siguiente Lucien recogió todo lo que podría estar inferctado y lo corto en pedazos pequeños para quemarlos en el horno. Luego atendió a la anciana curando su enfermedad y sus heridas, salio de la habitación para ver como estaban los pequeños y cuando vio que todos estaban bien, se fue al mercado para comprarles las mantas y sabanas que había quemado por precaución.

Jack_Botas

24/11/2012 18:39:27

El barrio de Las Caravanas había sido puesto en cuarentena para erradicar el foco de peste que desde hacía días había hecho presa en sus gentes. Leobald había pasado los días de cuarentena con ellos, ajeno a bailes de sociedad y sonrisas impostadas. Había problemas serios y sentía su deber estar al lado de los más débiles. Había escasez de alimentos y siempre había alguien sin escrúpulos que se aprovechaba de la situación.
Leobald había donado el oro que le quedaba a la iglesia de Ilmater de la ciudad para paliar los gastos derivados de agua, comida y ropa limpia para los afectados. Ahora era un noble pobre, pero el oro nunca tuvo importancia para él y lo creía bien invertido. El caballero se preguntó por qué el resto de los nobles no estaban resolviendo esto en vez de celebrando el Verdor. La nobleza de Darromar, no estaba seguro de querer formar parte de ello, pero quizá no hubiera alternativa.

El sol del tercer día de cuarentena estaba punto de ponerse. Leobald se acercó a lavarse el sudor del día al pozo junto a la atalaya del barrio de Las Caravanas. El agua era fría y le alivió el peso del día. Se descubrió a si mismo con la mirada perdida entre las flores de los árboles cercanos.

-¿Margaritas o violetas? –dijo una voz rota detrás unos metros por detrás de él.

El caballero se volvió para ver a su interlocutor. Una anciana descansaba en una mecedora junto a la puerta de su casa.

-¿Margaritas o violetas? –volvió a preguntar mirando al caballero- ¿o quizá eres de esos que prefiere los geranios?...mmm, no, salta a la vista que no, son una planta para los jóvenes y ninguno lo somos, ¿verdad? -la anciana sonrió en una mueca agradable y sincera, dejando ver una dentadura envidiable para su edad.
-Nunca me he fijado en las flores, ciertamente, no puedo responderos -se disculpó el paladín con un suspiro cansado.
-Los geranios son fragantes y sus flores rojas y vivas, pura pasión, puedes cortar untrozo y crecerá fácilmente con los cuidados apropiados y algo de cariño. Pueden aguantar bien el calor, pero nunca sobreviven al invierno. Son una planta de verano. No decididamente no es vuestra flor –señaló un conjunto de flores rojas un poco más allá y guardó silencio un instante antes de continuar.
-Las violetas, ¡oh! Su fragancia es dulce como la miel y su color es el de la mirada de un recién nacido, puro, suave. El color que muchas mujeres escogen para su boda o el Verdor de su mayoría de edad. Es una buena flor. Dicen que es capaz de crecer en lo alto de las Estrial. Sí, podría ser vuestra flor –la mujer señaló el macizo de flores junto a sus pies.

Leobald se agachó para oler una de las flores violetas junto a sus pies. Su olor era penetrante y dulzón. El caballero reparó en el resto de flores del macizo. Acercó la mano para tocar unas margaritas un poco más allá, casi sin pensarlo.

- Margaritas, claro –La anciana sonrió- prácticamente malas hierbas, crecen en cualquier lugar. Su color no es intenso, ni su aroma fragante, no se las regaléis a una chica jamás. Vulgares margaritas, benditas margaritas. Alivian heridas, ampollas, quemaduras y aligeran hinchazones. ¡Ah! Y son estupendas para las ensaladas. Útil de los pétalos hasta la raíz. También son mis favoritas.

Se levantó algo de viento y la anciana tembló. Hacía rato que se había ido el sol. La mujer se despidió con un gesto y entró en su casa dejando al caballero a solas.

Dragonslav

27/11/2012 11:58:54

La noche del tercer día de cuarentena había sido dura, pero nada comparado con la mañana, el estallido por el que estaba en cuarentena el barrio se había producido finalmente y como consecuencia, decenas de enfermos se agolpaban en las camas que había preparado el templo para dar cobijo a los enfermos, grupos familiares enteros, compañeros de trabajo y vecinos habían enfermado a la vez. La situación se volvía tensa, pues los que no estaban enfermos querían salir, pero los clérigos de los accesos solo podían garantizar la salida segura de pequeños grupos y muy pocos se arriesgaban a dejar sus casas vacías.

Los carros con comida para los más necesitados del Barrio de las Caravanas en Darromar estaban llegando, cargados con harina, legumbres y cereales, productos que aguantarían un tiempo mientras la situación se normalizase. El reparto de la comida fue bien, Lady Laura Davis y Dulce habían ido para tener un gesto de caridad con estas personas tan necesitadas, las sonrisas y los agradecimientos subieron el animo de las voluntarias, mientras a su lado, la guardia y los líderes de la comunidad de las caravanas velaban por la seguridad de la comitiva.
Después de media hora de reparto en la que apenas pasó algo, un mendigo se acercó a los carros, iba algo borracho y tenía en sus cara las marcas de la peste. La multitud reunida le dejaba paso, nadie quería interponerse en su camino, de modo que llegó a la altura de las dos jóvenes damas. Alzó las manos pidiendo dinero y bebida, lo que fuera para mitigar el dolor que sentía. Laura le dijo que debía ir al templo, que allí le atenderían. El mendigo se retiró, pero se acercó demasiado a un hombre, que le golpeó con su bastón en la cara. De la boca del mendigo salió disparado un chorro de sangre, que impactó en el pecho de una mujer, presa del pánico y el miedo comenzó a gritar. Fue el inicio de la turba.
La multitud entró en pánico, algunos se desbandaban, otros querían salir y presionaban a la guardia y unos pocos querían aprovechar el revuelo para coger las cajas de comida. La guardia contenía a la multitud, pero la presión cada vez se hacía mayor, varias personas cayeron al suelo y en el carro de la comida, Laura y Dulce se movieron para buscar refugio, quedando atrapadas entre los edificios y la multitud. El miedo atenazaba a Dulce, mientras Laura se deshacía de quien se acercara demasiado.

Los refuerzos llegaron en poco tiempo y el terreno que había perdido la guardia fue recuperado poco a poco, pero aún estaban lejos de la pareja de damas que había acudido en misión humanitaria. Un hombre corpulento cogió a Laura del hombro, forcejearon y finalmente el hombre consiguió golpear en la cabeza a la dama, aturdida no pudo defender a Dulce, que era cogida en volandas, sobre el hombro de su captor gritaba desesperada. Uno de los guardias sacó su arco y trató de parar al hombre, su disparo impactó en la pierna y se hundió bastante, pero aquel hombre siguió alejándose de los guardias.
El disparo tuvo una consecuencia, la gente creyó que la guardia había atacado a los reunidos, sensación que aumentó cuando algunos se percataron de que las personas que habían caído al suelo durante el disturbio habían muerto. La impresión y el temor a más represalias por parte de la guardia hicieron que la turba se disolviera y la guardia pudo llegar a la posición de Laura.
El sargento Phillip encargó a dos patrullas la búsqueda de la otra dama y pidió a Laura que encontrara a Mark, uno de los hombres de Vitcha y un buen rastreador.
Cuando las patrullas regresaron de su misión, venían con un cuerpo, el hombre que se había llevado a Dulce tenía una puñalada en el pecho...

Rugrim

27/11/2012 17:58:39

Laura iba a demostrar que podía ser tan solidaria como cualquier otro: repartir las cajas de comida a los que peor estaban pasando la cuarentena impuesta por la guardia.

El trabajo se desarrollaba perfectamente, coger una caja, entregarla al primero de la cola y apuntar su nombre en una lista de entregas. Pero de repente, un borracho irrumpió en la fila causando confusión y desorden y antes de que Laura se diera cuenta una marbunta de gente saltó el bloqueo y se dirigió hacia ellas. Cogió a Dulce de la muñeca y la sacó de la trayectoria de la turba para refugiarse en unas escaleras. Allí esperarían hasta que la guardia las sacase.

Sin embargo, la multitud estaba enfurecida y pretendían coger a las chicas. Laura consiguió apartar a algunos, pero uno consiguió golpearla con algo duro y contundente. El golpe la dejo aturdida y tuvo que sentarse para no perder el equilibrio. Vio con impotencia como arrastraban a Dulce hacia la marabunta y la perdía de vista.

Los siguientes instantes fueron muy confusos para Laura y cuando consiguió orientarse de nuevo, un guardia la estaba ayudando a levantarse y la llevaba hacia la seguridad de la barricada donde le curaron las heridas.

Laura estaba preocupada por su compañera y se ofreció voluntaria para ir a buscar a un rastreador llamado Mark junto con Rick, un guerrero que estaba por alli.

KHEYNAN

01/12/2012 13:53:35

*Lucien tras pasar la revisión en la en la tienda con el sacerdote, sale de la ciudad y se dirige a la torre de magia*

KHEYNAN

06/12/2012 14:06:31

*Lucien mando a varios de sus guardias ha encender varias fogatas para calentar agua en los calderos, una vez caliente el agua la usarían para limpiar las calles cercas al campamento de la entrada para bajar el riesgo de infección. Mientras sus hombres cumplían Lucien fue puerta por puerta interrogando a la gente, buscando testigos de lo ocurrido con Dulce y los asesinatos*

KHEYNAN

08/12/2012 10:49:55

Lucien al ver que limpiando las calles con agua muy caliente alivia la situación decide ampliar el radio y abarcar mas calles, para poco a poco tener los focos de las calles controlados. Una vez da las ordenes oportunas al empezar el día, Lucien no cesa en su empeño de dar con los culpables y encontrar a su amada Dulce.

Dragonslav

11/01/2013 14:03:43

Los alquimistas e ingenieros de la torre arcana habían recibido un encargo del alguacil, conseguir un método viable y no agresivo para acabar con los animales y parásitos que propagaban la enfermedad. Después de mucho trabajo se elaboraron dos métodos distintos. El primero era un jabón con propiedades insecticidas, que sumado a la campaña de limpieza promovida por la guardia reduciría la tasa de contagios. El otro proyecto consistía en unas trampas de pegamento, capaces de evitar que las pulgas saltarán de un lugar a otro cuando las ratas o las palomas eran capturadas.

Con un intenso limpiado de las calles, jabón para que los ciudadanos no pillaran pulgas, trampas en las calles para atrapar ratas y un protocolo de incineración de prendas y cadáveres infectados, la epidemia está controlada en estos momentos. La tasa de infección se ha reducido hasta igualar la tasa de cura, de modo que, aunque los templos trabajan para seguir curando enfermos, no hay una saturación y solo los enfermos más débiles mueren por complicaciones con otras dolencias, generalmente en zonas rurales de la periferia.

Por el momento la ciudad está tranquila y todos los esfuerzos han dado como resultado que la actividad y el trabajo de la zona no se vean afectados.

KHEYNAN

11/01/2013 16:03:32

Cuando recibe el aviso de la torre sobre los remedios que han planteado, Lucien avisa a los sumos sacerdotes de los distintos cleros y les pide que se reúnan con el en la torre arcana para planear un plan de erradicación de la plaga. Después se dirige a la torre arcana para que los arcanos les expliquen en que consiste y que necesitarían para realizar el proyecto.

KHEYNAN

18/01/2013 19:43:56

La profesora en alquimia atendió al joven paladín en la entrada de la torre, tras las presentaciones la profesora procedió a explicarle como había avanzado la investigación.
Habían desarrollado un jabón lo suficientemente fuerte y seguro para su uso en personas capaz acabar con pulgas y otros insectos, las liendres seguían siendo un problema y todavía debían de seguir quitándose manualmente. También habían desarrollado una trampa a base de resinas naturales para atrapar a las pulgas y sus portadores.

Para llevar a cabo el jabón se necesitaban grandes cantidades de dos componentes, grasa de Troll y glándula de bestia corrosiva. El joven paladín tras informarse de como debía extraerse cada componente, se despidió de la arcana y se dirigió a su despacho para idear un plan.