Draconiax

25/08/2005 15:25:59

[i:444e4192ee]Y llegará el día en que un ser puro de corazón dará de nuevo la vida a uno de los males más puros. Llegado ese momento, solo aquellos nacidos en comunión con la magia podrán acabar con él, aunque el mal nunca desaparece...
El Sabio Alaundo, profeta.[/i:444e4192ee]

Era una calurosa mañana la que había en la ciudad de Calimport ese día, de eso no cabía duda salvo quizas para Draconiax, cuyo cuerpo de semidragón con el paso del tiempo había dejado de notarlo salvo en las temperaturas más extremas. Como todos los días desde que había acabado en la ciudad humana, se dirigió al mercado en busca de provisiones o algún objeto interesante, cosa que no le era muy habitual de ver en el puesto de Bunus desde hacia meses. Se percato entonces, de que junto a la torre del mercado, se encontraba la que había sido su discípula Annika junto a un guardia encapuchado, que supuso que seria su amigo Rander, un paladín de Torm.
Se acerco y saludo, tras lo que noto algo raro, su compañero Rander parecía más viejo (de hecho, era un viejo) y casi no podía tenerse en pie.
-¡Rander!, ¿que te ha pasado? -pregunto inquieto el semidragón
-Draco...la espada, busca la espada y destrúyela... -respondió el paladín con voz sepulcral.
-¿Qué espada, de que me hablas?
-No será la espada de ayer ¿no? -pregunto Annika
-Encontrad la espada, por favor...
-En serio, de que espada habla, ¿tu lo sabes Annika?
-Si, pero yo he llevado dos como esa y no me paso nada.
-La Vástago de la Cuchilla de Ánima, encontradla por favor...
-Esta bien, ahora mismo buscaré la espada, pero antes hay que llevarte al templo para que te vean.
-Espera, antes pedidle perdón en mi nombre a Pesmerga por lo de su mano.
-Lo haremos Rander -respondió la humana -pero en cuanto puedas, deberías hacerlo tú en persona.
-No hay ningún problema, enseñadle esto cuando lo hagáis -reas estas palabras, el paladín arrojo una insignia al suelo, Draconiax la reconoció como la insignia de la orden del Brazo de los Justos.
-Esta bien, pero lo primero es llevarte al templo, Annika tu espera aquí hasta que vuelva y buscamos esa espada.
-Bien, aquí te espero.
Tras llevar a Rander al templo, Draconiax y Annika partieron en busca de la espada maldita.
Pasados unos cuantos sucesos, y tras separarse en algún momento del viaje los que fueran en su momento maestro y discípula, Draconiax llega a Calimport con una de las Vástagos de la Cuchilla de Ánima en su bolsa, con grandes deseos de acabar con el mal de su amigo.
Al llegar al templo, descubre que su amigo ya se ha ido a ejercer su trabajo de guardia, habiendo recuperado ya su aspecto habitual. Tras la noticia recibida, Draco se dirige hacia el mercado a ver a Rander.
-Valla, se te ve mejor, por lo menos ahora no pareces una pasa -saluda sonriente el draconiano al paladín -por cierto, ya encontré la Vástago, tu dirás que hacemos.
-Salgamos a un área despejada y allí yo me encargo de destruirla, así que vamos.
Juntos, los dos compañeros salen de la ciudad, y Rander comienza a usar los conjuros que le concede su dios para intentar destruirla. En vista de la poca eficacia, Draco intenta fundirla con su aliento de fuego, logrando el mismo ineficaz resultado. Tras esto, Rander desenvaina su espada mágica, comienza a salmodiar un conjuro y su arma empieza a rezumar de poder mágico, tras lo cual, ataca a la espada maldita, tras lo cual esta se agrieta y Rander sale despedido hacia atrás por una explosión que provoca la destrucción de su arma. Entonces, de la espada comienza a surgir una forma demoníaca, lo que provoca que los dos compañeros se pongan alerta. Draco desenvaina su espada flamígera, Rander por su parte saca un mandoble que le colgaba de la espalda a falta de su recién destruida espada.
-Supongo que tu eres una manifestación de la espada -dice Draconiax a la nueva criatura que se erige ante él.
-Yo soy la espada -responde el ser.
-¡Qué quieres de mi! -exige el paladín -¿Porqué me hiciste eso a mi?
-Porqué buscas lo mismo que yo, buscas el poder y la dominación.
-Eso no es verdad...
-¡Claro que sí! He visto lo que hay en tu mente, posees un corazón fuerte que ansía el poder. Únete a mi, y juntos dominaremos todo Faerun.
-Aspiras a poco por lo que se ve -comenta Draconiax al demonio.
-Eso no sucederá -responde el humano -Draco no te metas, y tu prepárate, porque acabare contigo.
Tras estas palabras el paladín comienza un épico duelo contra el demonio de la espada, siendo un combate entre contendientes de un gran poder, hasta que la férrea voluntad del servidor de Torm acaba por decidir el enfrentamiento, acabando con el maligno ser, tras lo cual la Vástago de la Cuchilla de Ánima desaparece.
-Bueno, supongo que esto se habrá acabado -Comenta el semidragón.
-Eso espero amigo, eso espero -Responde el paladín, sintiendo algo extraño en su interior, como si el suceso de hace unos instantes no fuese más que el principio. Mientras una de sus Vástagos caía, la esencia de un terrible mal se regocijaba en su vaina. Acababa de encontrar a su portador, y con la caída de esa Vástago, acababa de recuperar una parte del poder perdido en su creación. Sin duda, el futuro próximo sería glorioso, no le cabía duda a ese mal conocido como la Cuchilla de Ánima.

//lo que voy a ir poniendo es lo que vio mi pj, asi que me gustaria que los que hicieron cosas sin estar este alli, como acabo, o cosas que pase por alto lo digan.

Draconiax

25/08/2005 15:26:53

La bebida era mala, el olor horrible y la compañera de viaje que les había tocado en esta búsqueda de aventuras no podía ser peor, pensaba Draconiax, mientras reconsideraba si el peor de sus males sufridos había sido ser exiliado o haber probado esa cerveza, lo que estaba claro es que Fuerte Liam y concretamente esa posada no eran el lugar de sus sueños. Sentados con él se encontraban su compañero Rander y una druida elfa llamada Lagewang, la cual a parte de tirarle descaradamente los tejos a su compañero parecía no tener mejor afición que hacer comentarios “graciosos” acerca de sus alas o sus cuernos, vamos, la felicidad absoluta.
Ya habían ido sus compañeros a sus habitaciones y Draco aún seguía dándole vueltas a sucesos del pasado, sobre todo del pasado reciente y de esa espada que había hecho comportarse de manera extraña e incluso había debilitado a su amigo. Ya había visto antes otras espadas como esas y no comprendía como podía haber sucedido algo así. Tras considerar que sencillamente no merecía la pena seguir pensando en ello, dejo su asiento y se dirigió a su habitación, pensando en el merecido descanso.
La sorpresa que se llevo en el pasillo de las habitaciones se podía ver claramente en su cara, pues allí se encontraban Lagewang(lo cual no era tan sorprendente), Alissia y Reella, unas conocidas suyas y en el centro de la escena Rander luchando contra el elfo Iolilmar, del cual había visto sus grandes cualidades con el arco anteriormente, pese a que ahora luchaba con espada, y esa espada le sonaba demasiado, no podía ser otra, era una Vástago.
-¿Otra vez problemas con una Vástago Rander?
-Esta no es una Vástago, es la Cuchilla de Ánima original. -dijo el paladín mientras asestaba un golpe a su adversario -tenemos que quitarsela.
-No le hagas caso, quiere la espada, detenle -se defendió el elfo.
Dado el conflicto de intereses, Draconiax decide no interceder y tras un rato Rander deja contra las cuerdas a su rival, quedando este vecido.
-Ten la maldita espada, pero recuerda que con ella perderás a Nissa.
-Si, claro, lo que tu digas -tras lo dicho, Rander se agacha y recoge el arma, tras esto, su expresión cambia en una mueca de pura maldad.
-Esto, Rander, deberías soltar esa espada -comenta Draco con cierta preocupación -ahora.
-Jajaja, estúpidos mortales, ahora dominaré el mundo, preparaos para lo que esta por llegar.
-Ya decía yo desde hace mucho como era realmente ese paladín -comente Reeya.
-No es él, es la espada, asi que Rander, vuelve en ti y dame esa espada o tendré que quitártela yo -amenaza el semidragón al que fuese su compañero.
-Ja, estúpido engendro, ven y enséñame lo que vales -responde el poseido paladín.
-Bien, si lo quieres asi, ahora veras maldita espada -tras estas palabras, Draconiax desenvaina su espada y se dirige con una expresión nunca vista en él, y un fulgor rojo brillando en sus ojos, pareciendo mucho menos elfo de lo habitual.
-¡No lo mates! -exclama Alissia
-Tranquila, no voy a matarle, voy a noquearle -tras la respuesta, el draconiano se lanza al ataque, lanzando un fortísimo ataque que logra parar el poseído paladín, que retrocede unos pasos por la fuerza del golpe.
El combate empieza, ambos contendientes poseen una habilidad parecida, y el enfrentamiento resulta igualado, hasta que la superior fuerza y resistencia del semidragón hacen que al no permitir que Rander pueda herirlo, deciden el resultado del combate. Cuando Draco tiene entre la espada y la pared al paladín, este dice unas palabras y desaparece de la habitación mientras el ultimo golpe de Draconiax golpea a la nada.
-¡Mierda! -grita lleno de furia el mestizo -se ha ido.
-Te lo dije -comenta Iolmar -pero no me hiciste caso.
-Lo malo ahora es que podría estar en cualquier sitio, ese conjuro da mucha libertad.
-Él pasa mucho tiempo en Calimport, seguramente fuese allí.
-Sea como sea hay que encontrarlo, así que buscare por los alrededores del pueblo, quizas siga aquí. -dicho esto, Draconiax abandona la posada y se pone a buscar durante la noche al paladín y la espada. Tras horas de búsqueda, regresa a la posada sin ningún resultado.
-Parece que no esta en las cercanías, así que recogeré el equipaje e iré a Calimport, si alguno quiere venir... -de improviso, las palabras del semielfo son interrumpidas por el casi irreconocible Rander, que hha vuelto, y esta vez mostrando claramente como el poder de la espada corre por su cuerpo.
-Jaja, parece que me buscabas, pues aquí me tienes draconiano, ven y derrótame si puedes -le reta Rander
-Tranquilo, esta vez no volverás a huir maldita espada.
-¿Huir? No tengo ninguna necesidad no puedes compararte a mi.
Comienza lo que parece el segundo asalto, y el mestizo comprende que se da algo que antes no sucedía: el paladín ahora es mucho mas fuerte que antes, casi igual de fuerte que él. El duelo épico es ahora mas terriblemente igualado, las espadas mágicas de ambos echan chispas de energía arcana cada vez que chocan, ambos contendientes muestran la determinación de los que no se rinden. Los demás no interceden y contemplan la batalla.
De repente, uno de los golpes del semidragón engancha de lleno al humano y lo estrella contra la pared. El combate parece decidido, Draconiax ya se aproxima a dar el golpe final de la contienda, cuando de pronto, tras las palabras de su rival, surge una descarga de energía roja que debilita de manera desproporcionada a Draco. Este cae de rodillas, mientras intenta ponerse en pie. Lo último que escucha antes de ver todo oscuridad son las palabras “buenas noches”. Tras él, el resto de presentes de la habitación caen uno a uno ante el poder de la Cuchilla de Ánima. Parece que no contento solo con esto, el oscuro caballero amontona a todos los derrotados en una habitación mientras comienza a regodearse de lo poderoso que es. De repente, el paladín recupera la conciencia y arroja la espada a un lado.
-Pero...¿qué he hecho?
Tras unos instantes, Draconiax se levanta poco a poco, alza la vista y ve a su compañero, el cual posee una cara de autentico arrepentimiento.
-¿Rander?
-Lo siento mucho, de verdad, que...
-Tranquilo, ¿donde esta la espada?
El paladín señala a un lado y el hechicero se acerca de recogerla, justo cuando la coge entre sus dedos, la espada grita en la mente de Rander -¡No le dejes!
Draconiax guarda en su bolsa mágica la espada y se fija que la magia que rodeaba a Rander cuando le derroto sigue en él.
-Dame la espada -exige el paladín.
-No -responde el semidragón mientras se percata de donde se encuentra su espada tirada.
-¡Dámela! -grita el paladín mientras desenvaina el mandoble de su espalda y lanza un ataque contra Draconiax, que esquiva el golpe tirándose al suelo, rueda, coge su espada y se lanza también al ataque. Entonces, Rander lanza una descarga de energía roja contra el semielfo, que la esquiva en el último momento.
-Ese truco no te servirá dos veces, ¡idiota! -tras la vacilada el semidragón se traga de pleno la tercera descarga del día, perdiendo casi todas sus fuerzas.
-A la tercera va la vencida -dice sonriente el paladín caído.
Viendo una situación insalvable, Draconiax busca una opción que le de tiempo a recuperarse, entonces, se percata de una trampilla abierta en el suelo de la habitación. Esquivando por los pelos el golpe de gracia de Rander, Draco se lanza hacia la trampilla y se deja caer. Viendo la situación, Rander empieza a celebrar su nueva victoria, dándole la espalda a la trampilla.
-¡Jajaja! Ha huido, y con lo debilitado que ha debido de quedar, tardara mucho en recuperarse, asi que solo necesitare unos minutos para recuperar fuerzas y podré recuperar la espada... -de improviso, un golpe fortísimo le da en la espalda y lo lanza para adelante, el caballero se gira para poder ver y evitar el siguiente espadazo.
-Pero...¿cómo?, deberías estar arrastrándote...
-Te sorprenderías de lo efectivas que son algunas pociones...
El tercer enfrentamiento empieza, y parece que esta vez a Rander no le quedan trucos, tras dar y recibir unos cuantos golpes, de repente Rander salmodia un conjuro y los ataques del semidragón dejan de ejercer efecto sobre él. Dandose cuenta del hecho, se detiene y queda frente a su rival.
-¿Tienes miedo de mi poder? ¡Jajaja!
-No, porque de echo ya no te queda
En ese momento aparece por la puerta Annika
-¿Qué sucede aquí?
-¡Annika, sal de aquí ahora mismo! -le grita Draconiax
En ese momento, Rander ataca a la recién llegada, anulando su conjuro, lo que le permite a Draco abalanzarse sobre él y atacarle. Tras una serie de golpes, Draconiax logra asestarle un golpe que de no haber sido por la protección mágica del paladín habría acabado con él. En este caso solo lo noquea, disipando la magia que había sobre él. Acabado ya el combate, Draconiax amordaza y ata a su rival, de tal manera que no pueda usar ningún tipo de conjuro. Tras eso ayuda a volver en si al resto de victimas de la locura del paladín poseído. Tras marcharse casi todo el mundo, solo quedan con los dos contendientes Annika y Alissia.
-Bueno, necesito vuestra ayuda, de echo es mue importante -dice Draco mientras se coloca sobre el hombro al paladín, el cual no para de llorar lastimeramente.
-¿En serio? -pregunta Annika
-Si, yo cargando con él no puedo usar las armas, así que necesito vuestra protección hasta Calimport para así poder llevarlo al templo.
-Claro, cuenta con nosotras -dice Alissia.
-Bien, en ese caso, en marcha.

Draconiax

25/08/2005 15:27:35

El viaje había sido largo, y pesado, pues cargar durante kilómetros con el ahora amordazado paladín sobre el hombro había sido como poco cansino pensaba Draconiax mientras se acercaba escoltado por Annika y Alissia a la entrada de Calimport. En una ocasión normal no habría pasado por alto el ver a un drow en mitad del camino como había sucedido, pero la situación requería un tiempo que no podía malgastar con un miembro de esa maligna especie.
Una vez dentro del mercado, parece que le debieron fallar las fuerzas, pues se le callo el amordazado Rander y le tuvo que ayudar a cargar con él Alissia hasta el templo, donde el clérigo supremo debería ayudar al paladín. Tras entrar en el templo de la ciudad, depositaron en un asiento a Rander, y se acercaron a hablar con el dirigente del templo.
-Saludos, lamento interrumpir lo que estuviese haciendo señor, pero necesito su ayuda en un asunto -comenzó Draconiax
-Hola joven, ¿en que puedo ayudarte?
-(¿Joven?, pero si le debo sacar por lo menos 140 años...) vera, necesitábamos que se hiciese cargo de mi compañero ahí amordazado hasta que encontremos una solución a su problema...
-Oh, ¡por todos los demonios! ¿¡Rander!?
-Esto, si, de eso quería hablarle, vera, ha sido afectado por una espada mágica, así que mientras buscamos una solución para acabar con ella nos gustaría que se hiciese cargo de él, eso si no le deje hablar ni usar las manos..
-Si claro, llévalo a una habitación de las de atrás. -dice el clérigo con cierta preocupación.
-Bien -tras estas palabras, el hechicero carga con su compañero hacia una habitación y lo coloca en una cama. Una vez hecho, el draconiano mira a su compañero y dice -tranquilo Rander, lograre devolverte a la normalidad y acabaré con esta maldita espada de una vez.
Encaminándose hacia donde se encuentra el sacerdote, Draco ve a sus compañeras Alissia y Annika conversando con una tercera mujer que ya había visto anteriormente, cuya apariencia delata que se trata de una usuaria de magia arcana. Se trataba de Nora Ashal.
-Así que decís que ya le han vuelto a dar venadas a Rander con la Vástago -comentaba la hechicera con las otras presentes.
-Esta vez no se trata de un Vástago, se trata de la Cuchilla de Ánima, la original -comenta el semidragón a los presentes.
-¿Y quién tiene la espada? -pregunta rápidamente Nora
-Yo, y tengo pensado destruirla, solo que aun no se como.
-Bien, yo se que hay que hacer para destruirla, solo hay que... -de repente es interrumpida por el clérigo supremo.
-¿La Cuchilla de Ánima?, llevaos ahora mismo a Rander de aquí, no quiere tener un cuerpo vacío en este templo.
-¿Qué quieres decir? -pregunta preocupado el semidragón.
-Con lo vinculado que esta a la espada, si la destruís es muy probable que muera, y no quiero muertos en mi templo, así que si vais a destruir la espada, ya tardáis en llevároslo.
-Pero necesitamos que se quede aquí, aunque es posible que muera, lo único que se le entendía mientras veníamos era que le matásemos, así que no queda mas remedio que intentarlo y para ello necesitamos que se quede aquí.
-Y yo vuelvo a deciros lo mismo, que os lo lleveis de aquí...

Tras una larguísima discusión con el clérigo, y gracias a la capacidad de persuasión de Nora, logran dejar al paladín bajo los cuidados del clérigo supremo de Calimport. Siguiendo las indicaciones de Nora, el grupo se dirige hacia las afueras de la ciudad en busca de un lugar vacío y amplio donde poder realizar los conjuros que permitan destruir la espada. Una vez allí, Nora es la primera en hablar.
-Bueno, coloca la espada en el centro del sitio -le ordena al semidragón -y poneos todos detrás mía.
Una vez cumplidos los prerrequisitos de la hechicera, esta comenta su plan -primero, lanzaré un conjuro de poder divino para debilitar a la espada, después usare otro conjuro que abrirá la tierra y hará que la espada caiga dentro. Bien, comencemos...
La hechicera empezó a realizar gestos y a salmodiar un poderoso conjuro, de repente, del mismo cielo calló una potente descarga de energía sagrada que hizo sufrir a la mente de la espada como pocas cosas podían hacerlo. Tras esto, y sin pararse siquiera un momento a descansar, comenzó un nuevo conjuro, surgiendo una inmensa bola que golpeo el lugar donde se encontraba el arma, derribando a los presentes mientras presenciaban como el ataque mágico (que reunía el poder de todos los elementos) abría la tierra y esta hacía caer en su interior a la malvada espada. Tras el terrible esfuerzo, Nora calló de rodillas exhausta por el esfuerzo realizado. Mientras las mujeres quedaban allí, Draconiax fue a comprobar como se encontraba Rander, para ver que lo peor que podía haber pasado se daba, Rander había quedado reducido a una balbuceante carcasa vacía, al menos de momento. Tras todo lo sucedido, parecía que habría que buscar de nuevo una solución para su amigo pensó el semidragón, lleno de amargura al pensar en la posibilidad de que no la hubiese.

En lo más profundo de Toril, una oscura entidad pensaba en lo sucedido, no dando crédito a los sucesos que había vivido recientemente, pues la Cuchilla de Ánima, una entidad de puro mal y corrupción, surgida de lo que había sido la oscuridad inicial, había presenciado dos sucesos absurdos se mirasen por donde se mirasen. Primero, su nuevo portador, imbuido en su terrible poder, había sido derrotado por un asqueroso híbrido de wyrm y elfo. Por si no fuese ya poca la vergüenza, el maldito engendro se encontró con una insufrible hechicera, que para mayor bofetada del destino, tuvo poder suficiente para exiliarla hasta las profundidades del mundo. Sin duda, esos malditos mortales pensarían que había sido destruida y su amenaza erradicada, nada más lejos de la realidad, pues ahora que había encontrado a un portador, lo recuperaría y la dulce venganza sería resuelta. Para desgracia de sus enemigos, la Cuchilla de Ánima no olvidaba, y Draconiax Hai Draco y Nora Ashal sufrirían todo el dolor que su ira era capaz de provocar, de eso, no le cabía ninguna duda. Pronto volvería, y el mundo caería a sus pies.

Superrudo

25/08/2005 18:20:19

draco un resumen no taria mal ¬¬ XD // tantas letras juntas m da dolor de cabeza XD //

Draconiax

25/08/2005 19:31:06

//bien, aqui va la version mu rapida, para la gente muy ocupada XD:

-Rander encuentra la cuchilla de anima original y se corrompe.

-Draco le cruje tras 3 peleas, le quita la espada y lo lleva a calim.

-Nora se "carga" la espada y Rander queda idiota.

El resto que lo pongan los que lo vivieron XD.

Elven_gladiator

25/08/2005 19:35:48

Nora le devuelve el alma a Rander
La espada quiere a Rander de nuevoç

Pregunta: Era tan dificil leerselo joder??

Un saludo a todos los vagos y vagas que haceis que este server sea lo mejor :wink:

MenelvagorII

26/08/2005 02:02:50

To lo larga que es y no se me menciona... draco.. algo tendras que ahcer para la proxima//

//por cierto siento rander no haber estado para recuperar tu alma.. ya he visto que draco ha hehco todo por mi^^

Elven_gladiator

26/08/2005 02:13:34

*En una de sus guardias, Rander escribe una carta...una carta para si mismo.*

Hoy, he conseguido volver a sentir a Nissha entre mis brazos, cosa que nunca habia deseado tanto. Ha sido un dia duro, pero ha merecido la pena. Estoy convencido de que estamos mas unidos que nunca, y que nos casaremos pronto. Mi meta sera hacerla feliz, como en cuantiosas ocasiones he intentado, pero esta vez tengo una cosa que no tenia, se que la fe me acompaña que esta ahi. Ya no temo a nada, aunque no subestimo a mi enemigo. Ahora sé que aun no he salido victorioso. La cuchilla sigue intacta pero esta vez, no caere de nuevo en su garra...esta vez no...Ahora espero con ansía poder casarme con Nissha, ya que las horas se me hacen interminables sin su presencia, pero no desespero, solo se que la paciencia y la tranquilidad son el camino. Lo tengo decidido...Mi espada solo sera un metal. La labia y la persuasion, mi único arma... creo que ahora, me siento mas decidido que nunca, a poder ser feliz, aunque tal y como marchan las cosas...Espero que Torm responda a mis plegarias y que esos dragones no hagan el daño que nadie merece. Y si no es asi, que me permita estar alli, para aliviar su sufrimiento...

*Tras estar minutos escribiendo y recapacitando el paladin guarda su pluma y guarda la carta en lo mas profundo de su mochila*