Edurald

18/12/2007 17:33:27

[b:6a028197ab]Diario nº 1: El bastardo

[/b:6a028197ab]Ya hace 22 años de aquello y todo lo que se es por rumores o lo que me contó mi cuidadora. El rey enano de aquella epoca era un deprabado y un mal rey. Un dia violó a una mujer del pueblo y la dejó embarazada y cuando el rey averiguó que este hijo era suyo ordenó matar a todo aquel que supiera de su existéncia. Antes de que la guardia del rey llegara a la casa, la mujer uyó de la ciudad con su hijo en brazos en busca de ayuda y asilo. Ese niño era yo.


[b:6a028197ab]Diario nº 2: El monasterio entre las montañas

[/b:6a028197ab]Después de dias y dias de vagar y pasar hambre mi madre encontró vislumbró a lo lejos unas luces cerca de un valle entre dos montañas; se acercó y recorrió el difícil y costoso camino que nos separaba de aquella edificación. Con sus última fuerzas llamó a la puerta dévilmente y se desmayó. Segundos mas tarde una joven elfa se acercó y nos metió dentro.


[b:6a028197ab]Diario nº 3: La vida en el monastério

[/b:6a028197ab]Mi madre murió tres días después de ser recogida por aquella elfa llamada Anáhana aún y haber recivido medicina élfica. Mi madre había dado su vida por protejer la mia y yo no me acuerdo ni de su rostro. Yo sobreviví a duras penas y me cuidaron alli. Me llamaron Edurald. Pasé mis primeros cinco años de mi vida aprendiendo lo más basico con Anáhana, a la que le habían encomendado mi cuidado, mientras ella recivía clases de mágia del maestro mago Maedhrol, un gran mago. A partir de los seis años comienzo a tener mis primeros recuerdos de aquel sitio. Recuerdo a todos los que habitaban en el monasterio:
-Lorog: Lorog era un elfo encargado de la cocina y era el hermano de Lorel.
-Lorel: Lorel era un elfo encargado de la gran biblioteca y el hermano de Lorog.
-Edgar: Era el doctor del monasterio y un gran guerrero, era humano.
-Terec: Era una elfa que cuidaba de los terrenos del castillo, especialmente del huerto. Siempre pensé que entre ella y Edgar había algo.
-Gordil: Era un enano druida que solia salir a la ciudad. No le veia demasiado.
A partir de los 9 años Edgar comenzó a instruirme en el arte de la lucha y mis tareas se iban haciendo cada vez mas complejas. Anáhana se había convertido en una gran maga y ella me entretenía haciendo aparecer animales o haciendo otros trucos; Maedhrol la regañaba por ello pero ella seguia haciéndolo. A los 13 años mis tareas se habian especificado en el campo y en recivir lecciones de Anáhana, que me hacía de maestra pero un dia, a mis 16 años unos bárbaros atacaron el monasterio.


[b:6a028197ab]Diario nº 4: Los bárbaros

[/b:6a028197ab]50 bárbaros atacaron el monasterio sin prévio aviso y comenzarona destrozar los cultivos. A Anáhana y a mi nos escondieron en una habitación. Yo quería luchar y ella también y nos prohibieron tajantemente el acercarnos a la batalla. La espera fué terrible y los fogonazos y los gritos nos llegaban desde los terrenos hasta que por fín cesaron. Al no oir nada, Anáhana y yo salimos de nuestro escondrijo y nuestra sorpresa fué fatal. 5 bárbaros habían entrado a la estáncia y se habalanzában sobre nosotros. todo fué rapidíssimo. Anáhana dijo unas palabras en élfico, un antiguo conjuro que no llegué a entender, y un fogonazo de luz llegó hasta mi y me desmayé.


[b:6a028197ab]Diario nº 5: La soledad

[/b:6a028197ab]Cuando desperté el monasterio estaba en ruinas y no se veía ni un solo cuerpo. Busqué y busqué y encontré los cuerpos de todos. Fué el por día de mi vida; tuve que enterrarlos a todos al lado de los restos del monasterio pero no pude enterrar el cuerpo de Anáhana ni de ninguno de los Bárbaros. Lloré mucho tiempo, me parecieron días pero me tuve que reponer. Finalmente fuí al cobertizo y cogí suficiente material como para viajar durante mucho tiempo. De repente oí los gritos de mas bárbaros que se acercaban por la senda de la montaña. Al princípio me sentí furioso y dispuesto a matarlos a todos pero una voz dentro de mi me detuvo. No sabía por que, pero salí corriendo y me adentré en el bosque.


[b:6a028197ab]Diario nº 6: En el bosque

[/b:6a028197ab]Me adentré mucho en el bosque hasta que mis cortas piernas me dijeron basta y caí rendido. La primera noche en el bosque la pasé en una cueba, agazapado y pelado de frío pero, de alguna manera que no comprendia me sentí acompañado. Dormí muy poco y por la mañana, con temor a salir de aquel bosque, me propuse hacer de aquel lugar una casa, mi casa. Hice un pequeño apaño con todo lo que tenía a mano y me construí una pequeña cabaña en lo arto de un árbol. Después, me fuí a conseguir un poco de comida.


[b:6a028197ab]Diario nº 7: La verdad sobre Anáhana

[/b:6a028197ab]Algunos dias después descubrí algo que cambió mi vida para siempre. La extraña sensación de compañía que me acompañó durante tiempo dió su porque. De repente, una voz dentro de mi me comenzó a hablar. Al princípio pensé que me estaba volviendo loco pero comprendí, después de mucho pensar que Anáhana había conectado de alguna manera su espíritu conmigo y me hablaba. Me preguntó si estaba bién y que no me dejara llevar por su muerte y la del resto de los habitantes del monastério y me explicó que el lazo que había creado involuntáriamente entre ella y yo me había traspasado la característica élfica de la longevidad eterna.


[b:6a028197ab]Diario nº 8: Aislamiento

[/b:6a028197ab]Habían pasado ya 3 años desde que el monastério fuese atacado y me había combertido en un jóven fuerte y astuto, todo grácias a las enseñanzas de Anáhana, que me seguia dando consejos y adiestrando. Al cabo de un tiempo Anáhana me comenzó a insinuar que quizas no tendría que seguir allí confinado en el bosque y de este modo, en mi 22 cumpleaños Anáhana se despidió de mi.


[b:6a028197ab]Diario nº 9: El adiós

[/b:6a028197ab]Fué como si parte de mi se desvaneciera, pero por otro lado me sentía libre y capaz de dejar aquel bosque que tanto me había servido de cobijo asi que apoquiné provisiones y me adentré mas en el bosque buscando un poblado.


[b:6a028197ab]Diario nº10: El viaje hacia la civilización

[/b:6a028197ab]Salí del bosque en un rumbo desconocido. se me hacía raro tanto espacio abierto ya que me había acostumbrado a los árboles y a las ramas. Al bajar de la montaña vi una pequeña aldea a las faldas de la montaña y me acerqué. Preguntñe dónde podía encontrar un trabajo y un hogar y me dijeron que la ciudad mas cercana era Calimport, a unos 10 días de camino asi que, dormí esa noche en la aldea y por la mañana partí hacia Calimport.


[b:6a028197ab]Diario nº11: El fin del viaje

[/b:6a028197ab]El paisaje se iba haciendo cada vez mas árido e inóspito. Numerosos trasgos y orcos me encotraba en mi camino cuando por fin, acalorado y medio quemado por el sol, me adentré en la ciudad. Antes de entrar vi un pequeño oasis. Bebí del agua aquella y me adentré en la ciudad proponiéndome un reto. Me aría fuerte para que nadie mas tubiese que morir por mi culpa.