Rugrim

10/02/2009 18:30:38

Nacida en un pueblecito pesquero, bañado por el Lago de Vaho y a pocos kilometros al norte de Tulmon. Su padre era pescador, mientras que su madre era la curandera del pueblo.

Antes de que empezará a andar, e incluso a gatear; su padre desapareció mientras pescaba en las tranquilas aguas del Este de Yeshpek y junto con su madre, aflijida por la pérdida de su marido, se alojaron en un cueva costera.

Aria pasó los primeros años de su vida sin más compañía que su madre y escasas visitas de los pueblerinos buscando los sevicios curativos de su madre.

Cuando cumplió los seis años, empezó a ir a la escuela, pero su estancia fue corta debido a que a muy temprana edad empezó a mostrar y desencadenar poderes muy poco comunes. Así pues fue su madre la que le enseñó tanto a leer, a escribir y otras tareas imprescinbles, como a utilizar sus recientes poderes.

Pasados unos años, en una de sus visitas al mercado, Aria vio a un chico, muy atractivo pensó ella; pero cuando fue a decirle hola, el chico salió corriendo. Algo contrariada, Aria utilizó un truco mágico y el chico se quedo quieto y aturdido. Cuando el chico se espabiló, se asustó tanto que salió gritando hacia su hogar, el molino.

Esa misma noche, la madre de Aria salió por primera vez en años de su cueva y fue a visitar al molinero. Más alta de lo que los aldeanos la recordaban, iba con su cuerpo tapado con una larga y pesada túnica que le cubría también la cabeza, dejando a la vista únicamente sus ojos de color esmeralda. Una vez que llegó al molino, los vecinos pudieron escuchar una fuerte discusión que culminó con un explosión de fuego que consumió el molino en pocos minutos.

A la mañana siguiente, los aldeanos, asustados a la vez que furiosos, fueron en busca de esas dos brujas, mas cuando llegaron a la cueva la encontraron vacía, sin ningún utensilio ni nada que demostrase que alguna vez alguien vivió allí.


[i:cc7ad01490]Información obtenida de los propios aldeanos.
Investigación realizada por: Garnik Tarkner, "Historiador de la magia y usuarios" de la corte de su ilustrisimo Arkanuirr Tchallem, líder de la ciudad de Tulmon
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Rugrim

12/02/2009 13:26:46

Madre e hija se dirigieron al Oeste. Atravesaron las montañas Alamir hasta llegar a la ciudad de Almriven. Su estancia en la ciudad fue breve, lo suficiente para adquirir suministros para un largo viaje.

A los pocos días salieron dirección Norteoeste. Alcanzaron el Bosque de Mir y poco antes de introducirse a él, alcanzaron un enclave de leñadores donde se alojaron una noche. Los leñadores definieron a la madre como un mujer extraña, bastante alta y siempre con una pesada túnica encima de ella, mientras que Aria era una niña de mirada alegre y siempre sonriente. Partieron antes del alba y se introdujeron en el bosque...

A partir de entonces perdieron contacto con las razas civilizadas, aunque no del resto de razas:
Trasgos, lagartos y gigantes tuvieron contacto con ellas. Sin embargo, todo aquel que se acercaba a ellos moría por el poder de la madre. Todo apunta a que ésta era una poderosa practicante de la magia.
Por esto las criaturas del bosque rehuyeron de ellas, incluso los elfos se mantenían apartados, a pesar de que mantenía una estrecha vigilancia de sus movimientos.
La pareja solamente estaban de paso, pues mantuvieron un ritmo constante sin desviarse de la dirección tomada.

Así pues salieron de Mir por el norte de las montañas de la Marcha. Pasaron cerca de Darromar, sin llegar a detenerse hasta alcanzar el camino de la Costa cerca del Castillo de Tezhyr.

Desde allí cambiaron el rumbo completamente, dirigiendose al Sur; hacia el desierto de Cálim y arrivando definitavemente a Puerto Calim. En la capital de Sur se separaron: Aria se quedo en la ciudad, mientras que su madre desapareció sin dejar rastro en el desierto.

[i:5b85d0af3f]Información obtenida de: Ciudadanos de Almriven; elfos del Bosque de Mir; ciudadanos de Tezhyr; ciudadanos de Calimport
Investigación realizada por: Garnik Tarkner, "Historiador de la magia y usuarios" de la corte de su ilustrisimo Arkanuirr Tchallem, líder de la ciudad de Tulmon[/i:5b85d0af3f]

Rugrim

19/02/2009 01:11:50

Aria Jarnia pasó un tiempo en la ciudad del desierto. ¿Más del que ella hubiera querido?, quizá, pero allí conoció a los que serían sus amigos más duraderos: Lilian, la monje y Golg el semiorco.
Durante su estancia en Calimport fue testiga de las injusticias de la ciudad y empezó a aventurarse fuera de ésta.

En una de estas salidas, conoció a un hombre: Ward Davis, un monje de la orden del puño cegador. Durante esta aventura, un diablo se fijo que Aria y exigió su alma inocente. Ward, entre otros, se negó con rotundidad, consiguiendo el corazón de la muchacha.

Poco tiempo después Aria y Ward se casaron. Durante la boda, Aria conoció al resto de gente que llegaría a considerar sus amigos: Wilhem, Jame X, Uralia,.... a la vez que a la hermana de Ward, Lyan Davis.

Sin embargo, la felicidad de Aria duró poco tiempo, pues Ward, en una muestra de coraje, fue en ayuda de una caravana asaltada por los lagartos de las marismas. Cuando Lyan y Aria consiguieron llegar, era demasiado tarde, Ward estaba descuartizado. Tras este suceso Lyan y Aria se juraron no separarse jamás y ser hermanas para siempre.

A pesar de los horribles sucesos, el linaje Davis, no estaba condenado, pues Aria estaba en cinta. Aria pasó su embarazo vagando por el camino de la costa, visitando a algunos amigos elfos de vez en cuando a su bosque. Durante esa época, los elfos cerraron la frontera y Aria tuvo que conformarse con quedarse en los lindes del bosque.

Cuando el embarazo le impidió proseguir con su viajes, se hizo ciudadana de Baldur y se asentó en la posada, aunque en la ciudad se aburría demasiado y de vez en cuando salía de la ciudad y visitaba a los elfos. Un día, antes de lo previsto, rompió aguas. Se encontraba demasiado lejos de Baldur, pero pudo aguantar hasta la entrada al bosque de Weldazh. El parto fue duro, pero exitoso. Fue una niña. Los elfos negaron la entrada a la recién parida y su hija, a pesar de sus débiles estados y Lyan se enfadó tal que aún en nuestros días tiene cierto resquemor.

Tras unos pocos días abandonadas cerca de la cueva de los gusanos, Golg fue en su ayuda y las escoltó hasta Baldur, donde madre e hija se recuperaron y se asentaron definitivamente en la posada.

Narrador: Anónimo

Rugrim

21/02/2009 11:30:56

Pasados unos meses en Baldur sin salir de la ciudad, Aria empezó a aburrirse y comenzó a realizar pequeñas salidas de la ciudad con la gran ayuda de su elemental anciano de tierra Roqui y montadas en la yegua Luna.

Cuando su hija tenía dos años, sus ojos empezaron a cambiar de color, pasando de un negro absoluto a un tono, priemero anaranjado y después amarillo. Algunos elfos instaron a Aria a que su hija recibiera una buena formación y, sobretodo, que no se desviara hacia la maldad y la corrupción. De tal forma que Aria dejó a su hija la cuidado de los monjes en su recien construido monasterio.

Esto liberó muchísimo a la hechicera y pudo cumplir su promesa con su hermana. Con ayuda del hechicero Izan, convocaron a la súcubo que atormentaba a un muy buen amigo de Lyan y, tras una larga y difícil batalla, matarala.

Tras unos años, Aria y su hija se inscribieron en las clases de Bardo que daba el director del teatro. Aria demostró especial habilidad en el canto, mientras que su hija destacaba más tocando instrumentos.

Un día, cuando iba con su hija desde la ciudad al monasterio, unos trasgos atacaron a la pareja. Aria muy enfadada mató a los trasgos "tontos". En el cadaver del trasgo cabecilla encontró un curioso libro que contaba la historia de unos señores que hicieron unas piedras y un collar muy poderosos. La hechicera se alegró enormente y decidió ir a buscar esas piedras para proteger a su hija, mientras la niña se quedaba con los monjes en el monasterio.

Por desgracia en uno de esos viajes de búsqueda, acabó en el castillo del Ducado de Arion. Allí había mucho movimiento, los paladines iban corriendo de arriba a abajo y hablaban en tonos duros y cortantes. Uno de los paladines, al ver a la hechicera y su acompañante les instó a que se protegieran que estaban bajo ataque.
En ese momento Aria tenía todas las protecciones que conocía, así que hizo lo único que le faltaba para estar completamente protegida: invocó al elemental anciano de tierra Roqui.
Sin provocación alguna, el paladín atacó al elemental y Aria intentó detenerle con un hechizo.
El resto de paladines se pusieron furiosos y acusaron a Aria de cosas que ella no entendía. Sin mediar palabra le lanzaron un ancla dimensional y le pusieron unas cadenas en las muñecas. La llevaron a una celda y poco después la condujeron a una sala. Allí ella contó lo que había pasado, pero los paladines no la creyeron y la condenaron a quedarse en el Ducado haciendo trabajos para la sociedad.

Aria no entedía nada de lo que habia pasado y, en un momento de despiste de su guardia, se escabulló. Exploró las bodegas del castillo y encontró un barquito. Divertida se subió en el barquito y dejo que se lo llevara la corriente, hasta que llegó a una playa al pie de unos acantilados donde el barquito encayó. En ese momento empezó a llover, se lanzó un hechizo que la protegería del frío y subió por un caminito hasta arriba del acantilado donde se encontró con uno de los paladines el cual muy sorprendido ordenó que encadenaran a Aria otra vez. Pidió explicaciones a la hechicera y la volvió a llamar mentirosa.
La hechicera, muy contrariada de que la llamasen mentirosa tantas veces pronunció un vocablo mágico, para que se tranquilizara el paladin, pero este no sólo no se tranquilizó sino que se enfadó mucho más, condenandola a prisión indefinida en las mazmorras del castillo.

Narrador: Anónimo

Rugrim

04/03/2009 20:01:01

Aria nunca se había quedado largos periodos de tiempo sin lanzar magia. Las primeras semanas las aguantó bien, pero a medida que pasaba el tiempo, algo en su interior reclamaba aplacar su fuego interior. Empezó a palidecer y dejo de comer y beber. Cuando los guardias se dieron cuenta, hicieron llamar a los sanadores para descubrir que tenía una fiebre muy alta. Los sanadores la curaron de inmediato, mas sólo consiguieron remitir los síntomas durante unas pocas horas.

A pesar de ser su prisionera, los paladines se preocuparon por su salud y la trasladaron al ala de enfermos del hospital, aunque el edificio aún no estaba abierto al público. En el hospital seguía estando encadenada y amordazada sólo cuando el guardia no estaba en la habitación. A pesar de los cuidados especiales que recibía, no conseguían eliminar el mal que la afectaba.

Tal era la depresión en que se sumió que al pasar los meses, llegó a olvidar cosas de su pasado, así como la realización de algunos de sus hechizos.

De repente, un día sin previo aviso, los guardias entraron en la habitación de Aria, le devolvieron sus cosas y la escoltaron hasta los establos donde le devolvieron su yegua y la acompañaron hasta los límites del Ducado.

La hechicera se encontró en medio del Camino de la Costa, aún enferma, pálida y con fiebre, y sin capacidad de defenderse. Por suerte apareció una elfa que decía conocerla y la acompañó gustosa a Baldur. Durante el viaje al Norte, se lanzó un hechizo menor de fuerza, lo cual le despejó su mente embozada y le ayudó a recordar. Según iba lanzando hechizos de mayor esfera, iba recordando nuevas cosas.

Cuando llegó a Baldur se dirigió a ver a su hija, pero algo le pasaba, sentía una sensación extraña. Acusandolo a un cansacio extremo, se fue a la posada a descansar. Sin embargo, al día siguiente, seguía sintiendo esa sensación extraña. Se sentía incomoda en presencia de su hija.

Pasaron los días y su incomodidad no sólo no disminuía sino que aumentaba. Además, su palidez extrema no desaparecía. Empezó a pensar que los paladines le habían hecho algo y se convenció de que los paladines le habían apresado para hacerle ese algo y que ella no había lanzado nada de magia. Por eso ideó infiltrarse en el castillo por la abertura que descubrió y pidió ayuda a su hermana.

Sin embargo no pudo esperar a que su hermana estuviera preparada y se encaminó al castillo.
Se adentró trasformada en hada y convocó a un elemental de agua de tamaño enorme, hizo a ambos invisibles y se adentraron en las mazmorras. Su objetivo era el sacerdote que le había lanzado algún tipo de maldición para obligarle a que se la quitase.
Cuando alcanzó la capilla se dio cuenta de que la trasformación la había agotado, aún así continuó con su plan.
Uno de los acólitos vio al elemental de agua y se puso a gritar como un poseso. Aria no quería que viniesen todos los guardias y mató al joven gritón.
Cuando apareció el gran clérigo le increpó qué le había hecho, pero su odio se apoderó de ella y empezó a conjurar sobre él sus hechizos más poderosos. Tan concentrado era su odio que no se dio cuenta de los golpes que le asestaba el clérigo hasta que perdió casi la consciencia. En ese momento intentó recular, pero sus heridas no se lo permitieron y convocó toda la energía que en ella se había acumulado durante sus meses de cautiverio para explotar en una bola de energía que destruyó la sala donde se encontraban junto con todo lo que se hallaba en su interior y volatilizo el cuerpo de la hechicera.

Narrador: Anónimo

Rugrim

11/03/2009 22:28:29

[i:8743a11754]Muy al Norte de allí, en una oscura cueva....

Un gigante menor se dirige a alguién oculto en las sombras[/i:8743a11754]- Mi señora, nos informan que ha despertado, pero aún lo desconoce. -
- Muy bien por informarme, puedes retirarte- [i:8743a11754] Retumba una voz grave.

Cuando se queda a solas murmura para sí [/i:8743a11754]- Partiré al anochecer, tendré que atravesar los portales del dragón negro. Tsk tendré que pagar el condenado tributo.-

[i:8743a11754] Esa misma noche y, viajando sólo de noche, una sombra se dirige a las montañas del Espinazo del Dragón. Al alcanzar una determinada zona, mata a una res y almacena su sagre en un vial. Continúa su viaje y se introduce en una caverna. En su interior destapa el vial y vierte su contenido en un portal activo y lo cruza....

Mucho más al Sur, en lo alto de las montañas de los Dientecillos y en plena noche, un fogonazo alerta a algunas aves y una sombra desciende a gran velocidad hasta alcanzar el Camino del Comercio. Se dirige al Norte, hacia Baldur. Al alcanzar la ciudad se encuentra con un pseudodragón, e inmediatamente después parte de vuelta hacia el Sur, viajando incluso de día; pero con gran cuidado de no ser avistada.

Llega justo al Ducado de Arion para divisar la gran explosión y ver los daños que produce tal explosión. Con las pesadas ropas encima y todo el cuerpo cubierto se aproxima al castillo lo suficiente para ver el gran revuelo y escuchar como los lugareños afirman que el causante ha sido eliminado por los paladines.

Todo aquel lo suficientemente cerca de la figura encapuchada y conocedor del idioma adecuado, consigue oirle murmurar:

[/i:8743a11754] - Niña estúpida,te dije que cuando estuvieras preparada volvería, debiste esperar a que llegara. - [i:8743a11754] Una lagrima solitaria resbala por su rostro oculto y cae a la fresca hierba.

La figura se da la vuelta y sin mirar atrás se introduce en el bosque para desaparecer.[/i:8743a11754]


//Y aquí acaba la historia de mi primer PJ en este servidor, despues de un año y 3 meses :)
Para cualquier comentario mandadme privi y los pondré todos juntos :roll: