fantina

20/07/2009 13:29:55

El cóster comercial Negraespina no era más que un pequeño grupo familiar dedicado a importar cerveza desde el Valle de la Sombra. El hecho de que su padre tuviera sangre élfica y se hubiera criado en las Tierras de los Valles le abrió puertas que para otros sembianos estaban cerradas.

Como el menor de nueve hermanos, Fabio tuvo la mejor educación que su padre pudo pagar. Los tres varones mayores heredarían el cóster comercial y harían de mercaderes y de guardias de caravana junto con su padre, y sus cinco hermanas no tendrían problemas para casarse pues en Ordulin la belleza de las elfas estaba de moda.

Asi que cuando su tutor descubrió que el joven podría tener potencial para el Arte, Fildaorin Negraespina envió a su hijo de 12 años en una caravana hasta Candelero en la lejana Costa de la Espada con una carta de recomendación de uno de sus parientes elfos en el Valle de la Sombra.

Alli se integró entre el resto de estudiosos de todas las edades y aprendió los rudimentos del Arte entre ellos. Los libros pronto le fascinaron y Fabio descubrió su verdadera vocación, la creación de objetos mágicos. Para ello estudió durante años la magia élfica, los descubrimientos arcanos de los gnomos y leyó con gran atención las miles de tablillas de mithril escritas en runas dethek que describían antiguas recetas de forjado de armas encantadas.

Pero la teoría solo es papel mojado si no se lleva a la práctica. Frustrado por la falta de acción de Candelero, Fabio siguiendo los consejos de un estudiante sureño, partió hacia la lejana Calisham tierra de prodigios y aventuras por igual.

fantina

23/07/2009 12:33:09

A pesar del calor, la arena y el acento extraño de las gentes de Calimport, Negraespina encontró con rapidez gentes afines con las que relacionarse.

El maestro Isendel accedió a ser su tutor a cambio de su servicio absoluto. No parecía mal acuerdo, aunque todavia estaba por ver que tipo de señor podía llegar a ser el elfo.

Yon el mercader era un tipo peculiar. Un mago vestido con armadura completa ya era una novedad. Pero su limitado aseo personal y la costumbre que tenía de escupir a todas horas habrian escandalizado a todos sus amigos de Ordulin.

Isabella era maestra de historia, según Yon el indiscreto. Negraespina pensaba que el mercader sentía algo mas que respeto por ella y solo por molestar, alabó su belleza sin atisbar aún su rostro bajo la capucha que lo cubría. Fue divertido.

Y por último el frio y distante Rodrik, que no le hizo ni caso. Sus razones tendría, Negraespina no solía admitir injerencias externas en su vida, como tampoco era dado a entromenterse en las acciones de los demas.

Eso si, tuvo que recorrer medio mercado hasta dar con una capa adecuada para ir de paseo. Muy civilizados no estaban. No.

fantina

24/07/2009 10:59:07

Para empezar una taberna en la que sirvieran vino de Sembia, era un lugar muy interesante. Si a todo esto unimos la amabilidad del propietario, el curioso acento de un calishita llamado Malik y las magníficas canciones de la bardo que acompañaba a Isabella podemos decir que fue una velada mas que notable.

Pero el vino deja paso en la mente de los hombres, y Negraespina tenía que servir a Isendel al día siguiente. Como decía uno de sus tuturores en Candelero, el vino y el Arte se pelean a partir de la tercera copa.

No recordaba el nombre de la bardo, lástima. Quiza los dioses le dieran mas oportunidades de disfrutar de su talento.

fantina

31/07/2009 11:07:59

Negraespina se sentía frustrado. El maestro Isendel se había engado a darle ninguna de sus fórmulas magistrales para dotar de poder arcano a los objetos.

La mejor forma de aprender es que las descubras por ti mismo, le dijo. Y entonces para que quería un maestro?

Quiza tuviera razón pero el mago venido de Sembia se sentía atascado, incapaz de crear nada de valía y sin que su tutor le prestara la necesaria ayuda que precisaba.

fantina

03/08/2009 19:41:12

Durante semanas, cada uno de los objetos que intentó crear se destruía sin remedio en una explosión ardiente. Después de una prueba en la que las críticas del maestro Isendel hirieron su orgullo de petimetre sembiano, Negraespina se centró en el estudio y la experimentación.

Gond no quiso que las indicaciones de su maestro elfo dieran sus frutos y el primer objeto en el que consiguió imbuir parte de sus poderes arcanos fue un pequeño escudo que Isendel le había dado con desprecio días antes de la prueba con Kaatos.

Ahora podía quitarse la túnica negra y oro con la que se cubría para estudiar desde su etapa en Candelero, para volver a vestir una simple camisa de seda blanca bordada a mano y unos pantalones negros con adornos de cuero negro. ¡Que menos en un caballero de la orgullosa Ordulin!

fantina

26/08/2009 20:28:36

Con varias recetas en su haber, incluído el poder de incrementar los atributos físicos y mentales de su portador, Negraespina encontró un problema con el que no contaba. No era capaz de encontrar objetos con la calidad suficiente para admitir el Arte en ellos.

De la lejana Báldur consiguió varios pares de guantes y tres o cuatro túnicas que guardaba como oro en paño para evitar su destrucción. Aún así, tres o cuatro piezas explotaron en el laboratorio que le cedió su maestro.

Un día, falto ya de objetos para imbuir, encontró en Bunus unas botas de dos runas de protección creadas en piel de jabalí. Preguntando consiguió averiguar que posiblemente serían de un bosque al norte, Weldazh.

En el camino contactó con varios elfos, incluida una arcana de aparente poder. El saber élfico gracias a la sangre de su padre, le abrió alguna puerta y consiguió que se pensaran por lo menos su ofrecimiento de comprar manufacturas de calidad.

Una vez de vuelta en su estudio, Negraespina volvió a hacerse la misma pregunta que se hacía en el Candelero. ¿Porque hay que llevar túnica para que respeten como mago?

fantina

04/01/2010 12:46:43

El error de comerciar con los elfos de Weldaz, le había costado un año de su vida. ¡Que distintos de sus parientes del Valle Profundo, o de la arboleda de Cormanzhor!

Gracias a la misma exploradora que lo capturó, Negraespina fue liberado sin daño y con el equipo con el que llegó ilusionado para comerciar con la peletera. Pero con un año menos de vida. Para los elfos un año es tan solo un suspiro, pero para un humano ese mismo tiempo de cautiverio resultó eterno.

Echó de menos a la bella sembiana a la que cortejaba a la menor ocasión. Echo de menos la dureza y el poder de su maestro Isendel. Echó de menos a sus compañeros de estudio en Canderelero. ¿Como no echar de menos a su padre Fildaorin Negraespina y su habitual diplomacia, con la que era capaz de abrir cualquier puerta?

En ese tiempo reconsideró su papel en la lejana Calimport, tan distinta de su Sembia natal. Con Isendel desaparecido, nada ya le unía a aquel lugar.

Días mas tarde llego a una pequeña villa a orillas de un lago. Parecia un lugar tranquilo y en la taberna fueron capaces de servirle vino de Sembia. No era un mal comienzo. El lugar se llamaba Ámbar.

fantina

12/01/2010 14:04:26

Le gustaba la pequeña ciudad y sus habitantes le recordaban a los de las Tierrras de los Valles. Sencillos y directos.

Ahora buscaba trabajo en la ciudad, aunque sabía que acabaría regresando a la imbuición cuando encontrase un lugar adecuado para ello.

Leyó el cartel de la Guardia Escarlata y una vez pasado el pensamiento fugaz sobre el nombre de la policía local, comenzó a pensar en como resolver el enigma que podría darle un millón y medio de monedas para ayudarle a empezar de nuevo.