Elgatovolador

27/07/2009 12:43:16

[i:37cbbab74b]No tardo mucho en dejar su hogar para salir de aventuras , paso 60 años en el Bosque Alto, con su familí que luego vivió otros 30 años más en Argluna, como Lunares eran más sociables con otras razas y la niña aprenció común pues desde niña había hablado con desconocidos sin apenas importarle demasiado.

Unos 30 años más en Shilmista, sus padre la habían obligado a dejar la peligrosa idea de ir al Norte a buscar batallas conrtra los Drow, alejándola hasta Shilmista pero los años pasaban rápido en las vidas del Pueblo Gentil, y ya había casi alcanzado la mayoría de edad, lleno su carcaj y cogió su viejo arco de madera vieja y se dirigió al Oeste a Brost , tras la larga caminata por los páramos bordeaba el bosque de Weldahz, hasta llegar a la Ciudad donde preguntó por la Comunidad Élfica más cercana tanto a humanos como a elfos , puso rumbo al oiste hasta llegar al Camino del Comercio y la Ciudadela de Suldanneselar , donde se topó con un elfo muy , muy callado . . . [/i:37cbbab74b]

Elgatovolador

29/07/2009 12:54:18

Las tres figuras avanzaban sigilosas, el vaho saliedo de sus bocas, y se adentraban por el bosque hacía una misión cruel y sangrienta en el sur.

La aldea elfa descansaba de su actividad diaria en plena noche de invierno , elfrio helaba aunque era menor dentro del Bosque Alto.

Ada descansaba tranquila, aunque sin llegar a hacer el ensueño cuando notó que el Bosque estaba algo inquieto, era muy pequeña y enseguida se dedicó a seguir mirando el fuego de su hogar junto a su familia, la tranquilidad perduraba pero derepente, fuego . . .

La aldea prendía en llamas y lo más curioso en ese momento le pareció que no salía mucha gente de las casitas de madera y adobe que adornaban su pequeña aldea, algo no iba bien decía su padre arco en mano.

De pronto las tres figuras aparecieron en medio de la aldea.

Miraban a la família con sus torcidas bocas en la cara oscura, mientras se acercaban a ellos el padre comenzó a disparar colocándose delante de madre e hija.

Pero algo pasó con los que los malditos elfos oscuros no había cortado, antes de darse cuenta una de sus cabezas adornaba el suelo, después otro golpe fugaz el segundo drow contaría con un brazo de menos si pretendía atacar, el tercero los miro con los ojos abiertos y salió corriendo , no llego muy lejos flechas certeras y poderosas lo abatieron sin piedad por la espalda, un elfo vestido con una coraza y con un símbolo con una lágrima y una flecha partida en su pecho había aparecido , salvando a los pocos supervivientes que quedaban en la aldea y que terminaban de apagar los fuegos.

Talariën el padre de la joven, ivitó al elfo a entrar en casa, siempre con gesto serio pero afable el elfó aceptó y les contó como había tratado de seguir a los Drows, muy hábiles y sus pasos lo habían llevado a la aldea, era curioso pero parecía que habían tenido suerte no era la primera aldea que amanecía sin vida en aquel lugar.

Adalariën estaba impresionada y curiosa, miraba al elfo con los ojos muy abiertos y aún algo asustada, habían matado a la mayoría de niños de su edad pero ella no había llorado, en ese momento solo sentía odio hacía los agresores y un infinita bondad hacía su salvador.

El elfo se quedó ayudando en la aldea y instruyó a algunos de los hombres en defensas y tácticas contra los drow , Adalariën no hablaba desde hacía unos días, y solo hacía que seguir taciturna a su salvador.

Antes de irse le dirigió unas palabras .

- No dejes que ellos rijan tu vida, dedícala a luchar contra ellos y lleva esta lucha contigo allá donde vayas, no hay mayor enemigo para nosotros que los Drow, soy un Maldito, un siervo de Shevarash, juré no sonreir más hasta que esos seres y su sucia Diosa desaparecieran del mundo.

El elfó sacó un viejo colgante con el mismo símbolo que lucía al pecho y se lo puso a la niña.

- Si algún día quieres seguir mi camino , Shevarash te otorgará sus dones, pero cuando aceptes recuerdo, el Juramento dice que nunca más debemos sonreir hasta que nuestra tarea esté finalizada , la besó en la frente y se marchó entre el bosque.

- Despídeme del resto, me llamo Änduril, el Maldito .