koningtiger

12/02/2005 00:04:40

I-PREPARATIVOS.


El encapuchado observó largamente a las tres figuras del pequeño campamento, la noche era oscura, sin luna, como las que le gustaban a esa odiada Diosa. "Irónico- pensó la delgada figura- esta oscuridad resulta muy conveniente, por fin la oscura diosa me favorece".

Salió al pequeño claro, en el lindero oriental del bosque de Weldazh, haciendo el máximo rudido posible, de repente, dos guerreros se lanzaron sobre él, pero a una señal del humano que permanecía al abrigo del fuego, mantuvieron sus espadas a pocos centimetros del cuello del oscuro encapuchado.

Los dos guerreros vestían de rojo, así como su jefe, un mago rojo de Thay.

-Vaya,-dijo el mago separándose del calor del fuego-, por fin conoceremos al misterioso personaje que tan interesado está en nuestras artefactos...

A una señal suya, uno de los guerreros apartó al capucha que cubría totalmente el rostro del misterioso y enjuto ser.

-Un elfo!-escupió el mago rojo-,todo esto por un elfo!, como un ser como tú ha conseguido esa cantidad de oro?, hemos viajado mil millas a través del mar de las estrellas fugaces arriesgándonos a luchar con piratas, para ver un elfo.....bien....tienes el dinero?

El elfo asintió, y sacandose una abigarrada bolsa de debajo de la capa le mostró un pequeño tesoro en monedas de oro.

-Y tú traes lo que os pedí?-dijo el elfo.

El mago rojo se agacho al lado del fuego, y abriendo una caja de madera, le mostró tres bolas doradas del tamaño de un puño humano.

-Y yo me pregunto...., para que querrá un vagabundo elfo como tú tres orbes como estos?

-Eso es asunto mío-contestó sombríamente el elfo.

-Tal vez.....pero tendrás que decírnoslo, ya sabes, mis jefes no dan esta mercancia así como así, aun con todo el oro que estás dispuesto a pagar.

-Bien-dijo el elfo-será como habeis elegido- con un rápido movimiento de las manos y susurrando unas palabras, un temblor empezó a notarse en la fogata y un ruido ensordecedor llenó el claro, desorientando por unos momentos a los tres agentes de Thay.

El elfo aprovechó esos breves segundos para apartarse una decena de metros, y sin parar de moverse empezó a susurrar otro conjuro, uno más directo esta vez....
extendiendo las palmas de las manos hacia las tres figuras rojas, tres flechas de fuego brotaron de ellas dirigiendose al pecho de cada una...

Las flechas se disiparon al hacer contacto con sus objetivos, y una macabra risa surgió del mago rojo.

-Creías que vendríamos desnudos a este encuentro con un desconocido? Soy un mago rojo necio, crees que tus conjuros podrán con nosotros?.

A su señal, los dos guerreros se abalanzaron sobre el encapuchado.

Esquivó al primero a duras penas, y sacando su magnífica espada blanca, desvió la estocada mortal que le propinaba el segundo con un sonido estremecedor. El intercambio de golpes se sucedía, y el mago rojo observaba el combate divertido.....sabía cual sería el resultado, dos guerreros rojos contra un mago en una lucha a espada.

A decir verdad, muy bien hubiese podido acabar allí el combate, ya que un mago vestido con una túnica y sin conjuros de protección, no era rival para dos guerreros expertos. Pero aquel no era un simple mago, su piel bajo la túnica parecía resistir los cortes y desgarros que provocaban las armas de sus enemigos.Sus heridas no sangraban, y sus atacantes perdían confianza ante estos hechos. Tal vez no era rival para dos guerreros rojos experimentados, pero sí podía distraerles lo suficiente como para ganar algo de tiempo. El mago elfo empezó a salmodiar algo mientras seguía luchando, antiguas y macabras palabras surgieron de sus labios mientras la expresión del mago rojo cambiaba de la burla a la incredulidad, y de esta al miedo.

-Un nigromante!, acabad con él, rápido!-gritó.

-No lo suficientemente rápido -pensó el encapuchado mientras dejaba ir un profundo suspiro con el que sellaba a la vez el conjuro y el destino de los tres agentes de Thay.

Una leve bruma empezó a formarse en el centro del claro, mientras el mago rojo y los otros dos se quedaban petrificados mirando, la bruma creció y un etéreo cuerpo de mujer de pesadilla se elevo sobre ellos para a continuación soltar el grito más inhumano y terrorífico que se había oido en los alrededores jamás.

Un terror mortal embargó a los tres agentes de Thay mientras sus caras adoptaban muecas de horror absoluto, hasta que finalmente, sus carcasas inertes cayeron al suelo con ruidos sordos.

El encapuchado observó los tres cuerpos con una sonrisa, con calma se dirigió a lo que quedaba de la fogata, y recogió la caja con las esferas y su bolsa de dinero.

Observó su túnica desgarrada y luego la del mago rojo.
-Un poco grande-pensó-pero me servirá para el pequeño juego del torneo.

A continuación, despues de cambiarse la túnica, en el más absoluto silencio volvió a internarse en el bosque del que había salido mientras se dirigía al oeste.

Una sonrisa se formó en su cara al recordar cual había sido la parte más difícil de su misión, convencer a su compañera, Shara, de que debía continuar sólo al encuentro de los magos rojos.

Aun oía sus gritos cuando se alejaba del campamento elfo de weldazh:
-Ten cuidado Calafalas, no me gustaría tener que ir a recoger tu cadáver y cargar con él todo el viaje de vuelta a Calimport.
Ah, y escóndete ese brazo asqueroso!.

CONTINUARA?

Nota: Si alguien ha llegado hasta aquí, felicidades por la constancia. Y si alguien reconoce la historia, sí, es casi la misma que posteé en otro sitio, al fin y al cabo esto es Faerun y yo soy Gildor calafalas.

Nota 2: Si algún dm está intrigado en la utilidad de los orbes y le gustaría continuar la historia en el servidor, que me diga algo en el server o me mande un privado.

Nota 3: Inauguro sección,jeje.

Bereghost

13/02/2005 04:22:18

Ole la historia, felicidades me ha gustado muchisimo.