Nigthmoon

05/05/2006 23:51:45

Nacida en la cuarta familia noble de Menzoberranzan, Ärya es la única hija viva de la desaparecida Jhaelryna Faern Tlabbar: la menor de las hermanas de la actual matrona Ghenni´Tirzoth Faern Tlabbar. Jhaelryna se caracterizó siempre, a diferencia de su hermana mayor y matrona, por ser una sacerdotisa tranquila y de escasa ambición. Tal vez por ello se ganaría el odio y el desprecio de su hija cuando ésta fue consciente de la realidad que gobierna a su raza en la Antípoda Oscura; y a pesar de que jamás fue demasiado estricta o severa en su trato. Sea como fuere, cuando el destino o la oscura voluntad de la Diosa quiso que madre e hija se separasen, Ärya quedó bajo la atenta vigilancia de su matrona e hijas mayores.

Desde la temprana edad de 7 años, edad en la que se separó de su madre, Ärya pasó a encargarse de las tareas de limpieza del ostentoso templo de Lloth, que se ubicaba dentro de la misma casa. Fue entonces cuando en la joven arraigó un profundo fervor por la Reina Araña, fruto de las incontables ocasiones en las que de tan niña pudo ver a la matrona Faern y sus hijas llevar a cabo oscuros rituales frente a la siempre imponente imagen de obsidiana de la Diosa. Éste mismo hecho llevó a Ärya a instruirse para en un futuro no demasiado lejano iniciar los estudios en Arach-Tinilith; todo ello por orden de la matrona, ante la cual no pasó desapercibido su interés.

El tiempo transcurrió lento y arduo para una impaciente y joven niña que tuvo que alternar sus sueños y ambiciones como futura sacerdotisa, con agotadoras horas de servidumbre en el Templo de la casa. Sin embargo los años pasaron, y Ärya creció hasta alcanzar la edad de 17 años. Se había convertido en una doncella de belleza arrebatadora: ojos grandes y rasgados de un precioso tono rojo sangre, un rostro aniñado de sonrisa cautivadora, una silueta esbelta con bellas curvas, y una larga y sedosa melena ondulada de un poco común color plateado.

Al fin había llegado el ciclo esperado, y la Madre Matrona hizo llamar a su joven sobrina al majestuoso salón del trono de la casa. A pesar de que los nervios y el temor la asaltaron por tan importante momento, ella sabía que ahora más que nunca debía mostrar su fortaleza. Así pues, se atavió con sus mejores galas y dirigió con paso decidida hacia su matrona, la cual la esperaba sentada en su magnífico trono enjoyado, con rostro impasible y frío. A su lado, se hallaban sus dos hijas mayores: Nän Ferêh y Nania Tlabbar, cuyos semblantes bien podrían ser un fiel reflejo del de su madre. La estancia parecía gobernada por un absoluto silencio, donde la penumbra dibujaba sutilmente las siluetas de las tres poderosas señoras. Fue entonces cuando el silencio se quebró y la matrona dijo:

“Acercaos hija, colocaos frente al altar, quiero observaros”- La matrona hizo un gesto altiva con su mano invitándola a acercarse.

Ärya se inclinó entonces tras acercarse a su señora, clavando su mirada en el suelo con sumo respeto. – “He acudido en cuanto me habéis hecho llamar, madre matrona. ¿En qué forma puedo serviros?”

“He sabido de vuestros progresos y avances por mis hijas…”- Desvió la mirada cómplice hacia ellas, las cuales respondieron asintiendo. – “… y también que has alcanzando la edad oportuna para vuestro ingreso en Arach-Tinilith”. – Tomó entonces en su mano un pergamino perfectamente enrollado. – “Aquí esta la recomendación que necesitarás para que comience vuestra instrucción en la academia…”.

En el rostro de Ärya se dibujó, casi sin ser capaz de evitarlo, una amplia sonrisa. Estaba satisfecha viendo como todos sus esfuerzos daban al fin sus frutos. La joven se apresuró en contestar. – “ Os agradezco la oportunidad Madre Matrona, y os prometo que no os decep…” – Se vio interrumpida entonces por un gesto de su señora.

“Sin embargo, no es esto lo único por lo que os he ordenado venir”. – Sonrió la matrona de una forma que acabó de inmediato con el entusiasmo de la joven. – “Ahora que estas preparada para afrontar vuestro destino en nuestra gloriosa casa, es momento de que conozcas la realidad de vuestro pasado... la realidad sobre lo sucedido con vuestra madre. Y dime niña, ¿qué sabes o crees saber de lo acontecido?”

La joven Ärya frunció el ceño extrañada por la inesperada cuestión, y con voz titubeante y temerosa de haber cometido algún error respondió. – “Tan… tan solo se que acabó muerta durante una de las patrullas encargadas de velar por las rutas seguras de nuestra ciudadela, Madre Matrona. O al menos esos fueron los rumores que se sucedieron tras su desaparición”.

En ese momento tanto la matrona como sus dos hijas se carcajearon por la ingenuidad de la joven, desconcertándola aún más. Momentos después, la matrona recuperó su rostro regio e inflexible y reveló a su sobrina los verdaderos motivos…
… De esta forma Ärya supo como su propia madre había fallado durante una de las pruebas a la que Lloth suele someter a su gente, siendo posteriormente castigada con la más horrible de las condenas: ser una draña por siempre maldita. Ärya había crecido odiando a su madre por su debilidad en su falsa creencia de que había muerto durante las patrullas. Sin embargo, esa nueva revelación de su pasado avivó aún más ese sentimiento, hasta llegar a lamentar haber sido su hija.

Una vez le fue entregada la carta de recomendación para su ingreso en Arach-Tinilith, dada algunas instrucciones a seguir y hubo abandonado la lujosa estancia del trono con el debido respeto, la joven Ärya se encaminó hacia Tier Breche jurándose a sí misma con cada paso que daba que jamás compartiría el mismo destino que su madre. Sabía o al menos intuía los verdaderos motivos de su tía y matrona al comentárselo: era una advertencia. Sea como fuere, estos hechos la llevaron a poner especial empeño en alcanzar sus metas; les iba a demostrar a todos que ella era una digna hija de la casa Faern Tlabbar, y que por sus venas corría la misma sangre que hacia fuerte su hogar, la misma fortaleza.

Y así fue como la historia de Ärya comienza en un mundo oscuro e incierto, donde el sentimiento de seguridad es aliado de los necios y donde nada es eterno: Menzoberranzan. ¿Qué deparará el destino para ella?, ¿cometerá los mismos errores que su madre o demostrará finalmente ser merecedora del sueño que ostenta?

DarkBarbiee

08/05/2006 00:27:56

Ole ole :D Mu bien niña!! jaja me ha gustado mucho, chapó 8)
YO creo que Ärya lo conseguirá tiene todas las papeltas de ser una bruja despiadada, que aún esta formandose ^^ Jijiji Bueno ya veremos lo que pasa :))
Mu bien mu bien, si señorita :P